No hay enemigo ahí afuera, Mathiu Ricard

No hay enemigos ahí fuera. No los hay en tu trabajo, en tu familia, ni siquiera en las calles.

La única persona capaz de dañarte no está en ningún sitio… sino en tu interior.

Ese enemigo nació dentro de ti cuando tus padres, tus hermanos mayores, tus profesores y tus compañeros del colegio te atacaron durante días, meses y años diciéndote que no podías ser feliz. Cuando, superados por sus propias incapacidades, te dijeron que tú tampoco podrías hacer lo que para ellos era inalcanzable.

Esa voz creció en tu interior alimentándose de la humillación, el insulto, el menosprecio, la burla y el descrédito que sufriste… Se alimentó de una educación plagada de "no puedes", "no debes", "no sabes", "no sigas". Se nutrió de dolorosas instrucciones con un único, febril y angustioso objetivo: repetirte esas instrucciones a lo largo de tu existencia.

Por eso, cuando vas a una entrevista de trabajo, cuando quieres conocer a la chica que te gusta, cuando deseas tener un hijo con tu marido o cuando necesitas que el banco te dé un crédito para un nuevo negocio, resuena la voz de tu enemigo interior recordándote aquellas palabras: NO PUEDES, NO DEBES, NO SABES…

No puedes, no debes, no sabes, no sigas, no molestes, no eres nadie…
No eres nadie.

Ése es tu verdadero enemigo: el que te dice que no eres nadie sólo porque a un montón de personas, incapaces de lograr algo por sí mismas, les aterraba la idea de que fueras algo más que ellas. O porque querían que no sufrieras los fracasos que, por su debilidad, jamas tuvieron el valor de afrontar.

Sin embargo, tengo una buena noticia para ti: puedes DERROTAR a ese enemigo. Míralo de cerca: es un guardián débil y lleno de miedos, cuya triste misión es impedir que llueva sobre tu Ser la Luz del exterior. Puedes con él. ¿Cómo?

Para empezar, no culpes a las personas que intentan hacerte daño, porque si tú te quieres y te respetas será imposible que las palabras de otros te duelan. Hasta ahora te han dolido porque TU ENEMIGO INTERIOR HA REAFIRMADO LO QUE ESCUCHABA: si alguien intentaba dañarte con sus palabras para liberarse de sus propias frustraciones, y tu enemigo interior asimilaba y hacia suyas esas palabras, ¿quién crees que era el responsable de tu dolor. ¿Te recuerdo quién es la persona que ofrece vivienda, alimento y comodidades a tu enemigo interior?

Quien está ahora mismo leyendo estas líneas.

Eres tú, por tanto, la persona responsable de todos esos agravios, insultos, menosprecios, descréditos... provenientes de todos esos GIGANTES que ves ahí fuera.
Amenazantes y llenos de ira, sí, pero poco más que inofensivos molinos a los que ignorar.

Si contemplas la Vida te darás cuenta de que está llena de molinos que tú, gracias a tu enemigo interior, te empeñaste en convertir en gigantes. Y, así, gracias a lo que tú has permitido, la Vida se ha convertido en un escenario de amenaza, de dolor, de incertidumbre… Algo con lo que acabar.

¿Qué tal si empiezas hoy?