El abrazo ilimitado, Jeff Foster
No
eres ni bueno ni malo. Estás vivo, así que las palabras salen sobrando.
La inmensidad de lo que eres no puede ser reducida a un objeto, a una
forma, a un concepto. Tú eres humano, dinámico y cambiante como el
clima, y perfectamente imperfecto, una expresión plena de la Fuerza de
la Vida, tal y como eres. Tu dolor es sagrado. Tus dudas están saturadas
de inteligencia. Tu miedo está
impregnado de vida. Incluso tu vergüenza contiene un tremendo poder. Tus
pensamientos no pueden definirte; tus sentimientos no pueden
contenerte. Los pensamientos y los sentimientos siempre están cambiando,
subiendo y bajando, como la respiración, como las olas del océano, y
tú, inmutable, en el centro del cambio; la paradoja de lo que no tiene
forma como forma.
Olvida el sueño de la perfección, olvida la meta, recuerda el suelo, y sabe que siempre eres acogido en el ilimitado abrazo del Amado, indiviso de la totalidad, más allá del bien y del mal.
Jeff Foster
Olvida el sueño de la perfección, olvida la meta, recuerda el suelo, y sabe que siempre eres acogido en el ilimitado abrazo del Amado, indiviso de la totalidad, más allá del bien y del mal.
Jeff Foster
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