LOS CINCO ESTADOS DE LA CONCIENCIA
"Tengo un cuerpo pero no soy mi cuerpo.
Tengo deseos, pero no soy mis deseos.
Tengo emociones pero no soy mis emociones.
Tengo pensamientos pero no soy mis pensamientos.
Soy lo que queda, un puro centro de percepción consciente.
Un testigo inmóvil de todos esos pensamientos, emociones, sentimientos y deseos."
Para entender este post os tenéis que imaginar una cebolla. Esta cebolla estaría compuesta por varias capas diferentes entre si. En el centro de esta cebolla, está situado el Ser, lo que todos somos en esencia y cubriendo a ese ser están las otras cuatro capas.
En el centro o primer estado de conciencia, estaría ubicado nuestro Ser. ¿A qué llamo Ser? Es tú sentido más interno de ti mismo, quién realmente eres, es ese espacio interno también llamado conciencia. En esa conciencia reside la quietud y desde ella se percibe el Todo, la unidad con todas las cosas, se vive el Aquí y el Ahora. Todos nacemos en este estado de pureza.
Alrededor de este Ser tan puro nace una capa o segundo estado de conciencia que sería lo que llamamos sentimientos. ¿Qué son los sentimientos? Es la toma de conciencia de sensaciones o impresiones que tenemos y que tienen una cierta duración en el tiempo. Hablamos de amor, paz, alegría, miedo, dolor, tristeza, ira. En esta capa todavía hay conciencia de que siento, todavía hay conexión con lo que soy. Es un estado donde somos protagonistas y responsables de nuestra vida.
Es a partir del tercer estado de conciencia, que sería la tercera capa de la cebolla, donde empieza la desconexión con lo que somos verdaderamente. Es el estado donde reinan las emociones. ¿Qué son las emociones? Es una reacción subjetiva a un estímulo. La emoción es súbita y pasa rápida.
Nuestro estado emocional varía a lo largo del día en función de lo que nos ocurre y de los estímulos que percibimos. En este estado de conciencia creemos que algo o alguien externo a nosotros es quien provoca ese estado. Por ejemplo, cuando nos enamoramos creemos que ese amor que sentimos nos lo da el otro, cuando realmente el otro sólo ha sido un estímulo que ha hecho que un nazca un sentimiento que ya habitaba dentro de nosotros.
Este tercer estado de conciencia es más femenino.
Al creer que lo externo es lo que hace surgir ese estado nos convertimos en victimas reactivas y caemos en muchas ocasiones en la manipulación. Aquí la responsabilidad la colocamos siempre en terceros.
El cuarto estado de conciencia, es el mental y tiene una naturaleza más masculina. En este estado se bloquea el sentir y se da poder a la razón. Los dueños y señores son los pensamientos y de ellos van naciendo las creencias que se instalan en nosotros como sentencias que guiarán nuestras vidas en adelante. La mente es una fábrica de producir pensamientos constantemente y eso nos aleja cada vez más del estado de quietud que reina en el primer estado de conciencia.
Y por fin llegamos al quinto estado de conciencia, que se le llama anti-mente. Es un estado donde sólo funciona lo compulsivo, lo que nos mantiene dormidos o zombis ante la vida. Consumismo, drogas, alcohol…entre otros muchas que dominan hoy nuestras vidas y con ellos la pérdida absoluta de la conciencia de quien realmente somos. Es un constante estado de insatisfacción.
¿Cómo volver al estado de quietud del Ser? Meditando.
La meditación se utiliza para disminuir el número de pensamientos que continuamente pasan por nuestra cabeza. Se trata de "aprender a 'calmar' la mente, observar nuestros patrones intelectuales y transformar lo negativo en positivo. Nos ayuda a superar las emociones que nos hacen sufrir y cambiarlas por otras que nos abran caminos para conseguir más equilibrio en nuestra vida.
Es decir, la meditación nos ayuda a traspasar esas capas de cebolla acercándonos cada vez más a nuestro verdadero Ser. La meditación hará que nos vayamos sintiendo cada vez mejor, más protagonistas de nosotros mismos y tomando la responsabilidad de nuestras vidas.
Ahora, si tienes un momento para y reflexiona, ¿estás cerca o lejos de tu Ser?
Lourdes Morales
Coach Co-Active CPCC
Desarrollo Personal, Profesional y de Equipos.
Tengo deseos, pero no soy mis deseos.
Tengo emociones pero no soy mis emociones.
Tengo pensamientos pero no soy mis pensamientos.
Soy lo que queda, un puro centro de percepción consciente.
Un testigo inmóvil de todos esos pensamientos, emociones, sentimientos y deseos."
Para entender este post os tenéis que imaginar una cebolla. Esta cebolla estaría compuesta por varias capas diferentes entre si. En el centro de esta cebolla, está situado el Ser, lo que todos somos en esencia y cubriendo a ese ser están las otras cuatro capas.
En el centro o primer estado de conciencia, estaría ubicado nuestro Ser. ¿A qué llamo Ser? Es tú sentido más interno de ti mismo, quién realmente eres, es ese espacio interno también llamado conciencia. En esa conciencia reside la quietud y desde ella se percibe el Todo, la unidad con todas las cosas, se vive el Aquí y el Ahora. Todos nacemos en este estado de pureza.
Alrededor de este Ser tan puro nace una capa o segundo estado de conciencia que sería lo que llamamos sentimientos. ¿Qué son los sentimientos? Es la toma de conciencia de sensaciones o impresiones que tenemos y que tienen una cierta duración en el tiempo. Hablamos de amor, paz, alegría, miedo, dolor, tristeza, ira. En esta capa todavía hay conciencia de que siento, todavía hay conexión con lo que soy. Es un estado donde somos protagonistas y responsables de nuestra vida.
Es a partir del tercer estado de conciencia, que sería la tercera capa de la cebolla, donde empieza la desconexión con lo que somos verdaderamente. Es el estado donde reinan las emociones. ¿Qué son las emociones? Es una reacción subjetiva a un estímulo. La emoción es súbita y pasa rápida.
Nuestro estado emocional varía a lo largo del día en función de lo que nos ocurre y de los estímulos que percibimos. En este estado de conciencia creemos que algo o alguien externo a nosotros es quien provoca ese estado. Por ejemplo, cuando nos enamoramos creemos que ese amor que sentimos nos lo da el otro, cuando realmente el otro sólo ha sido un estímulo que ha hecho que un nazca un sentimiento que ya habitaba dentro de nosotros.
Este tercer estado de conciencia es más femenino.
Al creer que lo externo es lo que hace surgir ese estado nos convertimos en victimas reactivas y caemos en muchas ocasiones en la manipulación. Aquí la responsabilidad la colocamos siempre en terceros.
El cuarto estado de conciencia, es el mental y tiene una naturaleza más masculina. En este estado se bloquea el sentir y se da poder a la razón. Los dueños y señores son los pensamientos y de ellos van naciendo las creencias que se instalan en nosotros como sentencias que guiarán nuestras vidas en adelante. La mente es una fábrica de producir pensamientos constantemente y eso nos aleja cada vez más del estado de quietud que reina en el primer estado de conciencia.
Y por fin llegamos al quinto estado de conciencia, que se le llama anti-mente. Es un estado donde sólo funciona lo compulsivo, lo que nos mantiene dormidos o zombis ante la vida. Consumismo, drogas, alcohol…entre otros muchas que dominan hoy nuestras vidas y con ellos la pérdida absoluta de la conciencia de quien realmente somos. Es un constante estado de insatisfacción.
¿Cómo volver al estado de quietud del Ser? Meditando.
La meditación se utiliza para disminuir el número de pensamientos que continuamente pasan por nuestra cabeza. Se trata de "aprender a 'calmar' la mente, observar nuestros patrones intelectuales y transformar lo negativo en positivo. Nos ayuda a superar las emociones que nos hacen sufrir y cambiarlas por otras que nos abran caminos para conseguir más equilibrio en nuestra vida.
Es decir, la meditación nos ayuda a traspasar esas capas de cebolla acercándonos cada vez más a nuestro verdadero Ser. La meditación hará que nos vayamos sintiendo cada vez mejor, más protagonistas de nosotros mismos y tomando la responsabilidad de nuestras vidas.
Ahora, si tienes un momento para y reflexiona, ¿estás cerca o lejos de tu Ser?
Lourdes Morales
Coach Co-Active CPCC
Desarrollo Personal, Profesional y de Equipos.
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