La muerte, Jeff Foster

La muerte no es un acontecimiento que ocurra en el tiempo.
Cada día, la muerte danza a nuestro alrededor. Todo está ardiendo, como enseñó el Buda. Todo el tiempo nos es recordada la naturaleza efímera de la forma. Podríamos cerrar nuestros ojos, pero, ¿a qué precio?
Cuando miras a los ojos de un ser querido, tal vez los estés mirando por última vez. El momento se vuelve infinitamente precioso, porque estás contactándote más allá de las alegrías y las tristezas del tiempo. Cuando te encuentras con una flor, su belleza te puede atravesar y podrías morir a todos los imaginados mañanas. Al observar profundamente tu propia experiencia, al sentir lo que estás sintiendo, te das cuenta que incluso el estado más elevado, el sentimiento más dichoso, no dura. No hay ninguna permanencia en la temporalidad. Todo lo que aparece, desaparece.
Y sin embargo, y sin embargo. Este día, esta oportunidad, este encuentro, esta posibilidad, este esplendor, esta transformación, este movimiento, esta quietud, esta presencia, es el portal desde el que se origina una nueva vida.
Tú no puedes morir; nunca naciste; el sol nunca estuvo separado de su brillo; y el amor dura por siempre.
Jeff Foster

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