Gastón Peret:Piensa mal, pero que sea un pensamiento propio
“Piensa mal, pero en todos los casos, piensa por ti mismo.”
Doris Lessing (novelista inglesa)
Pensar mal… Es evidente que en este caso se refiere a equivocarse. Y hacerlo (tanto pensar como equivocarse) no es nada malo. Porque pensar es un sano ejercicio intelectual que fortalece el espíritu y la personalidad. Y equivocarse deja demostrado que uno lo está intentando, ya sea en acción o en pensamiento.
Y el tener pensamiento propio, permite poder despegarse de las masas o del buen embaucador de palabras que con un discurso certero puede llevar a la confusión del otro, del escucha, del alma cansada y desprevenida y que por eso es fácil de llevar hacia la fuente que más conviene.
Hay que pensar, sacar conclusiones aunque sean erróneas. Porque a fuerza de esto, se llegará en algún momento a la certeza. Y llegar a un buen resultado no implica coincidir con las mayorías, con los pensamientos monopólicos de los que tienen voz. Por el contrario, llegar a un buen resultado es llegar al puerto de nuestros pensamientos propios, más allá de acertar con la geografía del caso.
Pensemos mal, pensemos de manera equivocada, pero pensemos por nosotros mismos. Ya después habrá tiempo de que nuestros pensamientos se vayan acomodando. Pero no a lo que quieren los demás, sino a nuestras propias conclusiones. Esas que nos dejan tranquilos con la almohada y, sobre todo, con nosotros mismos…
Doris Lessing (novelista inglesa)
Pensar mal… Es evidente que en este caso se refiere a equivocarse. Y hacerlo (tanto pensar como equivocarse) no es nada malo. Porque pensar es un sano ejercicio intelectual que fortalece el espíritu y la personalidad. Y equivocarse deja demostrado que uno lo está intentando, ya sea en acción o en pensamiento.
Y el tener pensamiento propio, permite poder despegarse de las masas o del buen embaucador de palabras que con un discurso certero puede llevar a la confusión del otro, del escucha, del alma cansada y desprevenida y que por eso es fácil de llevar hacia la fuente que más conviene.
Hay que pensar, sacar conclusiones aunque sean erróneas. Porque a fuerza de esto, se llegará en algún momento a la certeza. Y llegar a un buen resultado no implica coincidir con las mayorías, con los pensamientos monopólicos de los que tienen voz. Por el contrario, llegar a un buen resultado es llegar al puerto de nuestros pensamientos propios, más allá de acertar con la geografía del caso.
Pensemos mal, pensemos de manera equivocada, pero pensemos por nosotros mismos. Ya después habrá tiempo de que nuestros pensamientos se vayan acomodando. Pero no a lo que quieren los demás, sino a nuestras propias conclusiones. Esas que nos dejan tranquilos con la almohada y, sobre todo, con nosotros mismos…
Gastón Peret
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