Cómo Resolver Cualquier Problema

Cómo Resolver Cualquier Problema


En este artículo repasaremos lo que entendemos por “problema”, el por qué la concepción de una situación como tal convierte nuestra vida en un contínuo esfuerzo por resolver la infinidad de problemas que puede surgir, y cómo disolver el problema para convertirlo en algo mucho más asequible y fácil de manejar.

El final del artículo es un desafío a lo que etiquetamos como “realidad” y un jaque al rey de lo que creemos como cierto. ¿Te atreves a cuestionar la base misma de la realidad?

ANATOMÍA DE UN PROBLEMA

“Problema”, como concepto, presenta en sí mismo un problema. La palabra lleva implícito una sensación de dificultad en su solución. “Todos tenemos problemas” es una frase muy popular, ¿no es cierto? El problema como tal existe únicamente cuando no conocemos la solución, en el momento en el que la hallamos, el problema deja de existir.

“Una solución quiero!”

Los problemas tienen otra particularidad, otro rasgo especialmente irritante. Los problemas tienden a multiplicarse, así que solemos referirnos a ellos en plural. No bien has hallado la solución a uno, otro puede saltar a la palestra. Y normalmente lo hacen en coral, varios frentes se abren y piden ser solucionados, una colección de problemas se presenta en formación de a cuatro para dificultarnos la existencia.

Como siempre, si llevas algún tiempo en esta vida, es posible que te hayas acostumbrado a la los problemas y la búsqueda de maneras para resolverlos. Es muy posible, si tienes una relación cotidiana con los problemas, que te sientas como en una carrera sin pausa contra los problemas, y que de algún modo estés convencido de que no serás feliz hasta que la última situación problemática desaparezca.

EL ORIGEN DE TODO MAL

Lo peor de los problemas, el punto más grave y la auténtica trampa que se esconde detrás de la definición de problema, es que hay problemas específicamente diseñados para no tener solución. Llamamos problema a cualquier cosa que no encaje con lo que creemos que debería ser y no es, por ejemplo, no obtener un aumento de salario “es un problema”, perder a alguien cercano “es un problema”, no tener trabajo “es un problema”, que se estropee el coche en la autopista “es un problema”.

Hay problemas polivalentes, valen en cualquier situación: si no tengo más dinero “es un problema”, pero si tengo más dinero pagaré más impuestos y generará otro “problema”. Los problemas existen sin importar la situación en la que estés, el dinero que tengas, la fama que tengas, el éxito que tengas. ¿No es demasiada coincidencia que el problema pueda vivir en cualquier ámbito? ¿No habrá alguna trampa escondida?

LOS PROBLEMAS NO EXISTEN

Problema es sólo una palabra. Lo que importa es el significado que le demos. Los problemas en realidad no existen, son sólo una etiqueta que damos a situaciones concretas simplemente porque no nos gustan cómo son. “Problema” no es una entidad físca, no es un elefante que puedas ver claramente, problema es un constructo mental, una “idea” si quieres.

Permíteme ejemplificarlo, se verá mejor. No tener dinero para pagar el alquiler a final de mes no es un problema, es una situación concreta, la descripción de un evento que puede que se de en tu vida. No es un evento agradable, pero es un evento. Lo más habitual es que, si estás en esa situación, lo etiquetes como un problema.

El simple hecho de etiquetarlo como un problema, genera toda una serie de agobio, presión e incomodidad añadidas por el simple hecho de percibirlo de esta manera.

“Otia, no me jodas??! (Genial The Office!)”

Como ejemplo, durante algún tiempo trabajé en una empresa de recobro de deudas, dónde a menudo nos encontrábamos en contacto con gente en situaciones de no poder pagar el alquiler. Algunos estaban enormemente estresados por el gran problema, pero otros habían aprendido a vivir en esa situación, y la experiencia les había provisto de más tranquilidad. Ante un mismo evento, ¿por qué unos reaccionan de una manera tan alterada y otros totalmente sosegados?

Todo es cuestión de percepción. La clave de este artículo es entender que cualquier circunstancia de tu vida puede variar en función de la percepción que tengas sobre ella.

Etiquetar el ejemplo como un problema lo convierte en un obstáculo a superar, crees que falta algo por hacer, y esa creencia te separa de la tranquilidad y la felicidad. Etiquetarlo como un evento lo convierte en una transacción más, de la que seguramente saldrás porque todo es transitorio y la gran parte de situaciones cambiarán, las buenas y las malas.

REDEFINIENDO LAS REGLAS DEL JUEGO

Si no existen los problemas, ¿qué hacer ante un evento desagradable? La respuesta varía dependiendo si el suceso ya se ha materializado o está aún próximo.

Si es algo que ya ha sucedido, simplemente aceptarlo. Si lo etiquetas como un problema, se convertirá en un problema y andará contigo allá dónde vayas. Si te han despedido del trabajo, acéptalo como si fuera algo que tu mismo has escogido, eso te evitará la presión y te proporcionará mucha más fuerza para seguir tu camino.

Si es algo que aún no ha pasado, un evento cualquiera en el futuro, redefine tu concepto de problema. No te enfrentas a un problema, tienes ante ti un desafío. Un problema por definición carece de solución, pero un desafío es un proceso de crecimiento personal, es una situación con la que interactuar y de la que sacar un resultado u otro.

Desafío conlleva la capacidad de autosuperación y de victoria. No tener dinero para pagar el piso a final de mes es un desafío, lo único que tienes que hacer es diseñar tu estrategia para poder pagarlo, o aceptar las consecuencias de no pagarlo como si las escogieses tu mismo. La presión, agobio, infelicidad son situaciones accesorias y mayormente prescindibles.

De todas maneras, es posible que no puedas controlar la sensación que se produce. Lo único que puedes controlar es la percepción de lo que sucede. ¿Percibes la situación actual como problemática? ¿La percibes como algo que no debería ser como es? ¿No te es posible verlo como un excitante desafío? ¿Por qué? ¿Es necesario sufrir por ello?

PERCEPCIÓN: LAS COSAS SON LO QUE CREES QUE SON

Es posible que hallas llegado aquí a través de películas como “El Secreto” (tienes la peli clickando aqui)
o libros como El Poder del Ahora. Si es así, habrás leído sobre la popular “Ley de la Atracción”, una teoría que propone que aquello en lo que pensamos, lo atraemos. Esto se ha hecho popular, si no has leído el libro que menciono, te sugiero que lo hagas, es un buen punto de partida.

La “Ley de la Atracción” se basa en el mismo principio del que hablo aquí. La percepción del mundo afecta a la manera en la que vivimos. Por tanto, si crees que el mundo es un lugar hostil, probablemente esa sea tu experiencia. O dicho de una manera inversa, si el mundo en el que vives es generalmente hostil, deberías empezar tu viaje por preguntarte a ti mismo cómo debes percibir el mundo, y comprobar si se corresponde con lo que vives.

He aquí una de las piezas fundamentales de este artículo: es posible que creas que el mundo es de una manera concreta. Para resolver cualquier problema, debes empezar preguntándote si el mundo es realmente como crees que es. ¿Es hostil porque así es como es? ¿O es hostil porque tu lo consideras hostil? Si te cuesta ver esto, pregúntate por qué hay personas que lo ven hostil y otras cabalgan sobre la existencia como el mejor de los surfistas. Si las condiciones son como son, y son iguales para todos, ¿por qué unos son mucho más hábiles y viven con mucha más alegría e ilusión? ¿Perciben ellos el mundo de la misma manera que tu? O más importante: ¿Puedes tu percibir el mundo de la misma manera que ellos? ¿Por qué no?

Aquí no afirmo si este tipo de corrientes “new-age” sobre “El Secreto” o “La Ley de la Atracción” son correctas o incorrectas, eso tendrás que decidirlo tu. Considero, no obstante, que cualquier recurso que te permita dar el primer paso en el campo del autoconocimiento es en sí misma importante.

Recuerda: el epicentro de mi mensaje y la esencia del mismo se halla en buscar las respuestas por ti mismo, y lo más probable es que te des cuenta de que las respuestas pueden ser correctas e incorrectas a la vez, así que todo se basa en investigar tu propia experiencia.

EJERCICIO PRÁCTICO

He prometido enseñarte cómo resolver cualquier problema, así que lo convertiremos en un ejercicio que puedas realizar, aparte de señalar de nuevo que la percepción juega un papel fundamental.

1) Escribe en un papel “problemas” que creas tener. Cualquier cosa sirve. Si no te sale nada, estás de enhorabuena, ya hemos solucionado todos tus “problemas”.
2) Bajo el nombre del problema, vamos a transmutar el problema. Si tenemos que pagar el piso a final de mes, escribiremos: “me desafío a encontrar un método para obtener un dinero extra este mes, por medios legales y sanos, y poder pagar esa deuda. Este es un desafío posible y alcanzaré la meta”.
3) Intenta sentir esa nueva manera de enfocarlo, este punto es esencial. De nada sirve que lo escribamos si no lo hacemos “nuestro”. Es como si hubiéramos dado un salto a un universo paralelo dónde lo que acabamos de decir es exactamente lo que sucede, y somos perfectamente capaces de realizar la tarea.

Como ves, al convertir un problema en un desafío, ganamos en capacidad y nos proveemos de más fuerza de acción. Seguramente, el agobio y la depresión disminuirán notablemente.

La clave de este ejercicio es ver un “problema” como algo que te gustaría ver, y observar qué sucede, qué mejoras y que ventajas ganas mediante esta técnica.

El único truco es cambiar tu percepción. La verdad es que las cosas no son como son. Cambia tu percepción sobre cómo ves a la gente. No es fácil, pero intenta verlos de la manera en la que te gustaría verlo. Cambia tu visión del mundo, y el mundo cambiará contigo. O en palabras de Gandhi: “Sé el cambio que quieres ver en el mundo” (Be the change that you want to see in the world).

JUEGA CON TU PERCEPCIÓN: CREA TU REALIDAD

El obstáculo principal para superar cualquier problema, es que tal vez te cueste superar la creencia de que el mundo es estático, está “ahí fuera” y “las cosas son como son”. Si tienes la creencia de que la realidad y tu sois cosas diferentes, es probable que la táctica de la redefinición funcione a niveles relativamente bajos.

Si quieres potenciar la eficacia de esta táctica, empieza a considerar la realidad como una extensión de ti mismo. Una analogía muy popular que ayuda a ilustrar esto es la del mundo de los sueños. Dentro de un sueño quizá hayas sido capaz de hacer cosas increíbles, como volar o cambiar súbitamente de lugar. En el sueño, todo acontece dentro de tu cabeza, así que es normal que puedas realizar cualquier cosa.

Considerar la realidad como un sueño es muy ventajoso, conviertes lo que era una realidad fija e inamovible, con unas reglas inflexibles, en un mundo onírico en lo que lo posible y lo imposible lo defines tu mismo.

Otra analogía para entender este nuevo modelo de realidad es la de los ordenadores. Un ordenador puede ser programado en cualquier sentido. Se le dan unas reglas concretas a los programas para que guarden un comportamiento concreto. Sin embargo, si un hacker cambia las reglas (percepción), el programa (realidad) cambia su manera de operar. La realidad onírica que te propongo funciona de igual manera.

En Matrix lo ilustran de forma magistral:

“Esto es un programa de entrenamiento. Este programa simula la realidad, está gobernado por las mismas reglas, reglas como la gravedad. Lo que debes entender, Neo, es que estas reglas no son diferentes a las de un programa de ordenador. Algunas de ellas pueden ser doblegadas, otras pueden romperse.”

“C’mon, stop trying to hit me and hit me!!”

Cambia las reglas de tu realidad, y juega con nuevas reglas mucho más fáciles y gratificantes. ¿Crees que tu mundo es “real”? ¿Que no es como el mundo virtual de Matrix? ¿Por qué?

ANDA EL CAMINO

Esto es un proceso, al menos para mí. Redefinir las reglas del juego es un esfuerzo diario, darme cuenta de que la realidad se compone de los juicios y prejuicios que genero respecto a ella es un fenómeno todavía reciente, y muchas de las consecuencias que se deriven de esta manera de ver las cosas aún tienen que ser reveladas.

No obstante, no tengo ninguna duda de que es una perspectiva que ha barrido por completo la antigua y desfasada perspectiva objetiva dónde el mundo es como es, nada cambia y todo tiene un por qué conciso, una verdad concreta. Demasiado aburrido, y con muy poca perspectiva.

RESUELVE CUALQUIER PROBLEMA

La técnica de redefinir tu percepción es una gran herramienta, ahora puedes enfrentarte a cualquier situación, porque sabes que la situación cambiará en función de tu cambio de percepción.

Esto no significa que elimines tus deudas con el poder de la mente, significa que tu experiencia sobre esa realidad cambiará drásticamente. Las deudas estarán ahí si ya llegaron, serás tu mismo quién afrente la situación con muchísima más capacidad de acción. De nuevo aludiendo a una frase muy sutil de la película Matrix:

Neo: “¿Quieres decir que podré esquivar las balas?”
Morfeo: “No, quiero decir que cuando estés preparado, ni siquiera tendrás que hacerlo”

Neo no tiene por qué esquivar balas que en realidad no existen. No tienes que solucionar un problema que en realidad no existe, ocúpate de redefinir tu experiencia al respecto, y el presunto “problema” se hará cargo de sí mismo. De todas maneras, he encontrado que esto es muy difícil de entender a nivel intelectual, mucho más sencillo de aprehender de forma experiencial, así que… inténtalo.

“Instead… only try to realize the truth…”

Se dice que hay un poder infinito en tu interior y, si quieres mi opinión, creo que todo apunta exactamente en esa dirección. Una vez más, no me creas, cuestióname y cuestiónate a ti mismo. La realidad te dará todas las respuestas que necesites. Tu eres la realidad, así que formula las preguntas y experimenta hacia dónde te llevan.


http://www.desarrollopersonalinteligente.com/como-resolver-cualquier-problema

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