Codependencia, Romina Pons


La codependencia es una adicción, sólo que en lugar de ser con estupefacientes, se centraliza en una persona. Es mucho más común de lo que parece pero como pocas personas la conocen, no son capaces de identificarla y por ende no piden ayuda, cayendo en un círculo vicioso del cual es muy difícil salir.

Una persona codependiente deja de pensar en si misma para centrarse en los problemas de otro, que puede ser una pareja, un familiar o un amigo. La obsesión es tal, que el codependiente deja de pensar en sus propias necesidades para satisfacer las de la otra persona, sin pensar siquiera en las consecuencias que esto puede traer a su vida.

Generalmente, un dependiente buscará (inconscientemente) a una persona problemática, justamente para poder rescatarla y crear de ese modo un vínculo de unión. Cuando la otra persona no responde como el esperaba, el codependiente entra en oscuros periodos de frustración y depresión. Con su ayuda incondicional, el codependiente busca ser imprescindible para el otro, pensando que así nunca lo van a abandonar.

Además, una persona codependiente no puede poner límites, y es por eso que perdonará cualquier cosa con facilidad, a pesar de recibir fuertes heridas tanto psicológicas como físicas o emocionales. Estas personas confunden la obsesión y adicción que tienen hacia el otro con el amor incondicional. Por lo tanto, una persona codependiente es incapaz de alejarse por si mismo de una relación enfermiza, por más daño que ésta le haga, ya que creen que sin esa persona se acaba su mundo.

El más grave problema que enfrenta un codependiente, es no ser consciente de su adicción, pues al no saber que existe un problema, no se puede hacer nada para erradicarlo. Además, la codependencia va ligada de la baja autoestima, lo que hace el diagnóstico aún más difícil.

Un codependiente debe ser ayudado de la misma manera que un alcohólico o un adicto, pues su problema es el mismo, sólo que en lugar de generar adicción por una substancia, lo generan hacia una persona. Es imposible salir de esta condición por pura fuerza de voluntad, y por ende es imprescindible contar con ayuda profesional para poder darle vuelta a la hoja y vivir una vida objetiva y plena.

Síntomas de la codependencia:

Baja autoestima.
Imposibilidad de poner límites a otras personas.
Dificultad para cuidar de si mismo, siempre habrá alguien antes.
Dificultad para satisfacer sus deseos y necesidades.
Necesidad obsesiva de controlar a otros.
Perfeccionismo.


Romina Pons

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