El Enojo, Lorena Gintautas


El enojo se produce dentro de uno mismo cuando no puede satisfacer las necesidades propias esperadas para el futuro óptimo.
Pero ¿Qué pasa cuando las necesidades de objetivos planteados no se satisfacen?
El enojo es uno de los factores que puede manejar la situación, al igual que la frustración y el cansancio por el constante tratar de llegar a cubrir las expectativas planteadas.
Si ese enojo podemos percibirlo en nuestro ser de manera acorde, se pueden entonces entrever las situaciones que mas enojo nos pueden producir.
Por ejemplo: Un trabajo estable y redituable.
Una pareja que se respete y se quiera.
Una familia y seres queridos con salud y con todo el bienestar que nos propongamos como meta para nuestras vidas.
A veces este enojo es inconsciente porque el rechazo a ciertas personas lo impulsa el estímulo por no poder resolver el o los problemas que se generan.
Si nos damos cuenta a tiempo de estos comportamientos, podremos entender que las otras personas que interactúan con nosotros no son lo que nosotros quisiéramos que fueran, sino lo mejor que ellos pueden ser. Y aceptar que cada uno tiene sus problemas y que cuando no se pueden resolver de la manera que siempre planteamos, será porque no es la manera adecuada para resolverlo y habrá que buscar en el infinito de posibilidades de que otra forma se puede resolver lo que me causaba enojo ya con el solo hecho de pensarlo.
Si buscamos ese infinito de posibilidades, el día menos pensado va a surgir una solución, quizás no como la planteada o pensada, pero si con la madurez adquirida para explorar otras soluciones, lo que generará mayor armonía y paz en el transcurso de nuestra vida.

No te ahogues con tus lágrimas.
No te quemes con tus gritos.
No te frustres con tus fracasos.
Más bien busca entre tus lágrimas, gritos y fracasos,
el bienestar de tu pureza, de tu palabras amables,
y la constancia de tu fuerza para seguir adelante.

Lorena Gintautas

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