Sanación emocional de la Anemia
La
anemia suele definirse como una disminución del número de glóbulos
rojos de la sangre. Éstos son necesarios para la distribución del
oxígeno (02) a las diferentes células y para la evacuación de una parte
del gas carbónico (C02). Los signos de la anemia son: palidez de la piel
y de las mucosas, aceleración de la respiración y del ritmo cardiaco, y
una fatiga muy marcada. Se pueden
presentar dolores de cabeza, mareos y zumbidos en los oídos (signos de
una mala oxigenación en el cerebro).
En metafísica, la sangre representa la alegría de vivir: esto es lo que ha perdido la persona anémica. Incluso puede resultarle difícil aceptar esta encarnación hasta el extremo de no desear seguir viviendo. Se deja invadir a menudo por el desánimo y ya no establece contacto con sus deseos ni con sus necesidades. Se siente débil.
Si tienes anemia en este momento, debes volver a contactar con tu capacidad de crear tu vida sin depender de los demás. Toma más consciencia de los pensamientos negativos que te impiden encontrar la alegría en tu vida. Deja salir al niño que hay en ti, ese que quiere jugar y tomarse la vida menos en serio.
En metafísica, la sangre representa la alegría de vivir: esto es lo que ha perdido la persona anémica. Incluso puede resultarle difícil aceptar esta encarnación hasta el extremo de no desear seguir viviendo. Se deja invadir a menudo por el desánimo y ya no establece contacto con sus deseos ni con sus necesidades. Se siente débil.
Si tienes anemia en este momento, debes volver a contactar con tu capacidad de crear tu vida sin depender de los demás. Toma más consciencia de los pensamientos negativos que te impiden encontrar la alegría en tu vida. Deja salir al niño que hay en ti, ese que quiere jugar y tomarse la vida menos en serio.
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