Seamos como la flor del loto
La flor de loto crece en lugares pantanosos, en el fango y a pesar de ello su flor se alza sobre la superficie para florecer elevada, fragante, estilizada e impecable con remarcable belleza. Sus pétalos lanceolados y cóncavos están dispuestos en forma de rayos y contiguos entre sí, ordenados en varios niveles de tal manera que los pétalos superiores cubren los espacios intermedios de los que están inmediatamente por debajo. Por la noche, la flor se cierra y se hunde bajo el agua, cuando amanece se alza y abre nuevamente. Sin haber sido tocada por la impureza, el loto simboliza la pureza del corazón y de la mente.
La flor de loto es un símbolo de la pureza que surge de entre la inmundicia, recordando la condición del hombre: hecho de material corrompible, su ser puede elevarse hacia planos sublimes.
Representa la tranquilidad y la belleza. La flor nos inspira a salir adelante y lograr nuestras metas sin importar que tan difícil se vea el camino hacia ellas.
El loto es usado tanto por su carácter simbólico, como por su aroma un tanto hipnótico y capaz de alterar la consciencia. El loto cerrado no huele, pero cuando la flor se abre emite un fuerte olor parecido al jacinto. El loto florece durante la noche y recibe al día con la flor abierta.
La flor de loto es un símbolo de la pureza que surge de entre la inmundicia, recordando la condición del hombre: hecho de material corrompible, su ser puede elevarse hacia planos sublimes.
Representa la tranquilidad y la belleza. La flor nos inspira a salir adelante y lograr nuestras metas sin importar que tan difícil se vea el camino hacia ellas.
El loto es usado tanto por su carácter simbólico, como por su aroma un tanto hipnótico y capaz de alterar la consciencia. El loto cerrado no huele, pero cuando la flor se abre emite un fuerte olor parecido al jacinto. El loto florece durante la noche y recibe al día con la flor abierta.
fte: Facebook claus Tuchán
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