Las Semillas de la Gracia
Las Semillas de la Gracia
(o también: Algunas Plantas Necesitan del Fuego para Sobrevivir)
"Todos los problemas son sólo pensamientos.
Y los pensamientos no son ningún problema..."
El inesperado final de una larga relación. Un corazón completamente roto. Un cuerpo que se está cayendo a pedazos. La fortuna o el sustento que desaparece de la noche a la mañana. El ser querido que sufre un terrible dolor. El no tener ni idea acerca de qué hacer o qué decir. Sentirse impotente en medio de la locura.
La vida nos presenta una serie de retos, ¡a veces intensos y a veces aparentemente imposibles! Y en medio de la destrucción de los sueños, somos llamados a mantenernos presentes, y a mantenernos abiertos a la aparición de inteligentes y compasivas soluciones. Y si no llega ninguna solución, de todos modos somos llamados a mantenernos presentes. A estar aquí, ahora, de todos modos. Para dignificar el suelo en donde estamos parados, y así, dignificar el Universo entero a través de recordar lo que somos.
Sí ES posible vivir una vida sin problemas, no importa lo que digan los demás. Los retos nunca dejarán de aparecer, ¡por supuesto! No neguemos las realidades del mundo relativo. Las situaciones parecerán, a veces, injustas o indeseables, por supuesto. Nuestros felices sueños de 'lo que estaba destinado a suceder' a menudo estallarán en la hoguera de la vida, por supuesto.
¡Pero no te desesperes! Siempre hay semillas de gracia dentro de los escombros, si tenemos ojos para mirarlas. Las formas pueden desintegrarse, sí, pero el Amor, el Amor que da nacimiento a las estrellas, no puede morir. Algunas plantas necesitan quemarse para completar su ciclo de vida.
Es el pensamiento (a veces llamado 'mente') el que cambia las situaciones (los acontecimientos) en problemas (en acontecimientos indeseables o negativos). El pensamiento se resiste al flujo natural de la vida, le dice NO a lo que es, intenta ponerse en contra de cómo son las cosas, y realmente cree que esa resistencia le conducirá finalmente hacia una paz interior y exterior.
El pensamiento intenta accionar el botón de 'REGRESAR' o de 'ADELANTAR' a la película de la vida. Intenta volver a alguna escena anterior (al pasado, cuando todo era mejor), o saltar hacia la siguiente escena (al futuro, cuando todo estará mejor). Pero la vida está aquí, ahora: ¡en esta escena presente! La vida está sucediendo, antes de que el pensamiento la juzgue como un acontecimiento 'bueno' o 'malo.'
Este momento es vida en plenitud.
La mente intentará encontrar cualquier justificación para la infelicidad, por supuesto. Siempre le echará la culpa a las circunstancias externas, a la gente, a los objetos, a las sustancias, a la falta de sustancias, y se sentirá 'bien' y 'confiada' con cada una de esas justificaciones. Pero, ¿qué pasaría si nuestra felicidad no dependiera jamás de cosas externas? ¿Qué pasaría si nuestra felicidad estuviera enraizada en el silencio interior y en la absoluta presencia? ¿Qué pasaría si cada aparente 'problema' fuera una gigante invitación a detenernos, a salir del drama del pasado y del futuro y de la eterna-incompleta-historia acerca de 'mí', a dejar de intentar regresarla y adelantarla, y a empezar a enamorarnos del sitio en donde nos encontramos en este momento, con la vida que se nos ha dado, incluso si imaginamos que no es la vida que hubiéramos querido?
Sé aquí ahora. Esta es una enseñanza que nunca envejece:
Tomando su último aliento, una mujer siente la paz de un universo entero en descanso. Habiendo perdido todo su dinero, un hombre descubre la alegría de dar sin ningún miedo y sin ninguna expectativa. En medio de una gran decepción, alguien aprende a abrir su corazón todavía más y más, tanto que todo el universo cabe en él. En los escombros de un edificio derrumbado, se logra una inesperada conexión, surge un acto de infinita bondad que deshace miles de años de karma y reverbera por más de siete generaciones en todo sentido.
Encontrar lo deseado en medio de lo indeseado, descubrir amor en lo aparentemente difícil de amar... ¡este es el camino de la gracia!
Jeff Foster
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