Más allá de la apariencia, Randall Friend
Más allá de la apariencia
Veo un cuerpo, una cabeza, brazos, piernas, ojos, boca, oídos... Sé sobre un cerebro, pulmones, corazón, estómago, hígado... ‘Escucho’ pensamientos, conceptos, recuerdos, asociaciones... Observo este cuerpo-mente yendo por el mundo, tomando decisiones, pensando, hablando, sintiendo dolor, sintiendo placer... Presencio este cuerpo-mente teniendo pensamientos sobre un ‘yo’ que hace esto, un ‘yo’ que hace aquello... Todo es perfecto tal como es. Nada es necesario cambiar. Pero NO ES lo que yo soy. Lo que yo soy VE al cuerpo, la mente, las decisiones, el sufrimiento y el éxtasis. Lo que yo soy conoce el movimiento, conoce los intentos de encontrar respuestas, de conocer la verdad, de encontrar la iluminación.
Pero lo que yo soy nunca puede tener nada de esto, nunca puede encontrar nada de esto, y de cualquier forma no los necesita. Lo que yo soy no tiene la capacidad de buscar, de moverse, de pensar. Lo que yo soy no tiene la capacidad de preocuparse o de no preocuparse. Lo que yo soy ni siquiera sabe el nombre de estas cosas ni el significado de ellas...
Lo que yo soy es la fuente de todo ello: yo VEO el ir y venir del cuerpo, de la mente, de la misma conciencia.
VEO las creencias pasar como nubes, VEO el sufrimiento tornarse en alegría y luego nuevamente en sufrimiento.
VEO el ‘pensamiento-yo’ surgir para acoger el sentido de separación: yo lo VEO pasar.
Lo que yo soy nunca es tocado, tal como un espejo que refleja todo, incondicionalmente, nunca reteniendo nada; no porque no lo desee sino porque no tiene la capacidad de retener.
Lo que yo soy no tiene ninguna capacidad de desear o no desear, de necesitar o no necesitar, de temer o no temer. Lo que yo soy nunca nació ni puede morir, porque es únicamente el cuerpo- mente pasajero el que nació y morirá.
Y lo que yo soy es lo que TÚ ERES: el YA PRESENTE ser-conciencia, el cual está detrás de todo lo que surge, incluyendo el mundo, el cuerpo-mente, y aun esta conciencia.
Lo que tú eres está presentemente viendo-conociendo sin hacer nada, sin esfuerzo. Lo que TÚ ERES es el espacio abierto, el telón de fondo sobre el cual esta entera representación, este sueño, está ocurriendo.
Esto no es algo que ‘TÚ’ tienes que lograr: es LO QUE TÚ ERES. La identificación con —o la creencia en— el cuerpo-mente COMO lo que tú eres es el único aparente bloqueo para ver lo que tú YA ERES. Ninguna medida de meditación, ningún camino espiritual puede ‘ayudarte’ a lograrlo, porque ese cuerpo-mente que medita es tan sólo otra ocurrencia en lo que tú eres. La meditación es presentemente conocida. YA es el caso.
La única cosa que puede hacerse, y que YA está ocurriendo, es descansar en esta silente y espaciosa conciencia VIDENTE-COGNOSCENTE, observar al cuerpo-mente haciendo su trabajo, moviéndose de diversas maneras, buscando, sufriendo, experimentando placer y dolor. No hay nada que necesite hacerse al cuerpo-mente, ninguna experiencia, ningún logro que tengan necesariamente que ocurrir.
Pero buscamos una respuesta DENTRO del sueño, DENTRO de aquello que es visto-conocido. Sin embargo, el concepto de un ‘yo’ que ve este cuerpo-mente es también una ilusión, es todavía una falsa separación. Decir ‘yo conozco el cuerpo-mente y no es lo que yo soy’, es TAMBIÉN separación, también dualidad.
Así que ¿cuál es la respuesta? ¿Quién está viendo-conociendo? ¿Quedarás satisfecho con la respuesta ‘nadie está viendo- conociendo’? ¿Es posible que lo que tú eres realmente no sea una cosa, que sea ‘nadie’, carente de significado, in-existente? O, para ponerlo de otra manera, ¿LA ÚNICA COSA QUE EXISTE?
Randall Friend
(Imagen: Olgeir Andresson)
Veo un cuerpo, una cabeza, brazos, piernas, ojos, boca, oídos... Sé sobre un cerebro, pulmones, corazón, estómago, hígado... ‘Escucho’ pensamientos, conceptos, recuerdos, asociaciones... Observo este cuerpo-mente yendo por el mundo, tomando decisiones, pensando, hablando, sintiendo dolor, sintiendo placer... Presencio este cuerpo-mente teniendo pensamientos sobre un ‘yo’ que hace esto, un ‘yo’ que hace aquello... Todo es perfecto tal como es. Nada es necesario cambiar. Pero NO ES lo que yo soy. Lo que yo soy VE al cuerpo, la mente, las decisiones, el sufrimiento y el éxtasis. Lo que yo soy conoce el movimiento, conoce los intentos de encontrar respuestas, de conocer la verdad, de encontrar la iluminación.
Pero lo que yo soy nunca puede tener nada de esto, nunca puede encontrar nada de esto, y de cualquier forma no los necesita. Lo que yo soy no tiene la capacidad de buscar, de moverse, de pensar. Lo que yo soy no tiene la capacidad de preocuparse o de no preocuparse. Lo que yo soy ni siquiera sabe el nombre de estas cosas ni el significado de ellas...
Lo que yo soy es la fuente de todo ello: yo VEO el ir y venir del cuerpo, de la mente, de la misma conciencia.
VEO las creencias pasar como nubes, VEO el sufrimiento tornarse en alegría y luego nuevamente en sufrimiento.
VEO el ‘pensamiento-yo’ surgir para acoger el sentido de separación: yo lo VEO pasar.
Lo que yo soy nunca es tocado, tal como un espejo que refleja todo, incondicionalmente, nunca reteniendo nada; no porque no lo desee sino porque no tiene la capacidad de retener.
Lo que yo soy no tiene ninguna capacidad de desear o no desear, de necesitar o no necesitar, de temer o no temer. Lo que yo soy nunca nació ni puede morir, porque es únicamente el cuerpo- mente pasajero el que nació y morirá.
Y lo que yo soy es lo que TÚ ERES: el YA PRESENTE ser-conciencia, el cual está detrás de todo lo que surge, incluyendo el mundo, el cuerpo-mente, y aun esta conciencia.
Lo que tú eres está presentemente viendo-conociendo sin hacer nada, sin esfuerzo. Lo que TÚ ERES es el espacio abierto, el telón de fondo sobre el cual esta entera representación, este sueño, está ocurriendo.
Esto no es algo que ‘TÚ’ tienes que lograr: es LO QUE TÚ ERES. La identificación con —o la creencia en— el cuerpo-mente COMO lo que tú eres es el único aparente bloqueo para ver lo que tú YA ERES. Ninguna medida de meditación, ningún camino espiritual puede ‘ayudarte’ a lograrlo, porque ese cuerpo-mente que medita es tan sólo otra ocurrencia en lo que tú eres. La meditación es presentemente conocida. YA es el caso.
La única cosa que puede hacerse, y que YA está ocurriendo, es descansar en esta silente y espaciosa conciencia VIDENTE-COGNOSCENTE, observar al cuerpo-mente haciendo su trabajo, moviéndose de diversas maneras, buscando, sufriendo, experimentando placer y dolor. No hay nada que necesite hacerse al cuerpo-mente, ninguna experiencia, ningún logro que tengan necesariamente que ocurrir.
Pero buscamos una respuesta DENTRO del sueño, DENTRO de aquello que es visto-conocido. Sin embargo, el concepto de un ‘yo’ que ve este cuerpo-mente es también una ilusión, es todavía una falsa separación. Decir ‘yo conozco el cuerpo-mente y no es lo que yo soy’, es TAMBIÉN separación, también dualidad.
Así que ¿cuál es la respuesta? ¿Quién está viendo-conociendo? ¿Quedarás satisfecho con la respuesta ‘nadie está viendo- conociendo’? ¿Es posible que lo que tú eres realmente no sea una cosa, que sea ‘nadie’, carente de significado, in-existente? O, para ponerlo de otra manera, ¿LA ÚNICA COSA QUE EXISTE?
Randall Friend
(Imagen: Olgeir Andresson)
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