Qué es y qué no es la codependencia, Melody Beattie


Existe una diferencia entre amar a alguien y sentirse atrapado en un matrimonio miserable.

La diferencia reside en que cuando se da a alguien como nosotros para recibir a cambio, esto nos deja resentidos, mientras que dar porque nace un sentimiento de generosidad desde el fondo del corazón nos llena de satisfacción. Hay diferencias entre facilitarle el camino al bebedor o a cualquiera con un disturbio emocional y nutrir a la gente que amamos, entre el narcisismo y el amor propio, y entre ser alguien centrado o más bien orientado hacia uno mismo.

El alcoholismo o cualquier disturbio emocional en la familia puede contribuir a crear codependencia, por lo que algunas personas denominan a la codependencia una enfermedad. ¿Pero cómo podemos saber si es una enfermedad o un problema? ¿Ayudaría denominarnos a nosotros mismos enfermos cuando en realidad sufrimos de un problema de baja estima? La conducta asociada con la codependencia tiene sentido si la vemos realmente de cerca. Es comprensible que podamos confundir el control con el amor, cuando es el control lo único que hemos conocido. Tiene sentido que pensemos que el control nos mantiene seguros porque lo ha hecho por un tiempo. Todos los comportamientos codependientes tienen sentido si se remontan a sus orígenes.
La conducta asociada con la codependencia, desde el control hasta el encargarse de nosotros mismos, son comportamientos que salvan nuestras vidas cuando no hemos sabido qué más podemos hacer. En la mayoría de las situaciones, ya sea que haya o no alcoholismo de por medio, los comportamientos codependientes son los que cualquiera podría proyectar si hubiera caminado dentro de nuestros zapatos por cinco o diez años.

Es natural que hagamos daño cuando perdemos nuestro matrimonio o que nos volvamos locos al descubrir que nuestra hija fuma yerba. Gran parte de la conducta codependiente, como la preocupación o el control, es lo que la gente ordinaria hace todo el tiempo. Pero nos conflictuamos cuando ya no podemos parar dicho comportamiento.

La codependencia es un comportamiento normal, con adiciones. Hay momentos en que hacemos demasiado, otros donde hacemos muy poco, y nos sobrepasamos. Olvidamos dónde comienzan las responsabilidades de los demás, y dónde realmente empiezan las nuestras. O nos ocupamos tanto, que tenemos demasiado quehacer y negamos nuestra realidad.

Los codependientes pueden ser asfixiantes, aferrados y necesitados, tanto que nos llenan de una amabilidad excesiva, a morir, y tratan de complacemos hasta que ya no los soportamos.

Pero viéndolo de otra manera, una vez que sobrellevamos estos detalles, se convierten en personas sobresalientes. Muchos usan sus experiencias para volverse exitosos empresarios. Los estudios han mostrado que la gente que crece en familias con problemas, maneja las tensiones mucho mejor que otros, y sigue adelante en comparación con personas que han vivido mejor.

Algunos profesionales consideran a las personas con detalles de codependencia como "gente que se excede en la norma", pero es mejor llamarles "los sobresalientes", según decía un terapeuta, aunque lo primero es más amable y apropiado. Poder resolver problemas y tener gran resistencia (dos rasgos de la codependencia), es la segunda naturaleza de la gente que ya ha pasado por mucho.

Cuando empezamos a encargarnos de nosotros mismos, los déficits de nuestro pasado se convierten en activos. Mucha gente con codependencia es leal y dedicada, hace su trabajo, son obsesivos pero perseverantes. Quieren ayudar, y una vez que aprenden a ayudarse a sí mismos, normalmente cumplen. Algunos son líderes, personas que cambian al mundo.

La codependencia tiene que ver con cruzar la línea. ¿Cómo podremos saber si lo que hacemos es codependiente? Cuando cruzamos la línea hacia la Zona de la Codependencia, normalmente tenemos motivos para hacerlo, sabiendo que nos dolerá.

Es más fácil ver lo que otros hacen, que mirarnos a nosotros mismos. Es un rasgo humano y es un comportamiento codependiente: se debe a que la conducta codependiente nos protege, y dejar de hacerlo, al principio, nos da miedo.

LA NUEVA CODEPENDENCIA.
MELODY BEATTIE.

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