Tener FE
Tener fe es ACEPTAR los designios de Dios, aunque no los entendamos, aunque no nos gusten.
Tener fe es DAR cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos.
Tener fe es CREER cuando resulta más fácil recurrir a la duda.
Tener fe es GUIAR nuestra vida, no con la vista, sino con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza.
Tener fe es LEVANTARSE cuando se ha caído. Los reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión, atrapado por la frustración y la amargura.
Tener fe es ARRIESGAR todo a cambio de un sueño, de un de un ideal. Nada de lo que merece la pena en esta vida, puede lograrse sin esa dosis de sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a fin de adquirir eso que mejore nuestro propio mundo y el de los demás.
Tener fe es VER positivamente hacia adelante, no importa cuan incierto parezca el futuro o cuan doloroso el pasado.
Tener fe es CONFIAR, pero confiar no sólo en las cosas, sino tambièn... en las personas. Cierto es que siempre habrá gente que te lastime y traicione tu confianza, así que lo que tienes que hacer es perdonar y apartarte, o seguir confiando y ser más cuidadoso con aquél en quien confías dos veces.
Tener fe es BUSCAR lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar. Tener fe es no dejar nunca de desnudar tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes cuando tu sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación que la tuya.
Tener fe es CONDUCIRSE por los caminos de la vida, de la forma en que un niño toma la mano de su padre. Es que dejemos nuestros problemas en manos de DIOS y nos arrojemos a sus brazos, antes que al abismo de la desesperación. Fe es que descansemos en él para que nos cargue, en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas.
Que en tu vida haya suficiente fe para afrontar las situaciones difìciles junto con la necesaria humildad para aceptar lo que no puedes cambiar.
Desconozco el autor/a
Tener fe es DAR cuando no tenemos, cuando nosotros mismos necesitamos.
Tener fe es CREER cuando resulta más fácil recurrir a la duda.
Tener fe es GUIAR nuestra vida, no con la vista, sino con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza.
Tener fe es LEVANTARSE cuando se ha caído. Los reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión, atrapado por la frustración y la amargura.
Tener fe es ARRIESGAR todo a cambio de un sueño, de un de un ideal. Nada de lo que merece la pena en esta vida, puede lograrse sin esa dosis de sacrificio que implica desprenderse de algo o de alguien, a fin de adquirir eso que mejore nuestro propio mundo y el de los demás.
Tener fe es VER positivamente hacia adelante, no importa cuan incierto parezca el futuro o cuan doloroso el pasado.
Tener fe es CONFIAR, pero confiar no sólo en las cosas, sino tambièn... en las personas. Cierto es que siempre habrá gente que te lastime y traicione tu confianza, así que lo que tienes que hacer es perdonar y apartarte, o seguir confiando y ser más cuidadoso con aquél en quien confías dos veces.
Tener fe es BUSCAR lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran nublados y tus ojos se han secado de tanto llorar. Tener fe es no dejar nunca de desnudar tus labios con una sonrisa, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes cuando tu sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación que la tuya.
Tener fe es CONDUCIRSE por los caminos de la vida, de la forma en que un niño toma la mano de su padre. Es que dejemos nuestros problemas en manos de DIOS y nos arrojemos a sus brazos, antes que al abismo de la desesperación. Fe es que descansemos en él para que nos cargue, en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas.
Que en tu vida haya suficiente fe para afrontar las situaciones difìciles junto con la necesaria humildad para aceptar lo que no puedes cambiar.
Desconozco el autor/a
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