El dolor: un incansable maestro de la presencia, Jeff Foster
El dolor es o tu enemigo, o tu mejor maestro.
La mente dice que el dolor es ‘malo’. Lo considera un enemigo, un peligro, un terrorista en el cuerpo, una amenaza. Un obstáculo en la vida. Una señal de que somos débiles, necios, ignorantes, y que estamos lejos de la iluminación.
La mente dice ‘algo anda mal conmigo’. ‘Cometí un error’. Incluso dice, ‘Yo he creado este dolor’, si realmente quiere mofarse de ti.
La mente se avergüenza y te culpa a ti, a Dios, y a todos y todo lo que se le ponga enfrente.
Deja que la mente sea la mente, pero no dejes que la mente sea tu amo, o tu autoridad, o la Verdad.
Sal de la mente… y entra en la novedad del momento presente. Olvida el complejo argumento llamado ‘Yo y Mi Dolor’.
Lleva tu atención amorosa al dolor en sí, a las sensaciones puras que se dan momento a momento en el cuerpo, ¡que es lo único que en realidad estás enfrentando! Deja de pensar en las sensaciones, y solo ponles atención. Respira en ellas, envía una consciencia amorosa profunda hacia ellas.
Solo se te da un momento de dolor. Solo se te da un momento de vida. Solo se te da un momento, para amar o huir del amor.
El dolor no es tu enemigo cuando dejas de resistirte a él, cuando dejas de huir de él, y cuando sales de tu narrativa de víctima, y permites que la atención bondadosa impregne este momento nuevo, que sature esta escena presente, que fluya por cada grieta.
Un viejo momento muere. Un nacimiento. No has sido derrotado.
Tu victoria está aquí, en la Presencia.
Jeff Foster
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