Elecciones y milagros, Jeff Foster
Eliges, o haces la elección de no elegir nada el día de hoy.
Decides, o decides que este momento no es momento de elegir, que es
momento para honrar la incertidumbre, para mantenerla cerca, para hacer
sagrado este lugar familiar de no-hay-respuestas-aún.
No hay
otra elección más que ser aquí, en donde estás en este momento, un lugar
ancestral en donde tanto la certeza como la indecisión están
permitidos, así como la elección y la falta de ésta, las respuestas
y las preguntas que no tienen una respuesta, y la duda más profunda. No
hay elección porque este momento ya es exactamente como es: este
aliento, estos pensamientos, esta gloriosa incertidumbre, esta
inmensidad en donde todo es posible.
Tú eliges, y no tienes otra elección más que elegir. O no eliges, y no
tienes otra elección más que sumergirte en tu falta de elección,
mostrarle todo tu respeto, hoy.
Y entonces, toda esa idea acerca de la elección, y con ella, la idea de un elector individual, se disuelve en los atardeceres y las golondrinas y en el aroma de la lavanda, y en las risas, y en la siguiente exhalación, y en la siguiente inhalación, y en la respiración respirándose a sí misma; y esta es la era de los milagros.
Jeff Foster
Y entonces, toda esa idea acerca de la elección, y con ella, la idea de un elector individual, se disuelve en los atardeceres y las golondrinas y en el aroma de la lavanda, y en las risas, y en la siguiente exhalación, y en la siguiente inhalación, y en la respiración respirándose a sí misma; y esta es la era de los milagros.
Jeff Foster
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