Expandiendo amor, Enriqueta Olivarí
Expandiendo el Amor.
Si podemos reconocer que todos somos espejos unos de los otros, entonces tenemos que recordar que este es un camino de ida de vuelta: los demás nos reflejan aspectos de nosotros mismos, pero nosotros también hacemos lo
Si podemos reconocer que todos somos espejos unos de los otros, entonces tenemos que recordar que este es un camino de ida de vuelta: los demás nos reflejan aspectos de nosotros mismos, pero nosotros también hacemos lo
mismo con los demás.
Elegir qué queremos reflejar en los otros es una decisión importante, que deberíamos tomar con sumo cuidado y consciencia.
Poder reconocer y apreciar lo mejor de cada persona es un acto de Amor hacia ti mismo, pues “el otro” en realidad no existe, sino que es apenas una extensión de ti.
Somos todos Uno, y según la manera como nos relacionamos con quienes nos rodean, estamos reflejando el modo como nos tratamos a nosotros mismos.
No se trata de negar u ocultar las limitaciones o posibles “fallas” -propias o ajenas-, sino de potenciar lo bello, lo sabio y luminoso.
Donde ponemos nuestra atención, aquello crece, se expande y aumenta. Por eso si aprecias de corazón las cualidades positivas de los demás, les ayudas a que crezcan, a que se amen y acepten, y les motivas a que sigan dando lo mejor de sí mismos.
Ellos entonces te devuelven ese reflejo, y así, entre todos, vamos creando un mundo donde reinan el Amor, la unión, el respeto y la paz.
¿Qué pasa si alguien insiste en proyectarnos su “oscuridad”? En esos casos podemos seguir reflejándole lo mejor de sí mismo. Las personas que sólo proyectan críticas, juicios, y te “atacan” de alguna manera, son aquellas que no reconocen su propia belleza y no se aman a sí mismas. Entonces a veces lo adecuado es seguir nuestro camino, con aceptación, perdón y desapego. Y aún así podemos guardar a esa persona en el corazón, y seguir enviándole Amor…
De todos modos, tarde o temprano descubrimos la verdad: las limitaciones, los errores y las fallas no existen, pues son apenas ilusiones creadas por nuestra mente.
Somos Amor, y en la medida en que lo descubras en ti mismo y que se lo reflejes a los demás, vamos percibiendo entre todos que esta es la única realidad posible.
Enriqueta Olivari.
Elegir qué queremos reflejar en los otros es una decisión importante, que deberíamos tomar con sumo cuidado y consciencia.
Poder reconocer y apreciar lo mejor de cada persona es un acto de Amor hacia ti mismo, pues “el otro” en realidad no existe, sino que es apenas una extensión de ti.
Somos todos Uno, y según la manera como nos relacionamos con quienes nos rodean, estamos reflejando el modo como nos tratamos a nosotros mismos.
No se trata de negar u ocultar las limitaciones o posibles “fallas” -propias o ajenas-, sino de potenciar lo bello, lo sabio y luminoso.
Donde ponemos nuestra atención, aquello crece, se expande y aumenta. Por eso si aprecias de corazón las cualidades positivas de los demás, les ayudas a que crezcan, a que se amen y acepten, y les motivas a que sigan dando lo mejor de sí mismos.
Ellos entonces te devuelven ese reflejo, y así, entre todos, vamos creando un mundo donde reinan el Amor, la unión, el respeto y la paz.
¿Qué pasa si alguien insiste en proyectarnos su “oscuridad”? En esos casos podemos seguir reflejándole lo mejor de sí mismo. Las personas que sólo proyectan críticas, juicios, y te “atacan” de alguna manera, son aquellas que no reconocen su propia belleza y no se aman a sí mismas. Entonces a veces lo adecuado es seguir nuestro camino, con aceptación, perdón y desapego. Y aún así podemos guardar a esa persona en el corazón, y seguir enviándole Amor…
De todos modos, tarde o temprano descubrimos la verdad: las limitaciones, los errores y las fallas no existen, pues son apenas ilusiones creadas por nuestra mente.
Somos Amor, y en la medida en que lo descubras en ti mismo y que se lo reflejes a los demás, vamos percibiendo entre todos que esta es la única realidad posible.
Enriqueta Olivari.
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