Culpa


La culpa, a veces se me ha presentado como un sentimiento en bruto. Algo así como un estigma, algo que me hace sentir el ser más indigno y repudiable del mundo. 

Pero en realidad, descubro que evidencia una inconsciencia del defecto de carácter, que generé, en tal o cual situación mi estado culposo. 

Una vez que pude aislar este defecto de carácter, (que generó a la culpa) ser consciente de él, recién fue ahí cuando lo pude analizar y trabajar en particular. Aún así la magnitud de la culpa pudo ser importante y crear una gran congoja. Quizá porque vi los resultados de mis acciones, quizá porque el daño causado fue grande, o las derivaciones lastimaron a terceros muy profundamente, quizá siendo ellos inocentes en la situación. El pedir disculpas, si fue el caso, pudo ayudar. Otras veces, se pudo reparar la situación o no. Pero la culpa es un sentimiento propio, personal, íntimo, privado. El verdadero perdón me lo debo dar primero a mí mismo. Si no comprendo que por defectos de mi carácter, es que se generan ciertas situaciones que luego me provocan culpas, estoy condenado a hermanarme con este sentimiento en forma peligrosa y permanente. Por eso creo que la culpa es como un sentimiento primigenio, en bruto, que hay que trabajar, descascarar como quien pela una cebolla aunque irrite.

Es la alarma dolorosa que me indica una vez
más, que mi neurosis me ha traicionado.

GUSTAVO. N.A.

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