LOS PRINCIPIOS PARA VIVIR EN ARMONIA CON LA ENERGIA CRISTICA

LOS PRINCIPIOS PARA VIVIR EN ARMONIA CON LA ENERGIA CRISTICA

Ama incondicionalmente
El Amor es el sentimiento mayúsculo que recibimos de la Fuente Divina. Su poder es absolutamente transformador y generador. Es la expresión máxima a la que el hombre puede aspirar por su misma condición de chispa divina.
Estás aquí, en este tiempo y lugar, pues tú mismo has decidido realizar una experiencia de aprendizaje y evolución en esta entrega de vida. Tú has pactado con cuales seres tratarías o te relacionarías en esta vida. La experiencia de ellos te ilumina y te invita a accionar, aún cuando a veces sientas que te pulsan desde el negativo. Aprende a amar incluso a aquellos que, limitados por sus egos, lanzan sus sombras sobre ti.
Todos los seres son tus maestros, puesto que de cada uno de ellos puedes extraer un modelo y un aprendizaje. Acéptalos con Amor, Verdad, Agradecimiento y Misericordia.

Siéntete Uno en Sintonía con el Universo
Es un círculo mágico, en nosotros mora la Divinidad y por lo tanto, tratamos a los otros como portadores de la misma Divinidad, lo que nos da un sentimiento de Unicidad. Cuando asumimos que somos Uno con los demás, éstos no pasan a ser ajenos a nosotros, por lo que nuestro trato se modifica en el reconocimiento y el amor a los otros, que han dejado de ser otros para ser nosotros.

Reconoce la Divinidad en Ti
Así como nos reconocemos otro Tú, es fundamental reconocer en nosotros la esencia de la Fuente Divina. Cuando podemos admitir que somos hechos a imagen y semejanza de Dios, y en nuestro interior vibra el Aliento de la Fuente Divina, Origen de la Vida, comenzamos a dimensionar nuestra Vida como parte de una Existencia más vasta, inconmensurable y eterna. Y entonces solo el Amor importa, y solo el Amor dirige nuestro rumbo.

Actúa honradamente
Significa que tu manera de mantener tus necesidades satisfechas debe ser acorde con tu misión en la vida. La coherencia entre aquello que desarrollamos como trabajo para sustentarnos y aquella misión de trascendencia para la cual encarnamos debe ser respetada con absoluta honestidad.
Cuando reconoces en ti mismo aquella vocación interna, íntegra y firme, no puedes ignorarla, pues no hacerle caso genera ambigüedad en tu propio interno, y no te permite desarrollar tus capacidades en su totalidad. En cambio, cuando te lanzas de lleno a honrar tu tarea con Fe y Amor, el Universo se regocija y abre ante ti aquellos caminos que sirvan para sostener tu misión.

Mantente receptivo, confiado y alegre
El Universo todo lo entrega. El Universo es abundancia. Cuando acallas el murmullo interior, logras un estado de amplia receptividad, y te das cuenta de que todo aquello que necesitas para ser pleno y feliz te es provisto por la Fuente Divina. En este estado de receptividad puedes recibir directamente tú mismo tanto las cosas materiales como el sostén y contención adecuados para tus cuerpos sutiles.
Mantener la confianza en ti mismo y en el apoyo sostenido y amoroso de la Fuente Divina te permite sentirte protegido, confortable y libre. Esta entrega de tu Ser te habilita a trabajar en tu propia sanación y elevación. Dale espacio a tu mente conciente de la realidad. Trabaja sólo con la Verdad y lo real: el Amor.
El enojo te aleja de tí mismo. La ira te mueve de tu centro, te desplaza de lugar. Cuando el enojo se apodera de ti anula tu capacidad de decidir y de actuar. Lo único que logras dando paso a la ofuscación es perder tu alineamiento, y luego debes trabajar interiormente para volver a tu centro.
En cambio si te mantienes alegre, aprendes a utilizar tu energía de una manera eficaz y armónica. Mantente receptivo, confiado y alegre, y verás como desaparecen para siempre esos pensamientos negativos surgidos del ego. La Paz guíe tu corazón y tus acciones.

Respeta y agradece a todo ser vivo
El Universo todo es un servidor tuyo, así como tú eres servidor del universo. Como es arriba es abajo. Cada ser realiza su propia elección de vida y por su libre albedrío debemos respetarla. La gratitud es un sentimiento que rodea de amor genuino los vínculos con los otros. Es reconocer en el otro tus propias partes, reflejadas como en espejo. Es descubrir en el otro su razón de Ser. Como dicen los mayas: In Lakech. Yo soy Tú. Ha Laken. Tú eres otro yo.

Fte: Puentes de Luz