10 principios del Bienestar
Viviendo los 10 principios del bienestar
1. El Bienestar es un concepto holístico. Cualquier definición menor es incompleta y en última instancia, ineficáz. Es necesario mirar a la persona como un todo y trabajar con la mente, el cuerpo, el espíritu y el entorno. A largo plazo, no funciona trabajar con un área y descuidar las otras.
2. La autoestima es el factor crucial en el cambio. Alcanzar el bienestar es que te intereses por tí lo suficiente como para hacerte cargo de tu vida, introducir cambios donde haga falta y encontrar el apoyo necesario para mantenerte motivado. Cura tus heridas. Descubre qué te impide sentirte bien contigo misma y soluciona los bloqueos. No los esquives.
3. Quienes nos rodean nos ayudan a desplegar las alas ... o a mantenerles replegadas una y otra vez. Es necesario establecer relaciones mutuamente beneficiosas con quienes nos rodean, sean amigos, pareja, familia o colegas. Necesitamos buscar y rodearnos de la compañía de personas a quienes importemos como personas, que nos apoyen en vez de sentirse amenazados por nuestro crecimiento personal. ¿Qué clase de sensaciones te aportan tus amigos? ¿Son buenas o no? Se trata de dar y recibir. Los buenos amigos ayudan a sus amigos a estar bien.
4. ¡Sal del trance! Vivir concientemente implica tomar conciencia de que podemos elegir, y hacerlo. E implica darse cuenta que no es posible vivir nuestra vida como si hubiéramos puesto el piloto automático. Podemos apagar la televisión (recuerda que TV significa "tiempo vacío), prestar atención a las etiquetas de los productos, cerrar el riego automático cuando llueve lo suficiente como para no necesitar regar, darnos cuenta de cómo sabe lo que comemos, o lo tensos y contracturados que vamos cuando conducimos 50 km por encima del límite permitido de velocidad, etcétera. Implica trabajar concientemente en nuestras relaciones, los objetivos de nuestra vida y en maximizar nuestro potencial.
5. Lo que nos mantiene enraizados en nuestra vida es un sentido de estar conectados con otras personas, otras especies, con la tierra, con algo mayor que nosotros. Formamos parte de un mismo corazón. Y gran parte de esta sensación viene del sitio en que vivimos. Al identificarnos con el sitio en el que vivimos y aprender a conocer las plantas, los animales, los patrones climáticos, las fuentes y manantiales así como el paisaje, desarrollamos con ellos un lazo de amor, que vuelve a nosotros. Cuando nos comprometemos con nuestro lugar en la tierra, lo valoramos y protegemos a través de la forma en que vivimos y las elecciones que hacemos cuando votamos en las urnas. A través del contacto con la naturaleza, experimentamos paz, armonía y un sólido sentimiento de pertenecer al mundo.
6. Somos los principales responsables de nuestra salud. Es cierto que existen factores de riesgo a nivel genético, entornos tóxicos y demás, pero son nuestras elecciones a nivel emocional y nuestros hábitos de vida los que determinan en mayor grado nuestro nivel de salud y bienestar. Mucho más que ninguna otra cosa. Y aunque nos gustaría poder echar mano de culpas y responsables, es necesario que seamos honestos con nosotros mismos. La recompensa será el inmenso poder que nos da tomar conciencia de ésto.
7. A medida que crece nuestra capacidad de ser autosuficientes, disminuyen los temores. Los aborígenes australianos dicen que cuando una persona no puede salir al espacio abierto y procurarse sus propios alimentos, ropa y abrigo, un miedo profundo y primigenio se adueña de su alma. Experimentamos un profundo crecimiento cada vez que cuidamos de nosotros mismos en distintos niveles: eligiendo nuestro alimento más sabiamente (incluso cultivándolo nosotros mismos), siendo más competentes en nuestra profesión, ajustando el asiento de nuestra bicicleta, adentrándonos en una zona silvestre, haciendo nuestro propio pan... De esta forma aumenta nuestra confianza y respeto por nosotros mismos. Necesitamos aprender a hacer estas cosas, y enseñárselas a otros, especialmente a nuestros hijos.
8. Aunque es cierto que todos necesitamos un tiempo para estar con otras personas, también lo es que necesitamos disponer de un tiempo para estar con nosotros mismos. Pasar algún tiempo solo, especialmente en la naturaleza, ayuda a relajarnos, a eliminar tensiones y a transportarnos más allá de las distracciones del mundo moderno que nos mantienen alejados de nuestro verdadero ser. Las razones que a lo largo de la historia han llevado a las personas a permanecer algún tiempo en soledad, especialmente en entornos silvestres son poderosas: alcanzar una visión más clara de la dirección y el sentido de nuestras vidas.
9. No es necesario ser perfecto para estar bien. El perfeccionismo extremo es un proceso basado en no sentirnos aptos que alimenta seriamente una visión negativa de nosotros mismos. Pueden dar lugar a comportamientos adictivos como la anorexia o al trabajo, entro otros. Estar bien no significa jurarte dejar de comer helados. Significa, más bien, dejar de mentirte sobre cuándo te tomaste el último. Normalmente solemos ser los últimos en darnos cuenta cuando nuestros "hábitos saludables" dejan de ser hábitos positivos para transformarse en comportamientos adictivos que actúan en contra nuestra. Ten en cuenta que los comportamientos adictivos son una forma de distraerte de otras cosas que necesitan tu atención.
10. ¡Juega! Todos necesitamos relajarnos y no tomarnos tan en serio. Juega y pásalo bien sin más. Permite a tu niño interior salir a jugar.
No hay fórmulas concretas de bienestar. Ni siquiera lo que acabas de leer. Tienes que descubrir qué te funciona y qué no. Así que por favor no tomes estos 10 principios como reglas fijas. Tómalos como un compendio de folklore moderno hecho por alguien que desde hace unos años desanda su propio camino de bienestar.
ARTICULO COMPLETO EN: http://www.mujeresholisticas.com/art13.html
1. El Bienestar es un concepto holístico. Cualquier definición menor es incompleta y en última instancia, ineficáz. Es necesario mirar a la persona como un todo y trabajar con la mente, el cuerpo, el espíritu y el entorno. A largo plazo, no funciona trabajar con un área y descuidar las otras.
2. La autoestima es el factor crucial en el cambio. Alcanzar el bienestar es que te intereses por tí lo suficiente como para hacerte cargo de tu vida, introducir cambios donde haga falta y encontrar el apoyo necesario para mantenerte motivado. Cura tus heridas. Descubre qué te impide sentirte bien contigo misma y soluciona los bloqueos. No los esquives.
3. Quienes nos rodean nos ayudan a desplegar las alas ... o a mantenerles replegadas una y otra vez. Es necesario establecer relaciones mutuamente beneficiosas con quienes nos rodean, sean amigos, pareja, familia o colegas. Necesitamos buscar y rodearnos de la compañía de personas a quienes importemos como personas, que nos apoyen en vez de sentirse amenazados por nuestro crecimiento personal. ¿Qué clase de sensaciones te aportan tus amigos? ¿Son buenas o no? Se trata de dar y recibir. Los buenos amigos ayudan a sus amigos a estar bien.
4. ¡Sal del trance! Vivir concientemente implica tomar conciencia de que podemos elegir, y hacerlo. E implica darse cuenta que no es posible vivir nuestra vida como si hubiéramos puesto el piloto automático. Podemos apagar la televisión (recuerda que TV significa "tiempo vacío), prestar atención a las etiquetas de los productos, cerrar el riego automático cuando llueve lo suficiente como para no necesitar regar, darnos cuenta de cómo sabe lo que comemos, o lo tensos y contracturados que vamos cuando conducimos 50 km por encima del límite permitido de velocidad, etcétera. Implica trabajar concientemente en nuestras relaciones, los objetivos de nuestra vida y en maximizar nuestro potencial.
5. Lo que nos mantiene enraizados en nuestra vida es un sentido de estar conectados con otras personas, otras especies, con la tierra, con algo mayor que nosotros. Formamos parte de un mismo corazón. Y gran parte de esta sensación viene del sitio en que vivimos. Al identificarnos con el sitio en el que vivimos y aprender a conocer las plantas, los animales, los patrones climáticos, las fuentes y manantiales así como el paisaje, desarrollamos con ellos un lazo de amor, que vuelve a nosotros. Cuando nos comprometemos con nuestro lugar en la tierra, lo valoramos y protegemos a través de la forma en que vivimos y las elecciones que hacemos cuando votamos en las urnas. A través del contacto con la naturaleza, experimentamos paz, armonía y un sólido sentimiento de pertenecer al mundo.
6. Somos los principales responsables de nuestra salud. Es cierto que existen factores de riesgo a nivel genético, entornos tóxicos y demás, pero son nuestras elecciones a nivel emocional y nuestros hábitos de vida los que determinan en mayor grado nuestro nivel de salud y bienestar. Mucho más que ninguna otra cosa. Y aunque nos gustaría poder echar mano de culpas y responsables, es necesario que seamos honestos con nosotros mismos. La recompensa será el inmenso poder que nos da tomar conciencia de ésto.
7. A medida que crece nuestra capacidad de ser autosuficientes, disminuyen los temores. Los aborígenes australianos dicen que cuando una persona no puede salir al espacio abierto y procurarse sus propios alimentos, ropa y abrigo, un miedo profundo y primigenio se adueña de su alma. Experimentamos un profundo crecimiento cada vez que cuidamos de nosotros mismos en distintos niveles: eligiendo nuestro alimento más sabiamente (incluso cultivándolo nosotros mismos), siendo más competentes en nuestra profesión, ajustando el asiento de nuestra bicicleta, adentrándonos en una zona silvestre, haciendo nuestro propio pan... De esta forma aumenta nuestra confianza y respeto por nosotros mismos. Necesitamos aprender a hacer estas cosas, y enseñárselas a otros, especialmente a nuestros hijos.
8. Aunque es cierto que todos necesitamos un tiempo para estar con otras personas, también lo es que necesitamos disponer de un tiempo para estar con nosotros mismos. Pasar algún tiempo solo, especialmente en la naturaleza, ayuda a relajarnos, a eliminar tensiones y a transportarnos más allá de las distracciones del mundo moderno que nos mantienen alejados de nuestro verdadero ser. Las razones que a lo largo de la historia han llevado a las personas a permanecer algún tiempo en soledad, especialmente en entornos silvestres son poderosas: alcanzar una visión más clara de la dirección y el sentido de nuestras vidas.
9. No es necesario ser perfecto para estar bien. El perfeccionismo extremo es un proceso basado en no sentirnos aptos que alimenta seriamente una visión negativa de nosotros mismos. Pueden dar lugar a comportamientos adictivos como la anorexia o al trabajo, entro otros. Estar bien no significa jurarte dejar de comer helados. Significa, más bien, dejar de mentirte sobre cuándo te tomaste el último. Normalmente solemos ser los últimos en darnos cuenta cuando nuestros "hábitos saludables" dejan de ser hábitos positivos para transformarse en comportamientos adictivos que actúan en contra nuestra. Ten en cuenta que los comportamientos adictivos son una forma de distraerte de otras cosas que necesitan tu atención.
10. ¡Juega! Todos necesitamos relajarnos y no tomarnos tan en serio. Juega y pásalo bien sin más. Permite a tu niño interior salir a jugar.
No hay fórmulas concretas de bienestar. Ni siquiera lo que acabas de leer. Tienes que descubrir qué te funciona y qué no. Así que por favor no tomes estos 10 principios como reglas fijas. Tómalos como un compendio de folklore moderno hecho por alguien que desde hace unos años desanda su propio camino de bienestar.
ARTICULO COMPLETO EN: http://www.mujeresholisticas.com/art13.html
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