La verdad no está a la venta, Fanny Libertun
"Deja de tratar de resolver todo con la mente. No te llevará a ninguna parte. Vive por la intuición y la inspiración y deja que toda tu vida sea una Revelación ".
- Eileen Caddy
Buscando verdades encontraremos que aquellas que ofrecen los falsos maestros, gurúes charlatanes y gentes que difunden sus ideas como si fueran ciertas.
En esta era del despegue de la espiritualidad del reinado de la ciencia omnipotente de Occidente, necesitamos aprender a encender la luz de la verdad de otras formas y una es desde nosotros aceptando la intuición como método de conocimiento directo de la realidad. Comencemos a admitir que la verdad no está en venta y que quien la vende está tratando de engañar.
Quizás quienes comercian verdades no estén transgrediendo las leyes escritas pero si las éticas, no se puede tener paz cuando unos imponen sus reglas a otros que se encuentran en posición de vulnerabilidad. En un mundo en crisis, es altamente posible que los estafadores de siempre ofrezcan a quienes sufren herramientas mágicas para salir del dolor.
No estamos hablando de política, por lo menos no de lo que se entiende por ella, sino de espiritualidad práctica ya que sólo digo que a quienes más saben más responsabilidades les caben. Verdad básica y obvia pero muy poco mencionada, es que quienes tienen sus necesidades básicas cubiertas deberían ser los que pueden ayudar sin manipular a los demás. Pueden engañar a todos, menos a ellos mismos, cuando en lugar de servir están tratando de conseguir beneficios personales.
Quienes manejan los hilos tienen que aprender algunas cosas, mientras que quienes son manipulados tienen otras lecciones que aprender, así es la vida humana... por ahora. Todos podemos aprender, nada es completamente cierto, todos nuestros envases psicológicos vacíos se pueden volver a llenar con el contenido de la realidad y directamente intuida por nosotros.
La información que nos da la mente es incompleta, el amor y la compasión residen en el centro de cada corazón humano y no necesitamos intermediarios para sentirlos. Cuando hacemos silencio y dejamos de escuchar tanto a los demás, veremos que no es necesario dejarnos llenar de ideas tóxicas de otros, ni pedir a nadie permiso para vivir en libertad.
@ Fanny Libertun
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