El gemelo solitario o evanescente, integración del gemelo desaparecido

La experiencia e integración de lo que se llama 'el síndrome del gemelo desaparecido' o 'gemelo evanescente' ha ido apareciendo habitualmente en las sesiones de sanación en estos últimos años.
La concepción de gemelos, con la pérdida de uno de los embriones en los primeros estadios de desarrollo, resultando en un parto aparentemente normal de un sólo hijo, es un hecho que a menudo pasa desapercibido y sin reconocimiento.
La experiencia de tal pérdida deja, frecuentemente, en el embrión en desarrollo profundas huellas de dolor, abandono, aislamiento y un sentido de soledad que el individuo no puede entender o procesar conscientemente. Los patrones de pérdida y dolor resultantes, se pueden ir repitiendo a lo largo de la vida del individuo, en términos de pérdida de hermanos, padres (a través de la muerte u otro tipo de separación), abortos, separación de parejas, etc.

Esta persona se encontrará inconscientemente buscando al hermano/a que falta, a menudo en relaciones de pareja (cuando la dinámica es varón/hembra). Es curioso el número de experiencias gemelas que aparecen para revelar a un hermano/a que rellene el hueco que falta, y cómo el otro aspecto ha estado esperando durante años para ser reconocido e integrado.
El patrón se reconoce, a menudo, al acceder a un sentimiento de dolor/tristeza en el corazón, y parece que hay otra alma sentada justo al lado del paciente, si es un hermano a la derecha, y si es una hermana a la izquierda.(Curiosamente en la mayoría de casos de síndrome de gemelos desaparecidos que he trabajado suelen presentarse como varón-hembra, más que hembra/hembra o varón/varón.)
El paciente, a menudo, tendrá síntomas físicos a lo largo del lado asociado al hermano gemelo, que resultan del desconocimiento o inhabilidad para 'escuchar' lo que está presente en ese lado del cuerpo y que lleva años intentando captar su atención... Los oídos, el sistema vestibular (relacionado con el equilibrio y la sensación espacial), presentan a menudo síntomas, así como debilidad en las piernas, debilidad en los ovarios en las mujeres, etc. Lo que también he encontrado es que la pérdida del gemelo en la mayoría de los casos deja su principal impacto en la región que va de la garganta al corazón. A nivel embrionario, la pérdida del gemelo se da, a menudo, de la 4ª a la 6ª semana de gestación, cuando la mandíbula y el corazón del embrión están todavía conectados y aún se tienen que desplegar y separar. El 'impacto' en el embrión en desarrollo se almacena en los tejidos en este estadio de su desarrollo y se llevan a través de la edad adulta, a menudo manifestándose como problemas en el corazón o garganta (a nivel físico o energético).
La clave para integrar al gemelo desaparecido es el reconocimiento de su presencia. Al 'verlo', sentirlo y relacionarnos con él, el gemelo comenzará a integrarse en el cuerpo. Este es un proceso fascinante, en el que se siente como si 'otra persona', normalmente del sexo opuesto, se funde con nosotros y fija su residencia dentro de nuestro cuerpo. Hay una sensación clara de estar abrazando al otro desde el corazón, y de reunión que esperábamos  desde hacía mucho. El paciente siente una sensación de estar completo, entero, y sabe de algún modo que va a ser capaz de seguir con su vida, con su razón de estar aquí. Muchos de estos pacientes han tenido toda su vida la sensación de que se suponía 'que no tenían que estar solos', o han padecido grandes ansiedades al saber 'que no podían hacer esto ellos sólos'. Esto refleja el saber, inconsciente, que la misión de su alma necesita a las dos mitades para poder ser llevada a cabo y literalmente no pueden hacerlo ellos sólos (sin el gemelo).
La integración del gemelo ha sido clave para acceder a la espiral del cuerpo fluido y anclar el nuevo sistema... Ha sido clave para re-equilibrar los aspectos masculino-femenino dentro del individuo, de la familia y para el colectivo. Ha sido clave para abrir y re-equilibrar ambos lados del útero, y estamos observando como ahora las nuevas almas energizan ambos ovarios y harmonizan los lados femenino y masculino del útero antes de ser concebidas. En otro nivel, está re-uniendo los aspectos masculino y femenino del alma de un tiempo pasado en el que encarnábamos ambos.
La integración del gemelo aumenta la capacidad del alma para llevar a cabo su propósito, para recibir apoyo y seguir en este viaje y permite, a aquellos que tienen que estar aquí,  traer sus dones al mundo.
GEMELO DESAPARECIDO 
Científicamente se afirma que uno de cada ocho embarazos comienza con un embarazo múltiple. En la mayor parte de estos embarazos uno de los bebes nos deja antes de la décima semana de gestación sin dejar rastros, ya que son reabsorbidos por el útero, estos son los casos del gemelo desaparecido o evanescente. En otros casos la pérdida sucede a lo largo del embarazo hasta lo pocos días antes del parto, aunque aquí si que tenemos mas información de la pérdida.
El la mayoría de los casos el gemelo sobreviviente ignora está perdida. No obstante, este hecho que sucedió en su vida intrauterina estará presente durante su vida. Al estar tan cercanos uno del otro, con la desaparición se crea un shock en el gemelo que sobrevive, aunque conscientemente no lo sepa, le afectará en su vida. Podría ayudar a entender lo el recordar escenas de películas en las que se nos muestra la desorientación del sobreviviente de una pareja profundamente enamorada y unida…con la peculiaridad de que en el caso del gemelo sobreviviente no existe el recuerdo de la otra mitad, solo sienten la separación sin siquiera poder darle este nombre.
El gemelo solitario sigue a lo largo de su vida unido a su hermano y siente un vacío en su interior que no logra entender de donde viene (de tan en el inconsciente que está), una soledad que le puede alejar del resto de personas, incluso sentirse alejado de sus padres, siente que alguien le falta para completarse. Se siente solo, y muchas veces en la infancia genera un amigo invisible que se convierte en alguien muy importante. Al sentirse incompleto inicia búsquedas que le llevan a viajar, a sumergirse en temas espirituales o búsquedas de la pareja ideal… Un gemelo solitario se puede aferrar a sus relaciones por miedo a vivir otra perdida y por temor a la separación. Esto, como consecuencia, puede provocar agobio en sus parejas ya que busca en ellas el hermano perdido.
Algunos sienten una especial cercanía a la muerte, otros incluso desean morir con actitudes que les acercan a anorexias, intentos de suicidio, angustia ante la muerte…También suelen darse síntomas físicos derivados, uno de los más frecuentes se da en la zona de garganta y en el corazón. Esto sucede por que la pérdida del hermano se suele dar en las primeras semanas de gestación (alrededor de la 6ª). Cuando todavía se están formando y separando la mandíbula del pecho. El resultado de la pérdida queda grabado en esta zona generando en el futuro posibles enfermedades. Otra de las zonas más sensibles a este shock es la vejiga.
Cuando se trata de mellizos de dos sexos diferentes, el o la sobreviviente suele desarrollar tanto el lado masculino como el femenino en su carácter en un intento de completar a los dos gemelos.
El proceso de sanación a través de “La escucha del Alma” generalmente se desarrolla cuando el alma del gemelo desaparecido se presenta en la sesión. Suele ser un momento muy bello y de gran reconocimiento. Para el gemelo sobreviviente es un momento de entendimiento de emociones y sensaciones que ha tenido en su vida que no podía explicar. Dependiendo de los casos se abren espacios de tristeza, de dolor y de añoranza. Lo que siempre aparece es el vínculo de amor que los une. A partir de aquí el gemelo solitario, con una mayor comprensión de lo que le ha sucedido en su vida, puede empezar un duelo si es necesario. También puede darse cuenta que durante toda su vida su hermano le ha estado acompañando y que este siente un gran amor y protección hacia él, y que nunca más va estar solo porque aunque no esté presente en cuerpo físico el alma de su hermano le va acompañar siempre. Una de cada diez personas estuvo en compañía al comienzo del embarazo y presenció el drama de que el otro se murió a su lado. Alguien que ha perdido a un gemelo, sufre en su vida posterior las consecuencias de esta – a menuda inconsciente – pérdida. Muchos gemelos sobrevivientes no pueden estar en la vida con toda su fuerza. Viejos sentimientos de soledad, de culpa, de una añoranza permanente y profunda hacia el otro o hacia algo que falta, y de miedo a una nueva experiencia de separación o pérdida acompañado por un dolor insoportable, limitan el bienestar y la alegría de vivir. A menudo las relaciones amorosas satisfactorias les cuestan mucho a los gemelos solitarios. Los unos evitan la cercanía para no arriesgarse a revivir el viejo dolor de la separación, los otros buscan permanentemente en una pareja más cercanía y unión de lo que su pareja les puede dar. También puede afectar a la vida laboral. Empiezan un proyecto laboral y cambian, o empiezan y fracasan. Algunos gemelos sobrevivientes creen de forma inconsciente estar traicionando al otro cuando son felices. Un gemelo solitario se siente distinto de los demás. Como no se siente entendido, y no se entiende a si mismo, a menudo disimula e intenta adaptarse a las vivencias de la mayoría. Muchos han intentado sin demasiado éxito diferentes terapias. Para sentirse entero en la vida sin el otro, es necesario un proceso sanador tanto a nivel de comprensión, como emocional, corporal, energético y en el alma. Trabajamos con rituales, meditaciones guiadas, ejercicios corporales y todo lo que hace falta. En un ambiente grupal protegido y respetuoso se cuida del proceso de sanación, para que uno llegue a experimentar la alegría de vivir y a sentirse entero, para que la felicidad, las relaciones amorosas satisfactorias y  el éxito en el trabajo sean posibles. Se puede redescubrir la gran cercanía hacia el propio gemelo que hubo entonces, y abrir el corazón hacia él. Con la “mirada” hacia el otro algo puede encontrar su paz en uno mismo. La búsqueda  tiene un objetivo y por fin un fin. Una vez que se ha reencontrado al otro, ha llegado el momento donde las heridas y confusiones se pueden sanar. Para algunos es importante poder disolver el trauma que experimentaron cuando el otro murió. A menudo el dolor y el duelo necesitan un espacio, para luego dar lugar a la alegría y la gratitud por esta preciosa e intensa cercanía con el otro durante un tiempo al comienzo de la vida. El profundo amor que se experimentó entonces se mantiene en el corazón para siempre.
En algún momento llega el tiempo adecuado de soltar al otro, por ejemplo a través de un ritual de despedida o de entierro. El agujero en el alma que fue causado por la pérdida del otro por fin se cierra y se sana. Este taller quiere nutrir este proceso, a sabiendas de que cada gemelo solitario tiene un camino personal hacia su sanación. Del gemelo muerto y del gemelo sobreviviente La ciencia sabe desde hace décadas que entre un 10 % y un 20 % de los embarazos comienza como un embarazo múltiple, sobre todo de mellizos, pero también de gemelos, trillizos o cuatrillizos. Pero en Europa sólo uno de cada 100 partos acaba siendo de gemelos, aunque últimamente como consecuencia de la fertilización en Vitro ya nacen gemelos en uno de 50 partos en algunos países, entre ellos España. (En este articulo utilizaré la expresión “gemelo”, tanto cuando se trata de gemelos como de mellizos, e incluyendo también el sexo opuesto, las gemelas.) Esto significa que más que un 90 % de gemelos se pierden durante el embarazo. Como la constitución femenina esta diseñada para la gestación de un único bebe, a menudo la naturaleza sacrifica a algún feto para garantizar la supervivencia del otro. La mayoría se malogran antes de la décima semana, no dejando rastro alguno al ser el embrión reabsorbido por el útero materno. Entonces se habla del gemelo evanescente. En estos casos sólo una ecografía temprana podría mostrar sí al comienzo hubo un embarazo múltiple, aunque esto no siempre significa que el ginecólogo lo comunique a la embarazada. Para “no inquietarla de forma innecesaria” a veces se silencia que su embarazo fue originalmente un embarazo múltiple. La ecografía fue introducida en España en los años 70. Cuanto más tiempo de gestación haya vivido más probable es que el gemelo muerto haya dejado alguna huella. A veces la comadrona encuentra después el parto del gemelo sobreviviente una placenta alargada o una segunda placenta, o un diminuto feto momificado y puede comentarlo a los padres. En algunos pocos casos uno de los gemelos muere solo unos días antes o durante el parto. Así que en ocasiones el hermano vivo sabe que tenía un gemelo que murió durante el embarazo, mientras que a menudo lo ignora. Resumiendo esto significa que por lo menos una de cada diez personas empezó su vida acompañada por un gemelo o trillizos. Esto supone un grupo significativo de la población. Mientras lo dicho es un hecho científicamente conocido y comprobado, aunque poco conocido por el público, durante mucho tiempo se ignoró por completo que efectos podría tener esta pérdida para el gemelo sobreviviente. Solo en los últimos años han aparecido unas primeras investigaciones y publicaciones al respecto.
¿Que significa el hecho de ser un gemelo solitario? Para un gemelo sobreviviente el vivenciar la muerte de su hermano durante el embarazo casi siempre es una fuerte experiencia traumática. Esta pérdida a menudo hace sombra a todo lo que le espera después en su vida. Parece ser una mera anécdota al comienzo de su camino y nada más, pero según mi experiencia no se puede subestimar la importancia de esta pérdida en la vida del gemelo solitario. Le determina en muchos aspectos. Hay que entender que para un gemelo la relación con su hermano es la primera relación de su vida, que viene incluso antes de la relación con su madre. La psicología prenatal subraya la suma importancia que tiene este hecho. Los recuerdos e improntas prenatales de un gemelo y de la experiencia de su primera relación son habitualmente de un profundo amor y de una cercanía tan intensa que se vive como una unión. A esto le sigue la muerte y la experiencia de la pérdida del gemelo, lo que, experimentado desde esta corta distancia, es realmente terrorífico y traumático, y le deja en estado de shock. Lo sorprendente es que las investigaciones muestran que estas tempranas improntas son determinantes para la vida del gemelo sobreviviente, incluso cuando la perdida del gemelo tuvo lugar en el primer trimestre de la gestación. Aunque el gemelo sobreviviente no es consciente de los recuerdos de su gemelo, estos forman la base de su guión de vida. A continuación voy a describir algunos de sus sentimientos y conductas más característicos: Una consecuencia habitual es que el gemelo sobreviviente vive en una confusión. No tiene claro quién de los dos (o tres) es él: el vivo o el muerto. Por supuesto esto sucede en el profundo inconsciente. En un momento vital y activo, de golpe se puede sentir sin fuerza, solo y deprimido. Alterna entre los dos polos y siente por los dos. En consecuencia no se entiende a sí mismo y tiene el sentimiento básico que es diferente que los demás. Se podría decir que el gemelo vivo no quiere dejar a su hermano muerto solo, y le sigue amando y acompañando en su alma. Se parece al mito griego de los hermanos gemelos Hipnos y Thanatos, dioses del sueño y de la muerte, ambos hijos de la noche. También un proverbio alemán dice que el sueño es el hermano pequeño de la muerte. Una posible comprensión de este mito es que Thanatos se murió y que su hermano Hipnos se unió con él en sus sueños. De la misma forma el gemelo vivo sigue unido a su hermano muerto. Una vez adulto se siente algo distante de sus seres queridos, de su entorno y de la vida misma. Tiene un pie en la vida y el otro en la muerte. Algunos tienen una comprensión innata de la muerte que parece ser un viejo conocido a quien respetan y comprenden, pero que no les causa ningún miedo. Otros sienten una gran angustia con todo lo relacionado con la muerte. Algunos quieren morir, lo que se puede manifestar desde una tendencia depresiva, drogas, anorexia hasta conductas de riesgo o incluso suicidio. Todos tienen en común un sentimiento básico de tristeza o melancolía. A causa de su dolor y estado de shock nacen con un movimiento interrumpido hacia su madre. Desde pequeño un gemelo solitario siente que alguien le falta, lo que le hace sentirse acompañado por una soledad aunque esté arropado por su familia. Puede que tenga un amigo invisible, o una muñeca que es de suma importancia para él. Se retira de forma intermitente a un mundo propio al que los demás no tienen acceso. Este sentimiento básico de soledad le acompañará también siendo adulto, igual que el sentimiento de estar incompleto. Algo o alguien le faltan. Puede que inicie una búsqueda de algo en su vida aunque no sepa lo que es. Esta búsqueda puede mostrarse de diferentes maneras: viajar por todo el mundo, estar inmerso en una búsqueda espiritual, querer encontrar la pareja ideal. Puede que uno sienta especial interés y atracción por gemelos. O que duplique ciertas posesiones comprando un par de todo sin saber porque. Casi todos gemelos sobrevivientes se sienten profundamente culpables o hiperesponsables respecto a su entorno. Es un sentimiento básico sin que entiendan la causa. En su inconsciente ha quedado la idea de no haber hecho lo suficiente para salvar a su querido hermano, o incluso de haber causado su muerte. Es el sentimiento de la culpa del sobreviviente que luego se proyecta en todo lo demás. Un número significativo de los gemelos sobrevivientes trabaja en profesiones de ayuda, lo que tiene que ver tanto con su afán de salvar al otro, como con su capacidad empática, típica de un gemelo solitario. En su vida laboral a menudo trabajan por dos (o tres). Esto no quiere decir que se permitan disfrutar los frutos del éxito que para muchos de ellos es más bien pasajero, como algo que se gana y se pierde, lo que puede ser un patrón típico en su vida.
Un gemelo tiene un modelo de relación fundamentalmente diferente de la de un no gemelo. En pocas palabras se puede describir esta compleja realidad solo en unas pinceladas: un gemelo busca normalmente relaciones cercanas y profundas, mientras que las superficiales no le interesan. Esto incluye a menudo la necesidad de mucho contacto corporal. De esta forma revive su primera experiencia de relación que tuvo en el útero. A lo largo de la vida la relación de pareja es la que más se parece en su constante cercanía y su enfoque en el otro a una relación entre gemelos. Es más este sentimiento de “nosotros” lo que les hace sentirse bien. Pero una vez pasada la primera fase del enamoramiento es difícil para personas que no son gemelos soportar esta cercanía constante, porque necesitan más espacio propio donde poder sentirse a sí mismos. El modelo de relación de una persona sin par se parece a las mareas, un movimiento rítmico de acercarse y retirarse, para estar con el otro y después de nuevo con uno mismo. Esta mas anclado en el sentimiento de “yo”. Estas diferencias hacen que no pocas relaciones entre gemelo y no gemelo se rompan con el tiempo.
Un gemelo solitario tiene dos formas bien distintas de vivir relaciones, aunque a menudo aparecen en una mezcla: se agarra a su pareja y teme la separación, por miedo a perder a su ser querido otra vez. Cada movimiento pendular de retirarse de su pareja lo vive como un abandono doloroso. A veces esto lo lleva a una actitud controladora o a sentir celos. Si por esta conducta su pareja se siente agobiada y se va, se repite para el gemelo solitario una vez más su vivencia inicial de la perdida y de la separación. Para él es una catástrofe que le hace sufrir muchísimo. Cualquier pérdida, desde una ruptura de una amistad hasta la muerte de una mascota, puede causarle un sufrimiento que le hunde durante un largo tiempo.
La otra forma es que huya de toda relación intima porque le dé pánico. No se atreve a amar porque lleva en su interior un profundo temor de que su gemelo le arrastrará hacia la muerte, o que no sobreviviera una nueva separación. En consecuencia le cuesta abrirse y entregarse realmente a cualquier relación amorosa más adelante en su vida. Siente que necesita una cierta distancia de seguridad aunque no entienda el porqué.
Sean cuales fueren las causas en un primer plano, es un hecho que los gemelos solitarios tienen menos hijos que otras personas. Aunque a veces lo anhelen tanto que parece una cuestión de vida o muerte. Siendo padres pueden tener un vínculo especial con uno de sus hijos, con quien experimentan una cercanía y unión que refleja la relación que tuvieron con su gemelo. Entonces les cuesta distinguir a su hijo y su gemelo emocionalmente. En algunos casos en lugar de tener hijos tienen una mascota que llevan muy de cerca, por ejemplo un pequeño perrito que siempre tienen en el regazo o sujetan en el brazo. ¿Como saberlo? Reconocerse en uno u otro aspecto descrito suelto no significa nada. Solo cuando uno se reconoce en la imagen general, sufre de las consecuencias descritas, y cuando otros caminos terapéuticos no hayan llevado a una sanación, entonces valdría la pena seguir esta pista hacia su propia realidad interior para encontrar la verdad.
Hay varios métodos terapéuticos que ayudan a investigar más: con regresiones guiadas, a través de una Constelación Familiar, con un examen kinesiológico, o analizando los propios sueños, entre otros. El recuerdo del gemelo está allí en la persona afectada, en su inconsciente y en la memoria celular del cuerpo. Cuando uno contacta con ello, experimenta a menudo una comprensión espontánea. De golpe todo lo que antes era una acumulación de piezas inconexas en la vida cobra sentido. Con ello comienza su camino para recuperar la integridad de su alma. El primer y decisivo paso es reconocer la realidad de ser un gemelo solitario que ha perdido a su hermano en la primera fase de vida. Solo esto produce a menudo un alivio inmediato. Después uno empieza a hacerse consciente de la relación íntima con su gemelo. Esto es un proceso que necesita su tiempo, a veces varios años. Uno descubre el amor y la felicidad que sentía en la presencia y en la unión con su gemelo, y también con el dolor y el terror que le causó su muerte. La añoranza de reencontrarse con el otro y poder volver al paraíso perdido da paso a un tiempo de duelo y despedida. Con el tiempo uno llega a la experiencia de un vínculo de amor entre ambos que se mantiene. También uno se da cuenta de algunas creencias sobre sí mismo y sobre la vida que se habían formado a causa de la experiencia en el útero y que ahora le toca revisar. Para dar un ejemplo: de un “soy el culpable, no he hecho lo suficiente para retenerle y salvarle” uno llega a “no tenía que ver conmigo, porque no estaba en mis manos, fui muy pequeño”. A esta nueva comprensión contribuye también llegar a la experiencia de que el hermano muerto no tiene ningún reproche sino que siente amor hacia su gemelo vivo. Gracias a esta experiencia no se queda en una reflexión mental, sino se vuelve una vivencia interior.
Puede ser necesario tratar la experiencia traumática de una muerte vivenciada tan de cerca, para sanar estados de angustia inherentes. A veces partes de uno mismo se quedan congeladas en un estado de shock, lo que después se manifiesta en una falta de vitalidad o de emocionalidad. Aquí hay diferentes técnicas terapéuticas que pueden ayudar a revitalizar estas partes de uno y sanar el trauma, como somatic experiencing o EMDR, entre otros. En este proceso de sanación se aclara y se separa cada vez más lo que al comienzo era confuso y mezclado, tanto emocionalmente como al nivel cognitivo. Un gemelo es gemelo durante toda su vida, y mantendrá algunas percepciones y actitudes propias de esta vivencia tan determinante. Pero al saberlo uno se entiende mejor y es capaz de discriminar que pieza del puzzle pertenece a qué lugar. Con el tiempo uno llega a sentirse más entero y en consecuencia también más libre para vivir su propia vida.
©Peter Bourquin, 2007 (revisado 12/2009)
www.gemelosolitario.net Pasos de sanación de un gemelo solitario “! Gracias a la vida que – a pesar de todo – siempre nos ha empujado a seguir adelante!” Este artículo describe las diferentes etapas que suceden en el proceso interno de un gemelo solitario cuando emprende su camino de sanación. Es un resumen de lo que he podido observar a lo largo de los años tanto en mi propia vida como en el proceso terapéutico con mis pacientes. Esto no significa que para todo gemelo solitario tenga que ser así. No obstante creo que puede servir como hoja de ruta, dando orientación a las personas afectadas, en un camino que requiere su tiempo. 1. El primer paso es el descubrimiento de que uno es gemelo, y de lo significativo que eso es para su vida. La gran mayoría de los gemelos solitarios no sabe que lo es. Se sienten diferentes y no entienden el porqué. Muchos sentimientos, vivencias y hábitos parecen incongruentes, fuera del contexto, como por ejemplo comprar todo en pares, o el deseo de querer morir. Entonces el descubrimiento de ser gemelo marca un antes y un después en la vida de muchos gemelos solitarios. Uno empieza a darse cuenta de la importancia de este hecho para su propia vida. Con su gemelo tuvo la primera relación de su vida, incluso antes que con su madre. Haber vivido en unión con un gemelo y posteriormente haber sufrido su pérdida, marca de forma decisiva el “guión de vida” de una persona. Viejos y constantes sentimientos de añoranza, soledad, tristeza, culpa y de que algo (alguien) falta tienen su origen aquí. De golpe lo que antes eran piezas inconexas en uno mismo cobran sentido, y se abre una nueva manera de entender la propia realidad.  2. De la sospecha a la certeza es el segundo paso. A menudo la persona duda durante un tiempo, si realmente es un gemelo o no, y si esto tiene que ver con sus dificultades en la vida. Aunque le explica muchas cosas, le suena demasiado extraño a la vez. La ignorancia general respecto al tema del gemelo evanescente no ayuda, todavía hace falta concienciar a la sociedad. A menudo no hay pruebas definitivas, como la muestra de una temprana ecografía que lo hubiese confirmado. Pero cuanto más tiempo investiga, más descubre. Solo uno mismo conoce la verdad sobre su propia historia, que sigue guardada en su memoria celular. Indicios como los propios patrones, sentimientos, recuerdos, sensaciones corporales, sueños, dibujos, cuentos y poemas, alguna información sobre su embarazo y parto, etc. le convencen en su conjunto cada vez más, hasta el punto que acepta la realidad y ya no la pone en duda. 3. El siguiente paso es establecer una relación con su gemelo. Es un darse cuenta de que hay alguien muy cercano y querido, añorado durante mucho tiempo, y que es posible relacionarse con él, sintiéndole y hablándole. Es importante darle un nombre. Hasta tener un peluche en la cama que represente al gemelo puede ser de ayuda. De esta manera uno entra en contacto con su “alma gemela” que hasta entonces buscaba en el mundo exterior. Para muchos gemelos solitarios, esta relación la viven al comienzo con ambigüedad, entre el anhelo y el amor y el miedo y el dolor. En ello se reflejan sus dos recuerdos más profundos y antiguos: la unión íntima y la pérdida desoladora. Una vez que supera el miedo y, atravesando su viejo recuerdo del dolor de la separación de entonces, se entrega al encuentro amoroso con su gemelo, por primera vez se llena el vacío que ha sentido durante toda su vida en su alma. Uno se siente completo. La búsqueda tiene por fin un fin. En consecuencia uno fortalece la relación con su gemelo en el tiempo, hasta que esta experiencia de bienestar en el contacto con él se mantiene estable. Esta sensación en el alma de unión y amor se mantiene para siempre. 4. Este reconocimiento de su gemelo le ayuda a distinguir entre sus propios sentimientos y los de él. Sentimientos como ser invisible, no tener lugar, ser ignorado, querer desparecer, (debería) estar muerto, etc. tienen que ver con la experiencia de su gemelo y no con él. Empieza a deshacer el desbarajuste de su mundo emocional y entenderse mejor. También uno se da cuenta de que ahora le toca revisar ciertas creencias sobre sí mismo y sobre la vida que se formaron en aquel momento temprano. Para dar un ejemplo: de un “soy el culpable, no he hecho lo suficiente para retenerle” uno llega a “soy inocente, porque no estaba en mis manos, fui muy pequeño”. A esta nueva comprensión contribuye también llegar a la experiencia de que el hermano muerto normalmente no tiene ningún reproche sino que siente amor hacia su gemelo vivo. 5. El siguiente paso es unificar la vida exterior y la vida interior. Muchos gemelos solitarios han vivido su vida ausentándose de cierta manera – por ejemplo a través de una adicción al trabajo, una búsqueda espiritual, cambios permanentes del hogar o del empleo, una huida de relaciones cercanas, o una depresión – buscando inconscientemente a su gemelo perdido. Uno ha sentido en el fondo de su alma que estar con su gemelo significa alejarse del mundo y viceversa. Ahora aprende que su gemelo le acompaña por todas partes, y que estar con otros no significa en absoluto traicionarle. Ya no tiene que decidirse entre sus amores. 6. En algún momento uno se da cuenta que uno se siente bien, y que su gemelo también lo está, pero que hay un pequeño ser todavía no nacido en uno mismo, que sufrió la muerte de su gemelo, lo que le dejó a menudo en estado de choque, soledad y una tristeza abrumadora. Entonces es importante que comienza a cuidar, consolar y amar este pequeño yo en su interior, hasta que se encuentra bien. Un buen complemento puede ser un tratamiento adicional con un método de sanación de traumas sufridos – en la psicología se habla del estrés postraumático -, como por ejemplo EMDR, para modificar los recuerdos grabados, disolver los bloqueos emocionales y energéticos en el cuerpo y recuperar la energía retenida. 7. Finalmente descubre que en la relación con su gemelo hay un aspecto vivo y otro muerto y empieza a distinguirlos. Respecto al aspecto vivo quiero explicarme: Cuando yo tenga 80 años, mis padres seguirán “vivos” dentro de mí aunque hayan muerto hace décadas. En este sentido siempre hay una relación viva de uno con su gemelo. Pero también tiene en sí mismo la memoria grabada de convivir durante un tiempo con el cuerpo muerto de su gemelo, hasta que este desapareció, reabsorbido por el organismo de su madre, o hasta que llegó el momento del parto. Casi nunca hubo un funeral o queda una tumba. Es de gran ayuda de despedirse del cuerpo muerto de su gemelo con la ayuda de un ritual o de un entierro simbólico. De esta forma concluye su proceso de duelo por el hecho de que el otro no está aquí en la vida, mientras uno se queda con su gemelo en su corazón. Es un profundo acto de aceptación y de amor. A la vez se separan los caminos, lo que le ayuda a quedarse con su propia vida y sus propios sentimientos, anclándose todavía más en la vida misma. Un gemelo es gemelo durante toda su vida, y mantendrá algunas percepciones y actitudes propias de esta vivencia tan determinante. Al saberlo uno se entiende mejor y es capaz de discriminar que pieza del puzzle pertenece a qué lugar. En este destino particular uno no solo sufre las consecuencias, sino también llega al punto de descubrir la riqueza de ser gemelo. En su camino de sanación uno llega a sentirse más entero y libre para vivir su propia vida, y vivirlo lo más feliz posible.
© Peter Bourquin Barcelona, agosto 2008 www.gemelosolitario.net

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