La fuerza de la fragilidad natural, Dr Oskar Salazar
La fuerza de la fragilidad natural
Una aproximación al Taoísmo
Por Dr. Oskar Salazar
La fragilidad natural es parte de nuestra naturaleza original.
En la práctica de la alquimia interna, cultivar el vacío absoluto ayuda a regresar al centro de él mismo, en donde reside la verdadera tranquilidad, encontrando el centro podemos conocer el origen de la existencia, y es en el centro donde nuestra naturaleza original se fusiona con el gran Tao.
En la tradición de la meditación taoísta no se cultiva el vacío con el interés de “encontrar el Vacío”, en otras palabras, es gracias al vacío que podemos obtener los beneficios para una buena salud. Se cultiva el vacío para inspirar, para crear un movimiento natural y espontáneo en la vida, que permita descubrir las calidades esenciales de su “verdadera naturaleza original”; además, esta “espontaneidad” en la vida nos permite paso a paso ir descubriendo nuestro propio destino. Las calidades fundamentales que forman la “naturaleza interna” son simplemente las mismas cualidades que impregnan la vida desde lo más profundo, auténtico y original.
Aunque sea siempre la responsabilidad personal de cada uno descubrir y aclarar qué es lo verdadero en su propia naturaleza interna, a través del proceso de practicar los diferentes métodos de meditación y simplemente de vivir la vida como una gran lección, lo único que debemos de hacer para comprender que es la verdadera naturaleza interna es evitar hacer todo lo que la sociedad nos impone y evitar seguir una vida artificial que el mundo moderno ha fabricado con tantas desviaciones y tantos desequilibrios. Hasta el más serio y disciplinado se sorprenderá al saber que la fragilidad natural es parte de la verdadera naturaleza original de cada uno de nosotros, sobre todo aquí en occidente es difícil aceptar esta verdad. La fragilidad nunca ha sido considerada como una calidad deseada ni tampoco es aceptada como parte de la naturaleza humana natural, al contrario, son la fuerza y el poder que son considerados como calidades deseables que la sociedad impone a la gente condicionada para aceptar que esos son los valores positivos en la vida.
La gran paradoja es que justamente cuando los seres humanos hacen el esfuerzo de “mostrarse fuertes”, “superiores”, “poderosos”, “de forzarse”, hacer los que no son y mostrarse diferentes de los demás, es ahí cuando descubrimos cuales son sus debilidades emocionales e intelectuales y como “su apariencia está vacía”.
¿De qué manera los humanos son naturalmente frágiles? Sobre todo no hay que confundir la fragilidad natural con las debilidades físicas, morales, emocionales y defectos del carácter. Tampoco quiere decir falta de fuerza o capacidad. Lao-Zi nos ayuda a encontrar la significación cuando dice “la fragilidad es la función y la cualidad del Tao”. ¿Cómo se puede interpretar esto?. Esto quiere decir que el Tao realiza su función, cumple con su trabajo y se realiza él mismo, siendo suave, complaciente y generoso.
La naturaleza del Tao es dar apoyo y nutrir todas las cosas que puedan desarrollarse, evolucionar y realizarse, en otras palabras, el Tao “no gobierna nada”, no pide que lo llamen maestro y no utiliza la fuerza para responder a las diferentes circunstancias. “La fragilidad del Tao es su propia fuerza”.
Todos los seres humanos están dotados de estas mismas cualidades de generosidad, suavidad y flexibilidad, desde que nacen, y como estos atributos pertenecen a la naturaleza humana. La fragilidad natural es también su propia fuerza, el mejor ejemplo que podemos encontrar es aquel de un bebé que utiliza la dulzura, la flexibilidad para responder a todo lo que se presenta, sin estar consciente él mismo de lo que está haciendo. El bebé realiza su crecimiento y su desarrollo de esta manera, mostrándonos que la fragilidad natural es su verdadera fuerza. A pesar de que el bebé pierde estas cualidades naturales una vez que crece y que entra a participar “en el funcionamiento de la sociedad”, estas cualidades no están perdidas definitivamente, están perdidas solamente en el interior de él mismo y lo único que se necesita para restaurarlas es practicar la autocultivación, practicar la alquimia interna.
En nuestra sociedad la gente piensa que lo único que necesita para avanzar y sobrevivir son las fuerzas física, intelectual y emocional, en otras palabras, son estas mismas características las que nos conducen al sufrimiento, a ser agresivos, a volvernos viejos prematuramente. Cuando surgen circunstancias negativas y difíciles, la gente tiene tendencia a utilizar demasiada “fuerza y resistencia” y en lugar de solucionar algo, crean y provocan aún más problemas y la situación se vuelve aún más grave. De igual manera cuando vivimos situaciones positivas y muy agradables, la gente tiende a aplicar demasiada fuerza para mantener, prolongar la situación y no dejarla ir o escapar. Así lo único que se logra es transformar la situación positiva en algo negativo y muy complicado. Entonces, cuando se trata de reaccionar a lo que se trata de mala suerte o buena suerte, es mejor quedarse flexible, suave y ceder hasta que lo negativo sea equilibrado y lo positivo estabilizado.
¿Qué prefieren?, ¿la fuerza, la buena suerte o la fragilidad y la estabilidad?
Espero que estas palabras le sean útiles para lograr resultados concretos en la vida cotidiana.
http://www.revistanamaste.com/la-fuerza-de-la-fragilidad-natural/#comment-3347
Una aproximación al Taoísmo
Por Dr. Oskar Salazar
La fragilidad natural es parte de nuestra naturaleza original.
En la práctica de la alquimia interna, cultivar el vacío absoluto ayuda a regresar al centro de él mismo, en donde reside la verdadera tranquilidad, encontrando el centro podemos conocer el origen de la existencia, y es en el centro donde nuestra naturaleza original se fusiona con el gran Tao.
En la tradición de la meditación taoísta no se cultiva el vacío con el interés de “encontrar el Vacío”, en otras palabras, es gracias al vacío que podemos obtener los beneficios para una buena salud. Se cultiva el vacío para inspirar, para crear un movimiento natural y espontáneo en la vida, que permita descubrir las calidades esenciales de su “verdadera naturaleza original”; además, esta “espontaneidad” en la vida nos permite paso a paso ir descubriendo nuestro propio destino. Las calidades fundamentales que forman la “naturaleza interna” son simplemente las mismas cualidades que impregnan la vida desde lo más profundo, auténtico y original.
Aunque sea siempre la responsabilidad personal de cada uno descubrir y aclarar qué es lo verdadero en su propia naturaleza interna, a través del proceso de practicar los diferentes métodos de meditación y simplemente de vivir la vida como una gran lección, lo único que debemos de hacer para comprender que es la verdadera naturaleza interna es evitar hacer todo lo que la sociedad nos impone y evitar seguir una vida artificial que el mundo moderno ha fabricado con tantas desviaciones y tantos desequilibrios. Hasta el más serio y disciplinado se sorprenderá al saber que la fragilidad natural es parte de la verdadera naturaleza original de cada uno de nosotros, sobre todo aquí en occidente es difícil aceptar esta verdad. La fragilidad nunca ha sido considerada como una calidad deseada ni tampoco es aceptada como parte de la naturaleza humana natural, al contrario, son la fuerza y el poder que son considerados como calidades deseables que la sociedad impone a la gente condicionada para aceptar que esos son los valores positivos en la vida.
La gran paradoja es que justamente cuando los seres humanos hacen el esfuerzo de “mostrarse fuertes”, “superiores”, “poderosos”, “de forzarse”, hacer los que no son y mostrarse diferentes de los demás, es ahí cuando descubrimos cuales son sus debilidades emocionales e intelectuales y como “su apariencia está vacía”.
¿De qué manera los humanos son naturalmente frágiles? Sobre todo no hay que confundir la fragilidad natural con las debilidades físicas, morales, emocionales y defectos del carácter. Tampoco quiere decir falta de fuerza o capacidad. Lao-Zi nos ayuda a encontrar la significación cuando dice “la fragilidad es la función y la cualidad del Tao”. ¿Cómo se puede interpretar esto?. Esto quiere decir que el Tao realiza su función, cumple con su trabajo y se realiza él mismo, siendo suave, complaciente y generoso.
La naturaleza del Tao es dar apoyo y nutrir todas las cosas que puedan desarrollarse, evolucionar y realizarse, en otras palabras, el Tao “no gobierna nada”, no pide que lo llamen maestro y no utiliza la fuerza para responder a las diferentes circunstancias. “La fragilidad del Tao es su propia fuerza”.
Todos los seres humanos están dotados de estas mismas cualidades de generosidad, suavidad y flexibilidad, desde que nacen, y como estos atributos pertenecen a la naturaleza humana. La fragilidad natural es también su propia fuerza, el mejor ejemplo que podemos encontrar es aquel de un bebé que utiliza la dulzura, la flexibilidad para responder a todo lo que se presenta, sin estar consciente él mismo de lo que está haciendo. El bebé realiza su crecimiento y su desarrollo de esta manera, mostrándonos que la fragilidad natural es su verdadera fuerza. A pesar de que el bebé pierde estas cualidades naturales una vez que crece y que entra a participar “en el funcionamiento de la sociedad”, estas cualidades no están perdidas definitivamente, están perdidas solamente en el interior de él mismo y lo único que se necesita para restaurarlas es practicar la autocultivación, practicar la alquimia interna.
En nuestra sociedad la gente piensa que lo único que necesita para avanzar y sobrevivir son las fuerzas física, intelectual y emocional, en otras palabras, son estas mismas características las que nos conducen al sufrimiento, a ser agresivos, a volvernos viejos prematuramente. Cuando surgen circunstancias negativas y difíciles, la gente tiene tendencia a utilizar demasiada “fuerza y resistencia” y en lugar de solucionar algo, crean y provocan aún más problemas y la situación se vuelve aún más grave. De igual manera cuando vivimos situaciones positivas y muy agradables, la gente tiende a aplicar demasiada fuerza para mantener, prolongar la situación y no dejarla ir o escapar. Así lo único que se logra es transformar la situación positiva en algo negativo y muy complicado. Entonces, cuando se trata de reaccionar a lo que se trata de mala suerte o buena suerte, es mejor quedarse flexible, suave y ceder hasta que lo negativo sea equilibrado y lo positivo estabilizado.
¿Qué prefieren?, ¿la fuerza, la buena suerte o la fragilidad y la estabilidad?
Espero que estas palabras le sean útiles para lograr resultados concretos en la vida cotidiana.
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