Jeff Foster: Cómo renacer a tí mismo?


Cuando eras pequeño, eras una bola de pura creatividad, una explosión de crudas y ancestrales energías, energías que no podías nombrar, y mucho menos entender, y mucho menos integrar. 

Innombrables alegrías y tristezas surgidas a través tuyo en forma inesperada, anhelos prehistóricos, rabias, terrores sin digerir - la serpiente, el velociraptor, el indescriptible movimiento de las profundidades, observando, aguardando. El asombro de estar vivo, disfrutando tu propio sabor, siendo en tu propio ser, moviéndote en la forma de un cuerpo. Eras un derroche de luz y sonido, una masa amorfa de pura sensación, a menudo tan asustado, y tan lleno de gozo en la misma medida, fuera del tiempo y fuera de control, fuera del refugio en un útero, en las afueras de una madre, y tu vida misma estando en juego, o al menos eso parecía.

Esencialmente, hoy no eres distinto. Sin embargo, se te ha enseñado cómo ser una chica o un chico bueno, amable, educado, cuidadoso, consistente, agradable, correcto, incluso 'espiritual.' Te han enseñado las cosas correctas que hay que decir, desear, preguntar, buscar, sentir, pensar hacer.

Reconoce tu lugar. No hagas demasiadas preguntas. Sigue siendo pequeño. No te alejes demasiado de la manada.

Te has civilizado, has aprendido a alejar la mitad de tu naturaleza. Te han lavado el cerebro, incluso, para que creas que la mitad - o más - de tu ser es pecaminoso, enfermo, malo, inservible, oscuro, no iluminado, no despierto, no espiritual, negativo, no digno de confianza, patológico, no inteligente.

No te sientas triste, te dicen. No te enojes. No tengas miedo. No dudes. No rezongues. No tengas pensamientos negativos. No bajes tu vibra. No te abandones. Pretende ser lo que no eres. Confórmate. Sé como nosotros. Sana. No hagas preguntas. No confíes en ti mismo, Ilumínate. Y la lista continúa.

Te has dividido en dos en nombre del amor y la libertad.

Y esto era en verdad lo más inteligente. Sólo estabas buscando seguridad y algo de sentido en un mundo que a menudo no tiene ningún sentido; estabas buscando algo de cordura en medio de la cacofonía de lo absurdo. Tus defensas estaban siendo creativas, no patológicas...

"¡Cállate nene, deja de llorar! Llora, nene, ¿por qué no habrías de llorar? ¿Por qué quieres todo? No toques eso. Párate, no te pares. Camina, siéntate en silencio. ¡Compórtate! ¿Por qué te quedas sentado ahí? Niño malo. Buen niño. ¡No seas infantil! ¡Haz algo! ¡Para! Te amo. Sólo te querré si tú... Te amo. Te odio. ¡Habla! ¡Cállate! Termina de comer. Vete a tu habitación. ¡Come! ¿Por qué no has salido de tu habitación? ¡¿Cómo te atreves a decir eso?! Shh, bebé. ¿Bebé? ¿Por qué estás tan callado? Estoy aquí para ti. No estoy a tu disposición. Pude haber estado contigo. Eres malo. Estás enfermo. Eres bueno. Eres muy amable. Eres como el diablo. Eres perfecto. No me necesitas. Me necesitas. Necesito que me necesites. ¡Eres tan demandante! ¡Crece! Supéralo. ¡Ven acá! ¡Déjame solo! ¡Vuelve!"

Nada tiene sentido.

¿Cómo puedo navegar a través de todo sin lastimarme? ¿Cómo puedo complacer a mamá y papá? ¿Cómo asumo todo esto?

¿Soy amado? ¿Estoy a salvo? ¿Cuándo me dejarán solo? ¿Por qué me abandonaron? ¿Se darán cuenta?

¿Hay algo de malo en mí? ¿Estoy dañado? ¿Ellos están dañados? ¿Soy todo o la mitad, o menos? ¿Existo? ¿Esto es mi vida?

¿Puedo confiar en mí mismo? ¿Debería confiar en ellos? ¿Podría confiar en mi falta de confianza? ¿Por que soy incapaz de confiar? ¿Qué pasa conmigo?

¿Debería hablar o no? ¿Voy o no voy? ¿Sentiré o mejor no? ¿Sonreiré o no sonreiré? ¿Me reiré o mejor lloro? ¿Salgo corriendo o me quedo sentado en silencio? ¿Me adelantaré o me regreso? ¿Digo la verdad? ¿Miento para protegerme? ¿Debo protegerlos? ¿Mejor lo digo? ¿Mejor me lo callo?

¿Y qué pasará si descubren lo que realmente pienso? ¿Sabrán lo que pienso? ¿Se están fijando en mí? ¿Hay algo roto en mi interior?

¿Debo aguantarme o pelear? ¿Cambiar o estancarme? ¿En el camino de quién estoy? ¿Siempre será de esta manera? ¿Qué hice mal? ¿Qué fue lo que hice bien? ¿Merezco esto?

¿Quién creen que soy?

Amigo, ahora eres mayor y es momento de cuestionar todo ese condicionamiento, ese miedo básico a la vida, es momento de desaprender todo lo que aprendiste cuando eras pequeño y anhelabas amor y vida, es momento de darte cuenta que el amor no es algo que se da, es algo que se vive, es profundo, ancestral, digno de confianza y que está dentro de ti; y que no estás enfermo, ni equivocado, ni eres malo, o indigno, o un capricho de la naturaleza, más bien estás impresionantemente vivo, eres la naturaleza misma, una explosión de creatividad, una amorfa e inteligente masa de energías ancestrales que no necesitas entender, o evadir, o adormecer, sino más bien acoger en tu inmenso corazón, y respirar en ellas y confiar.

Ya no eres un niño pequeño, sino un inmenso Uno, como siempre lo fuiste, a pesar de tu creciente cuerpo; eres un espacio abierto en el que todas esas energías que alguna vez alejaste y repudiaste pueden celebrarse a sí mismas ahora, bailar como olas en tu abrazo oceánico, y auto-liberarse.

En el océano de la no-dualidad (no-separación), en la Unidad que eres, todos los pensamientos, sonidos, sensaciones, no están en contra de la vida, son la vida; no son errores o castigos o señales de tu fracaso, no están separados de ti, son más bien celebraciones de ti mismo, amadas olas en el océano, aceptables. O más bien, ya aceptadas, porque son atemporales; no son tuyas, aunque íntimamente tuyas, así como las nubes no le pertenecen al cielo pero danzan en él.

Nada tienes que hacer para recibir esta gracia. No se trata de un estado, no es algo que puedas alcanzar, lograr o recibir. No puede ser transmitido por gurús en taparrabos. No es una recompensa por tu éxito espiritual o material. Ya está aquí, brillando en medio de tu experiencia ordinaria.

En el principio eras un hijo de padres humanos, pero ahora eres tu propio padre, esa conciencia eternamente presente brillando en todos los movimientos, dentro y fuera, esa imperecedera presencia a través de la cual sabes que eres amado, siempre, incluso cuando todo te sale mal, incluso cuando tropiezas y caes y dudas, incluso cuando te sientes hambriento y agotado y no sabes que hacer.

Eres amado porque eres amor, el amante y lo amado como Uno.

Estoy aquí contigo, pequeño, te dice. Tú eres el Uno, mi elegido. Aunque te sientas solo y alejado del amor, yo estoy aquí. Confía en este momento. Confía en este suelo. En este aliento. En esta devastación. En este nacimiento, en la pérdida de tu viejo mundo. Confía, incluso si sientes que no puedes confiar. Confía en eso también. Estoy aquí contigo, más cerca que esta siguiente exhalación.

Y su voz es tu voz, tu corazón es su corazón, y el mundo es su útero, y siempre naces de nuevo en cada momento, empujado por la vida, magullado y jadeando pero vivo, exhausto pero vivo, y respiras con cada ser vivo, y ahora nadie podrá nunca quitarte ese amor, nadie puede romper tu espíritu.

Eres inmensamente digno de toda esta vida.

Yo enseño esto, y sólo esto: un amor incondicional más atemporal que las estrellas.

Jeff Foster

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