Sabuduría, Robert Adams
Una persona sabia realmente no intenta cambiar nada. Se vuelve
tranquila. Tiene paciencia. Trabaja en sí misma. Observa sus
pensamientos, observa sus acciones y se observa a sí misma cuando se
enoja, se observa cuando se deprime, se observa
cuando siente celos y envidia, y todo lo demás. Poco a poco llega a
reconocer, 'Esto no soy yo. Esto es hipnosis, esto es una mentira.' Esta
persona no reacciona ante su condición. En la medida en que no
reacciona ante su condición, en esa misma medida se vuelve libre. Ya no
le importa lo que los demás hagan. No se compara con nadie. No compite
con nadie. Simplemente se observa a sí misma. Se observa a sí misma.
Observa la confusión mental. Nunca va por ahí gritando: 'Soy la realidad
absoluta. Soy Dios. Soy Consciencia.' Más bien reconoce de dónde viene y
deja a los demás en paz.
Este tipo de ser se desarrolla a un ritmo acelerado. No importa en qué clase de aprieto se encuentre este tipo de ser. No importa, porque este ser ya está libre. Cuando la mente descansa en el corazón, esto significa que cuando la mente no va allá afuera para identificarse con el mundo, cuando la mente descansa en el corazón hay paz, hay armonía, hay puro ser. Cuando permites que tu mente salga de tu Ser, ésta empieza a comparar, empieza a juzgar, empieza a sentirse ofendida y ahí, no hay paz. No hay descanso.
-Robert Adams-
Este tipo de ser se desarrolla a un ritmo acelerado. No importa en qué clase de aprieto se encuentre este tipo de ser. No importa, porque este ser ya está libre. Cuando la mente descansa en el corazón, esto significa que cuando la mente no va allá afuera para identificarse con el mundo, cuando la mente descansa en el corazón hay paz, hay armonía, hay puro ser. Cuando permites que tu mente salga de tu Ser, ésta empieza a comparar, empieza a juzgar, empieza a sentirse ofendida y ahí, no hay paz. No hay descanso.
-Robert Adams-
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