Fanny Libertun: Compasión y sanación
La paz que ha de hallarse dentro de uno se encuentra en el mismo lugar en el que se ubican la agitación y el sufrimiento. No ha de hallarse en el bosque ni en la cima de la colina, ni es otorgada por un maestro. Donde usted experimenta sufrimiento puede encontrar la emancipación del sufrimiento. En realidad, tratar de escapar del sufrimiento es, de hecho, correr hacia él.
- Ajahn Chah
Durante muchos años ejercí como psicopedagoga y uno de los conceptos más valiosos que la disciplina me ofreció es el de la “apropiación de los conocimientos “que significa que los conocimientos sociales necesitan ser procesados y recreados por cada persona, “metidos” en el cuerpo propio. Hay mucho conocimiento disponible, pero es necesario que cada quien lo aprenda.
La compasión y la autocompasión se cultivan en medio de los fuegos de la vida, o mejor dicho, de los incendios de la vida. Si queremos cultivar estas cualidades, podemos ayudarnos leyendo libros, escuchando maestros o a pares con los que compartir distintas prácticas y todo ello nos podrá ayudar, pero al volver a casa nos enfrentaremos con nuestros propios problemas y enigmas a resolver, esos que sólo nosotros conocemos y que no estarán descriptos en su totalidad en libro alguno.
Podemos desear ser compasivos con los demás, pero si sufrimos por abusos o nos faltó un suficiente sostén emocional en nuestras vidas y no hacemos un proceso de reelaboración del dolor generado por las propias heridas emocionales, difícilmente podamos dar a otros.
Podemos atender a nuestro cuerpo, hacer ejercicios y alimentarnos bien, y esta actitud puede ser un muy buen intento de cuidarnos basado en la mejor de las intenciones, pero si no nos amamos incondicionalmente los cuidados fracasarán en el momento en el que nos vemos fallados e imperfectos.
Podemos desear sentir las emociones más nobles y además compartirlas con los demás, pero si no conocemos y transformamos nuestras emociones más difíciles, a la hora de dar o recibir compasión el amor correrá el riesgo de extraviarse por los agujeros del alma.
Fanny Libertun
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