Plegaria, Ana Bergareche
Que no se ahuyente el brillo de estos ojos
en peregrinos logros,
que no se rompa
el ritmo del hechizo
que dibuja retoños.
Que no perezca, que se extienda
el huracán de brisas,
aquel que sin cesar abriga
el canto que persiste
en la sonrisa.
Que no se altere el ritmo que perdura
en la sed de tus manos,
pura ensenada abierta
que se agita
emitiendo el cantar de tu rellano.
Que no se agote nunca mi cordura
de incipiente poeta,
la que escucha e incita
nuevas dichas,
ausentando a la queja.
Que no se acalle nunca esta premura
por ejercer la vida,
en empinadas rocas
y en el gozo
de nuevas esperanzas que germinan.
Ana Bergareche
Puerto Vallarta
México
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estamos contigo
Siempre la vida