Elegir desde el amor y no desde la necesidad
CUANDO ESTAMOS EN ARMONÍA CON NOSOTROS MISMOS, ELEGIMOS DESDE EL CORAZÓN Y NO DESDE EL LA NECESIDAD
Nuestra sociedad y la mayoría de las creencias que nos han sido impuestas, tienden a hablarnos de que las relaciones de pareja son el mejor estado, que estar vinculado a alguien que nos ame y nos “complemente”, no tendrá nunca comparación con una fría y cruel soledad.
Estas ideas no hacen más que fomentar la codependencia, empujando a las personas cada vez más cerca de vincularse con cualquiera para llenar espacios que cree vacíos y cubrir necesidades que en soledad, piensa, no podría hacerlo.
Luego los deseos de compartir en pareja, por los motivos adecuados se diluyen ante todas las necesidades que podemos endosar a una relación y todas las expectativas que podemos derivar de ellas.
Luego los deseos de compartir en pareja, por los motivos adecuados se diluyen ante todas las necesidades que podemos endosar a una relación y todas las expectativas que podemos derivar de ellas.
Relacionarse con alguien es maravilloso, hacer que funciones, cultivar el amor, sentirse cómodos el uno con el otro es ¡perfecto! Pero estar solos también lo es, el conocernos a nosotros mismos, el disfrutar de nuestra soledad, el distinguir cuáles son actitudes genuinas y cuáles realmente reflejan lo que somos, se logra estando con la relación que más atención debe demandarnos, la que tenemos con nosotros mismos.
No podemos ir por la vida con un cartel en la frente diciendo que queremos una pareja y que se lea entre líneas “no soporto estar sol@”, aprendamos a disfrutar de nuestra soledad y una vez que valoremos esos períodos de tiempo, que estemos convencidos de que “es mejor estar solos que mal acompañados”, será el momento indicado para recibir el amor de alguien más en cuanto llegue.
Si estamos preparados para recibirlo, no será necesario buscarlo, las oportunidades se abrirán, nuestra energía trabajará por nosotros y sencillamente sucederá. Nada ocurre por casualidad… La mayoría de las veces que nos vinculamos a alguien por llenar espacios, tenemos la oportunidad de aprender que no es el mejor argumento para relacionarse afectivamente, ya que este tipo de uniones solo genera a lo largo sufrimiento en una o ambas partes.
Valórate lo suficiente y saca de tu mente cualquier pauta que te diga que necesitas un complemento, que no puedes estar solo y toda aquella creencia que hable de que el tiempo es limitado y se nos acaba. Del apuro solo quedan las malas decisiones, las improvisadas, que por lo general en lo que se refiere a este ámbito no tienen muy buenas consecuencias. Relájate y lo que sea mejor para tu vida, llegará a ti.
Alma Cochran
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