Existencia:Omraam Mikhaël Aïvanhov
Cada existencia es como un círculo que el ser humano describe alrededor de un centro. Según su grado de evolución, este centro es o bien él mismo, o bien su familia, o bien la sociedad, o bien el Señor.
Girar en torno a uno mismo, es la peor de las condiciones: el círculo que se describe así, es extremadamente apretado y se estrecha cada día más. Girar en torno a su familia o entorno a la sociedad, representa tener posibilidades de desarrollo más favorables, pero no son todavía las mejores. Porque incluso si el círculo descrito es bastante más amplio, no ver nada más allá de la familia o de la sociedad, es una limitación para la buena comprensión de las cosas. Las mejores condiciones se realizan cuando el hombre tiene como centro a Dios y gira alrededor de Él. Poco a poco, los lazos groseros que lo atan a la tierra se afinan, se deshacen y hay una visión de los problemas cada vez más universal, cósmica, de la que su familia y la sociedad pueden beneficiarse. Y también él mismo, por supuesto.
Omraam Mikhaël Aïvanhov.
Girar en torno a uno mismo, es la peor de las condiciones: el círculo que se describe así, es extremadamente apretado y se estrecha cada día más. Girar en torno a su familia o entorno a la sociedad, representa tener posibilidades de desarrollo más favorables, pero no son todavía las mejores. Porque incluso si el círculo descrito es bastante más amplio, no ver nada más allá de la familia o de la sociedad, es una limitación para la buena comprensión de las cosas. Las mejores condiciones se realizan cuando el hombre tiene como centro a Dios y gira alrededor de Él. Poco a poco, los lazos groseros que lo atan a la tierra se afinan, se deshacen y hay una visión de los problemas cada vez más universal, cósmica, de la que su familia y la sociedad pueden beneficiarse. Y también él mismo, por supuesto.
Omraam Mikhaël Aïvanhov.
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