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Mostrando entradas de febrero, 2018

Vergüenza, Fanny Libertun

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-¿Por qué estás bebiendo? -preguntó el pequeño príncipe. -Para olvidar -replicó el bebedor-. "¿Olvidar, que?"-preguntó el pequeño príncipe, que ya sentía pena por él- "Olvidarme que estoy avergonzado", confesó el bebedor, cabizbajo. -¿Vergüenza de qué? -insistió el pequeño príncipe, que quería ayudarlo. -"¡Vergüenza de beber!" - Antoine de Saint-Exupéry La vergüenza esconde la verdad, entumece los sentimientos y no sirve para mucho, pero es comprensible y aceptable que la sintamos ya que somos seres sociales. El sentirnos avergonzados enuncia lo mucho que los demás nos importan, pero también nos aleja de ellos. No hace falta ocultar que sentimos vergüenza ya que por sí mismo este acto la reforzaría, ese no es entonces un buen camino. Si pudiéramos saber que no somos tan importantes, que nuestro ego no necesita de la aprobación de nadie, probablemente sentiríamos menos vergüenza. Sentir vergüenza tiene algunos costados positivos, para saber esto basta co

El mejor maestro es el tiempo

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Mi vida, Alvaro Mora

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Paradoja, Nic Higham

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Tocar fondo, Walter Riso

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Cortometraje Sunshine: Amor vs maltrato

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La vida Es

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Tres condiciones para aprender

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El valor del tiempo

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Borja Vilaseca: la invisible esclavitud del apego

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Culpa y resentimiento, Francisco del Real

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Aceptación, Girard Haven

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Mitad de la vida: Una crisis germinal, Virginia Gawel

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Uno tiende a creer que ha sido el único. El único que ha hecho las cosas tan mal... y en general por ello se trata así: muy mal: "¿Cómo pude ser tan estúpido como para elegir ese camino?". "¿Por qué tardé tanto en darme cuenta?". "Sólo yo pude haber sido tan ignorante (cobarde / ingenuo / hiriente / mentiroso... y un largo etcéte ra...)". Sobre todo cuando vamos llegando a la mitad de la vida, el balance de nuestras acciones suele arrojar un saldo alarmante en cuanto a nuestros yerros. Entonces ponemos en duda si realmente somos personas inteligentes, si podríamos haber evitado semejante necedad, si algo funciona tan mal en nuestro psiquismo como para haber tenido un criterio de realidad tan desatinado... Pero... cuidado! No es mi intención consolar a nadie. Sólo quisiera avisarle a quien así lo sienta que NO: nadie es el único en este dilema. Es más: igual visión de sí describen quienes han tenido la mayor lucidez posible dentro de la especie humana. H

las tres transformaciones del ser, María Guadalupe Buttera

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La felicidad está en el ahora

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fracaso

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Como enseñar al niño a resolver conflictos

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Moléculas de la felicidad

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Relaciones tóxicas con la madre

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Segi Torres: La aceptación del rechazo

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El perdón, Facundo Cabral

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La Codependencia y sus demonios

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La codependencia es muchas cosas. Es una obsesión, una dependencia de los demás: de sus estados de ánimo, de su conducta, de su enfermedad o bienestar y de su amor. En realidad es una dependencia paradójica, pues parece que los demás dependen del Codependiente, cuando en realidad es él el que depende de los demás. Parecen fuertes pero se sienten desamparados, parece n controladores pero en realidad ellos son los controlados. Pero hay algo que hay que tener muy en claro, tener estos problemas no significa que se sea malo, defectuoso o inferior; simplemente las personas comienzan a hacer y actuar de está manera por la necesidad de protegerse y de satisfacer sus necesidades. Hicimos, sentimos y pensamos estas cosas para sobrevivir (emocional, mental y a veces físicamente). Y aquí hay otra paradoja, la codependencia es una manera de satisfacer las necesidades que no satisface las necesidades. Hemos hecho cosas incorrectas por los motivos correctos. Es horrible estar obsesionado por la

Todo en su momento

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Paternidad sana

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Jeff Foster: Sé amable con el miedo

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Sé amable con el miedo, El es un niño, hijo de lo desconocido, Ha viajado años luz para encontrarte. No temas sentirlo en todo tu ser, No te lastimará,  Déjalo que se acerque, Permítele penetrarte si así debe ser. Siente su vitalidad, el corazón latiendo rápidamente, La vibración y cosquilleo en el cuerpo,  Hasta que no exista división entre “tú” y el “miedo”, Hasta que ya no puedas llamarle “miedo” en absoluto, Hasta que sólo sea vida, pura e inmediata, indescriptible,  Y benevolente. El miedo es algo que se quiebra y se abre a lo desconocido,  Es la explosión de las incertidumbres. Es el forjarse un nuevo camino en lo vasto de la noche. Es la emoción de estar despierto. El miedo te recuerda que vives en el borde del misterio,  Que bebes de la fuente de las posibilidades,  Que tu ser es inmenso, Que sólo lo falso puede morir. No alejes tu miedo,  Ni lo etiquetes de “negativo” o “no espiritual”, No finjas que no está allí,

Jeff Foster: Detente, Respira, escucha

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Sea lo que sea que está pasando en las circunstancias de tu vida, detente. Sólo por un momento. Trae tu atención hacia el aquí y el ahora. Deja que el momento se vuelva fascinante. Amablemente comienza a aceptar lo que de verdad está pasando en donde estás. Salte de tus conclusiones acerca de la vida, tus sueños acerca del pasado y el futuro, y comienza a notar las sensaciones, sentimientos, pensamientos que están presentes, justo aquí y justo ahor a. Deja que tu experiencia actual - Visiones y sonidos y aromas - se conviertan en la danza más curiosa de todo el universo. Tú estás viendo, saboreando, tocando, oyendo al mundo como si fuera la primera vez. Este es tu Jardín del Edén, tu desordenado, intenso, alegre y desgarrador Jardín del Edén, y tú estás despierto ante él por fin. Deja de intentar descifrarlo todo. Cede. Ríndete. Entrega todo al abrazo del momento. Cae en el no saber... Jeff Foster fte. Facebook Jeff Foster en español

¿Por qué la compasión en nuestras vidas?, Fanny Libertun

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No se trata de ser autoindulgentes o permisivos con nosotros mismos, tampoco de perdonarnos irresponsablemente, sino de comprendernos para poder evolucionar. Todos nosotros nos encontramos aquí. No tenemos idea de por qué. Todos estamos atrapados en el movimiento de la vida. Ninguno de nosotros eligió tener la vida  que tenemos. No elegimos en dónde nacer ni quién ser, ni siquiera elegimos tener un cuerpo. Todos somos solo una Conciencia que parece agitarse un poco cuando nacemos. Durante algunas décadas, este aleteo de la conciencia es consciente del enojo, de la violencia, el dolor, la felicidad y la alegría para luego apagarse nuevamente. Somos la única especie que puede estar al tanto de esto. Somos conscientes de que somos conscientes. Pero podemos despertar y decidir si queremos que estas fuerzas arbitrarias nos den forma a nosotros mismos o si queremos ser la mejor versión de nosotros mismos. Entonces, si comprendemos el hecho de que somos la vida llevada adelante por la mi

El cuerpo del dolor, Eckhart Tolle

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Algunos cuerpos del dolor reaccionan solamente ante una determinada situación o ante un cierto factor desencadenante, el cual por lo general resuena con un determinado tipo de dolor emocional experimentado en el pasado. Por ejemplo, si un niño crece con padres para quienes el dinero es motivo de dramas y conflictos frecuentes, podría absorber el temor de sus padres con respecto al dinero y desarrollar un cuerpo del dolor que se activa cuando hay de por medio problemas económicos. Estas son personas que se molestan o se enojan por cantidades insignificantes de dinero. Detrás de su rabia o su molestia hay problemas de supervivencia y de temor intenso. Un niño abandonado o descuidado por sus padres en la infancia seguramente desarrollará un cuerpo del dolor que tenderá a activarse en todas las situaciones que resuenen con su sufrimiento primordial de abandono. El amigo que llega tarde a recogerlo en el aeropuerto o el cónyuge que llega tarde a la casa puede desencadenar un gran ataq

Engaño

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El Cerebro Nos engaña, Redes capítulo 331

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Vive plenamente ahora, Alan Watts

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Elecciones, Pablo Neruda

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Respeto por nosotros mismos, Walter Riso

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Paciencia, Walter Riso

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Victimismo

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No te creas a ti mismo, Don Miguel Ruiz

No te creas todas las mentiras que te dices: todas esas mentiras que tú nunca escogiste, pero que fuiste programado para creer. No te creas a ti mismo cuando te dices que no eres lo bastante bueno ni lo bastante fuerte ni lo bastante inteligente. No te creas tus propias limitaciones y dificultades. No te creas que no eres digno de amor o de felicidad. No te creas que no eres bello. No te creas ninguna cosa que te haga sufrir. No creas en tu desdicha. No creas en tu propio Juez o en tu propia Victima. No te creas la voz interior que te dice que eres estúpido, que te dice que te suicides. No te la creas porque no es verdad. Abre tus oídos, abre tu corazón y escucha. Cuando oigas que tu corazón te conduce hacia la felicidad, entonces haz una elección y manténla. Pero no te creas a ti mismo sólo porque es algo que estás acostumbrado a decir, porque más del ochenta por ciento de las cosas que crees se basan en la mentira: no son verdad. "La Maestría del Amor" Don Miguel Ruiz

Decisiones

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Meditación, Osho

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Relaciones, Khalil Gibran

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Ying y Yang

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Poder personal

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Emociones negativas, Ouspensky

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"Una de las peores ilusiones que tenemos es pensar que las emociones negativas son un resultado de las circunstancias, cuando en realidad todas las emociones ne gativas están en nosotros, dentro de nosotros. Este es un punto muy importante. Siempre pensamos que nuestras emociones negativas se producen por culpa de otras personas o por culpa de las circunstancias, pero ninguna emoción negativa puede ser producido por causas externas -si nosotros no queremos. Tenemos emociones negativas porque las permitimos, las justificamos, las atribuimos a causas externas, y de esta manera no luchamos con ellas". P. D. Ouspensky

Virginia Gawel: El precio de idealizar al otro

Cumpli-Miento: cuando cumplo hacia afuera y me miento a mi mism@, María Guadalupe Butera

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Ansiedad, Émil Cioran

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Lealtades transgeneracionales tóxicas

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Felicidad

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La piedra en el zapato

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Fórmula de las relaciones, Bentinho Massaro

La vida humana es acerca del viaje de cada individuo despertando a más de sí mismo. Realmente no es acerca de ninguna de las relaciones que tenemos a lo largo del camino. No la familia, ni los amigos, ni los padres, ni los perros, ni las parejas, ni los esposos. Todos son espejos ayudándonos -- si prestamos atención -- a convertirnos en más de nuestros verdaderos seres , y los reflejamos para que se conviertan más en los suyos. La humanidad lo ha entendido todo al revés: El apego y la posesividad desde el miedo, en vez de la libertad y la aceleración desde el amor. Simplemente carecemos de un entendimiento más claro del propósito real detrás de encontrar gente en nuestras vidas. Es tiempo de que nos volvamos realmente honestos con nosotros mismos si queremos llevar con nosotros el concepto de lo que una relación realmente es a esta nueva era de iluminación. No podemos simplemente despertar a la verdad interior, pero pretender que nuestros estándares y conceptos de las relaciones no cam

El poder de la asertividad

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Los otros

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Despertar a quien eres, Alan Watts

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Empatía, Alfred Adler

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Virginia Gawel: Cuando los domingos duelen

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Amanecer y estar solos, o acompañados por quienes no son los que quisiéramos; estar con uno mismo y los propios dolores; que el tiempo que el trabajo semanal llena se detenga y estiiiiiiire el día interminablemente; el hecho de que no tener obligaciones deje a la vista un vacío con el que no sabemos qué hacer (vacío de hijos, de pareja, de proyectos... de Sentido); o ta mbién presencias que nos generan conflictos por resolver! Muchas personas se balancean en ese columpio: anhelar que llegue el fin de semana, y luego padecerlo cuando acontece. O bien disfrutarlo y, a medida que el sol dominguero se esconde, ver cómo va coagulando gota a gota lo que llega a ser un tsunami de angustia ante otro lunes por afrontar. Hoy no me sucede, pero me ha sucedido: lo conozco. Y lo he visto padecer a pacientes cuando ejercía como psicóloga clínica: la tristeza del domingo, el vacío que amenaza durante el tiempo libre. ¿Cómo se cura esa desazón? ¿Cuál es la salida de ese túnel recurrente que cad

Jorge Bucay: Deja fluir la risa

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Soltar

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Sergi Torres: Meditación sanando relaciones desde el conflicto

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Orgullo

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