Primera y última vez

Siempre recuerda que cuando estés con alguna persona, puede ser la última vez. No la desperdicies en trivalidades, no crees problemas ni conflictos sin sentido. Cuando viene la muerte no importa nada más. Alguien hace algo, dice algo y tú te enojas: piensa en la muerte. Piensa en esa persona o en ti muriendo; ¿qué importancia tendrá que haya dicho eso? Y tal vez él no lo decía en ese sentido, puede haber sido solo tu interpretación. En el noventa y nueve por ciento de los casos es una interpretación.

Recuerda: cuando estés con alguna persona, él o ella no será la persona que conocías, pues todo cambia continuamente. No puedes bañarte dos veces en el mismo río ni puedes encontrarte dos veces con la misma persona. Puedes ir a ver a tus padres, tus hermanos, hermanas o amigos, pero habrán cambiado. Nada permanece igual. Tú has cambiado, no vas a ser el mismo, y no los vas a encontrar iguales. Si recordáis estas dos cosas, el amor florecerá entre los dos. Siempre mira a una persona como si fuera la última vez que la fueras a ver. Y así es como es. Este pequeño momento de encuentro puede llenarte inmensamente.

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