Pasos de la A a la Z para crear abundancia, Deepak Chopra


Si bien es importante tener conciencia de una meta clara, también lo es abandonar el compromiso con el objetivo. Y la meta está en esa brecha, y allí se asienta la potencia para organizar y orquestar los detalles necesarios para influir sob
re un logro.Tal vez recuerdes el momento en que intentaste acordarte de un nombre, te esforzaste e insististe, pero fue en vano. Por fin desististe del compromiso de lograrlo e instantes después el nombre buscado relampagueó en la pantalla de tu mente. Este es el mecanismo para satisfacer cualquier deseo.
Entonces, ¿cuáles son esos estados de conciencia, esos estados de información y energía que hacen surgir la experiencia de la riqueza en nuestra vida?
Por cuestiones prácticas, y para que sean fáciles de recordar, los ordené como pasos de la A a la Z para crear abundancia.

Según mi experiencia, no es necesario practicar de manera conciente las actitudes que voy a describir para materializar esa riqueza. Es inútil y fatigoso realizar un esfuerzo consciente para practicar una actitud o cultivar una disposición. Sólo es importante saber cuáles son esos pasos, tener conciencia de ellos. Cuanta más atención les prestemos tanto más enraizarán en nuestra conciencia y en nuestro entendimiento. Así, habrá más probabilidades de que nuestra actitud y nuestra conducta cambien de manera espontánea, sin necesidad de esfuerzo.

El conocimiento tiene, en sí mismo, fuerza organizadora. Saber, conocer los principios, resulta bastante fácil; nuestros cuerpos procesarán y metabolizarán el conocimiento, y se producirán resultados espontáneos. Esto no sucede de la noche a la mañana, sino que empieza a manifestarse de manera gradual, después de un tiempo.

Si observas la lista y la lees una vez por día, comprobarás que de modo espontáneo ocurren cambios y que, sin ningún esfuerzo, tu vida se colma de abundancia.

A

“A” representa el ABSOLUTO, LA ABUNDANCIA, LA AUTORIDAD. La naturaleza auténtica de nuestro estado terrestre consiste en que el universo es campo fértil de todas las posibilidades. En nuestra forma más primordial somos un área que incluye todas las posibilidades.

Desde este nivel, es posible crear cualquier cosa. Este es el campo de nuestra naturaleza esencial, nuestro ser interior.

También se lo llama absoluto, y es la autoridad definitiva. Es riqueza en sí misma, pues genera la diversidad infinita y la abundancia del universo.

B

“B” representa bondad, lo bueno que con el tiempo crece más y más, evolucionando hacia lo mejor en todos los aspectos y, por último, nos brinda lo mejor de todo.

Las personas con conciencia de abundancia aspiran sólo a lo mejor. Eso también se denomina principio de “primero, lo mejor”. Si aspiras solo a la excelencia, el universo responderá dándote lo mejor.

C

“C” representa caridad y carencia de preocupaciones. Aunque uno tenga mil millones de dólares en el banco, si no conoce la experiencia de carecer de preocupaciones, y de la caridad, será pobre. Por definición, la conciencia de riqueza es un estado mental.
Si vives preocupado por la cantidad de dinero que deseas, y, en consecuencia, no tienes en cuenta el que posees, en realidad eres pobre.

De modo automático, la carencia de preocupaciones lleva a la caridad y al deseo de compartir, pues la fuente de la que proviene es infinita, ilimitada e inagotable.

D

“D” representa la ley de la demanda de servicios. Sea cual fuere el servicio que podamos prestar, siempre habrá una demanda de él. Pregúntate “¿CÓMO PUEDO SERVIR?” Y “¿CÓMO PUEDO AYUDAR?” Las respuestas están en tu interior. Cuando las halles, también descubrirás que existe una demanda para el servicio que estás en condiciones de brindar.

“D” también simboliza el dharma. Cada uno de nosotros tiene un dharma, un objetivo en la vida. Cuando estamos en el dharma, disfrutamos de nuestro trabajo y lo amamos.

E

“E” representa la euforia por el éxito de los demás, en especial de tus competidores y de quienes se consideran tus enemigos. Cuando te regocijes por su éxito, tus competidores y enemigos se convertirán en ayudantes.

“E” también simboliza el principio de que la expectativa determina el resultado. Espera siempre lo mejor y verás que la expectativa contiene en sí misma ese resultado.

F

“F” representa la conclusión de que en todo fracaso se oculta la semilla de un éxito. En la manifestación de lo material por lo inmaterial, de lo visible por lo invisible, subyace una mecánica fundamente: el principio de la realimentación.

Nuestros fracasos son peldaños en la mecánica de nuestra creación, pues nos acercan a la meta. En realidad, el fracaso no existe. Lo que llamamos así sólo es un mecanismo mediante el cual podemos aprender a hacer las cosas bien.

G

“G” represente gratitud, generosidad, DAR GRACIAS A DIOS, La gratitud y la generosidad son características naturales de una conciencia plena.

Puesto que sólo debemos perseguir la excelencia, según el principio de que primero lo mejor, ¿por qué no tomar a Dios como modelo? A fin de cuentas, no hay nadie más rico que Dios, pues Él es el campo de todas las posibilidades.

Existe un mecanismo preciso a través del cual se manifiestan todos los deseos. Los cuatro pasos son los siguientes:

Primer paso : Te deslizas por la brecha entre los pensamientos. La brecha es la ventana, el pasillo, el vértice de la transformación a través del cual la psiquis personal se comunica con el alma cósmica.

Segundo paso : Te propones un objetivo claro en la brecha.

Tercer paso : Dejas de involucrarte con el resultado, pues ir en pos de un objetivo o comprometerse con él trae aparejado salir de la brecha.

Cuarto paso : Deja que el universo se ocupe de los detalles.

Si bien es importante tener conciencia de una meta clara, también lo es abandonar el compromiso con el objetivo. Y la meta está en esa brecha, y allí se asienta la potencia para organizar y orquestar los detalles necesarios para influir sobre un logro.

Tal vez recuerdes el momento en que intentaste acordarte de un nombre, te esforzaste e insististe, pero fue en vano. Por fin desististe del compromiso de lograrlo e instantes después el nombre buscado relampagueó en la pantalla de tu mente. Este es el mecanismo para satisfacer cualquier deseo.

Mientras te esforzabas por recordar eses nombre, tu mente se mantuvo muy activa y turbulenta, hasta que al fin, por fatiga y frustración, te dejaste ir y la mente se aquietó. Poco a poco disminuyó el ritmo, casi hasta detenerse; te deslizaste en esa brecha, donde liberaste tu deseo, y muy pronto lo viste cumplido. Este es el verdadero significado de “Pide y te será dado”, o “Llama a la puerta y se te abrirá”.

Uno de los modos más fáciles y descansados de deslizarse en la brecha consiste en hacerlo a través de la meditación. Y existen muchas formas de meditación y oración que pueden ayudarnos a manifestar deseos desde la brecha

“H”

Representa la Humanidad Que nos hace saber que estamos aquí para hacer que cada ser humano con quien estemos en contacto sea feliz.

De manera natural, la vida se orienta en dirección a la felicidad. Constantemente tenemos que preguntarnos si lo que hacemos nos brindará dicha, a nosotros y a quienes nos rodean. Porque la felicidad es el fin último, es la meta de todas las metas.

Cuando buscamos dinero, o una buena relación, o un excelente trabajo, lo que en realidad buscamos es la felicidad, y cometemos el error de no ir, en primer lugar, en busca de la felicidad. Si lo hiciéramos, todo lo demás vendría por añadidura.

“I”

Representa intento, o intención Nos remite a sus poderes insoslayables. Significa adoptar una decisión inquebrantable, de la que no es posible retroceder. Simboliza la unidad de propósito. Es un objetivo definido, al que no se oponen deseos o intereses que entren en conflicto con él.

Para adquirir riquezas y, a decir verdad, para adquirir cualquier otra cosa en el universo de lo físico, hay que intentarlo, decidirse a procurarlo. La decisión es inmutable, con un propósito fijo, y nada habrá de contradecirla. El universo se hace cargo de los detalles, organiza y orquesta las oportunidades. Uno sólo se limitará a estar alerta a esas oportunidades.

“J”

Representa el hecho de que no es necesario juzgar Cuando seguimos el impulso de clasificar todo en bueno o malo, en correcto o equivocado, en nuestra conciencia no hay silencio. Si nos deshacemos del peso del juicio, el diálogo interior comienza a acallarse, y en consecuencia resulta más fácil acceder a la brecha.

Por tanto, es importante apartarse de definiciones, etiquetas, descripciones, interpretaciones, evaluaciones, análisis y juicios, pues todo ello genera turbulencia en nuestro diálogo interior.

“K”

Representa el karma positivo del conocimiento EL conocimiento (el poder organizador inherente al saber), sea de la clase que sea, se metaboliza de modo espontáneo y trae consigo un cambio en la conciencia, por medio del cual pueden crearse nuevas realidades.

Por ejemplo, familiarizarse con el conocimiento que surge de este libro creará espontáneamente las condiciones para la abundancia de todo tipo.

“L”

Representa la libertad de amar Amate a ti mismo. Ama a tu familia. Ama a tus clientes. Ama a todos. Ama al mundo. No hay poder más intenso que el del amor.

También simboliza la laboriosidad como estilo de vida, condición previa para que la abundancia comience a fluir.

“M”

Representa el manantial de las monedas. Ganar dinero para otros, ayudar a otros a ganarlo, porque ayudar a otros a hacer dinero, y contribuir a que otras personas colmen sus deseos, es un modo seguro de obtenerlo uno mismo y, además, de satisfacer los propios sueños con más facilidad.

“M” también se refieren a motivar. La mejor manera de motivar a otras personas a que nos ayuden a satisfacer nuestros deseos consiste en contribuir a satisfacer los de ellas.

“N”

Representa decirle no a la negatividad. Mi amigo, el famoso escritor Wayne Dyer, me enseñó una técnica sencilla para lograrlo, Cada vez que lo asalta un pensamiento negativo, dice para sí: “Nada de eso”, y piensa en otra cosa.

Decirle no a la negatividad incluye no acercarse a personas negativas, pues esa es la clase de gente que mina nuestras energías. Rodéate de amor y de positividad, y no permitas que se genere negatividad en el ambiente en el que desenvuelves.

“O”

Representa que la vida es la coexistencia de los valores opuestos.

El gozo y la pena, el placer y el dolor, arriba y abajo, calor y frío, aquí y allá, luz y oscuridad, nacimiento y muerte. Toda experiencia ocurre por contraste, y cada uno de esos términos carecería de significado sin el otro. Una vez, un profeta sabio dijo: “El que nació ciego nunca conocerá el significado de la oscuridad, pues nunca percibió la luz”.

Cuando en nuestra conciencia surge una serena conciliación, una aceptación de esta coexistencia vital de los valores opuestos, de manera automática dejamos de juzgar. Vemos al conquistador y al conquistado como los dos polos del mismo ser. No enjuiciar trae consigo el apaciguamiento del diálogo interior, lo que abre la puerta a la creatividad.

“O” también alude a la oportunidad de una comunicación franca y abierta. Cada contacto con otro ser humano es una oportunidad para el crecimiento y la satisfacción de los deseos… basta con estar alerta a las oportunidades, a través de una conciencia cada vez más despierta. La comunicación abierta y franca deja abiertos los canales para concretar esas oportunidades.

“P”

Representa el Propósito En La Vida, Y La Potencialidad Pura. Estamos aquí para cumplir un propósito, y a nosotros nos corresponde descubrir cuál es. Una vez que conocemos ese propósito, su conocimiento nos lleva a comprender que somos auténtica potencialidad. Resulta indispensable tener la capacidad de expresar nuestro propósito en los términos más simples. Por ejemplo, el mío es curar, hacer feliz a todo el que entre en contacto conmigo, y generar paz.

El conocimiento de nuestro propósito abre la puerta al campo de la pura potencialidad, pues en el interior de nuestro deseo habitan las semillas y los mecanismos para su satisfacción.

El sabio védico afirma: “Yo soy el potencial inconmensurable de lo que fue, es y será, y mis deseos son como semillas en la tierra: aguardan la estación propicia, para manifestarse luego en bellas flores y árboles vigorosos, en jardines de ensueño y bosques majestuosos”

“Q”

Representa el qué interrogante, la búsqueda del quid de la cuestión:

Poner en tela de juicio el dogma, la ideología, la autoridad exterior a nosotros. La única manera de romper la hipnosis del condicionamiento social consiste en cuestionar lo que se da por sentado, lo que la gente asume como verdadero.

“R”

Representa que Recibir es tan necesario como dar. Recibir con elegancia es una de las formas de la dignidad de dar. Quienes no saben recibir, en realidad son incapaces de dar. Dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de energía del universo.

No necesariamente nos referimos a dar y recibir cosas materiales. Recibir con elegancia un cumplido, una manifestación de admiración o de respeto, también indica la capacidad de ofrecerlos a los demás. Y la falta de respeto, de cortesía, de buenos modales, o de admiración, genera un estado de pobreza, al margen de la cantidad de dinero que uno tenga en el banco.

“S”

Representa el Servicio que debe prestar el dinero, haciéndolo circular. El dinero es como la sangre: tiene que fluir. Acumularlo y aferrarse a él enturbia la vida. Para que crezca, hay que ponerlo en circulación, pues de lo contrario se bloquea y causa daño, igual que la sangre coagulada.

El dinero es energía vital que intercambiamos y usamos, como resultado del servicio que brindamos al universo. Y para que siga llegando a nuestras manos, tenemos que mantenerlo en circulación.

“T”

Representa la trascendencia, el tiempo infinito de la conciencia, el talento, y el traspaso del diezmo. De acuerdo con mi experiencia personal, sin trascendencia la vida carece de belleza. Para vivir una vida plena, es necesario traspasar todas las fronteras.

Como dijo el poeta sufi Rumi: “Más allá de los conceptos de hacer las cosas bien o mal, hay un territorio. Allí os espero”. Yo siento que mi experiencia de trascendencia, a través de la práctica de la meditación, me confiere estabilidad interior y un silencio permanece en mí, y ninguna actividad perturba. Ese silencio permanece en mí, y ninguna vivencia externa logra enturbiar la conciencia y la experiencia de mi propio ser.

“T” también sugiere el tiempo infinito de la conciencia, en oposición a la conciencia del tiempo. La conciencia temporal surge cuando tocamos el propio ser por la imagen del ser. Esta imagen es una máscara social, un disfraz protector tras el cual nos ocultamos.
En ese tiempo ligado a la conciencia, nuestra conducta siempre sufre la influencia del pasado, y de la ansiedad y el miedo al futuro. La conciencia del tiempo está siempre cargada de culpa y de pena, y tiene sus raíces en el temor. Provoca aislamiento, vejez y muerte.

El profeta védico afirma: “no me preocupa el pasado y no le temo al futuro, pues mi vida está por entero concentrada en el presente y, a medida que se presentan las situaciones, las respuestas acuden a mí”. Este es también un estado de satisfacción. El ser no habita en el reino del pensamiento, sino en la brecha entre los pensamientos. El alma universal nos murmura suavemente desde ese lugar, y eso es lo que llamamos intuición. La conciencia temporal está en el intelecto. EL tiempo infinito de la conciencia, en cambio, está en el corazón, se siente.

“T” también simboliza el talento para llevar la creatividad al máximo, y brindar el mejor servicio, conviene desarrollar un banco de talentos, o un conjunto de individuos, cada uno de los cuales posea una habilidad única, y que, al sumar esos talentos, se obtenga algo superior a la suma de las partes.

Y faltaría agregar el traspaso de un diezmo. ¿Qué significa esto? Significa desprendernos de cierta porción de nuestros ingresos, sin condiciones ni ataduras. Cuando uno da, se produce un vacío que atrae más aún de lo que se cedió. Como, dijo Emerson, “Sin un corazón rico, la riqueza se convierte en un feo mendigo”.

“U”

Representa la comprensión de la Unidad que se oculta tras la diversidad. El sentido de la unidad es un estado de iluminación en que traspasamos la máscara de la ilusión, que es la que provoca separación y fragmentación. Tras la separación externa, existe un campo unificado de integridad. En este caso, el observador y el paisaje son una unidad.

Experimentamos el sentido de la unidad cuando nos enamoramos, cuando estamos en contacto con la naturaleza, contemplando las estrellas o caminando por la playa, escuchando música, bailando, leyendo poesía, orando, o en el silencio de la meditación.

“V”

Representa Valores Verdad, integridad, honestidad, amor, fe, devoción y belleza. El gran poeta indio Rabindranath Tagore dice: “Cuando sentimos la belleza, la conocemos como una verdad”.

Sin valores, hay confusión y caos. Si los valores se desintegran, todo se desintegra. La salud se desintegra, la pobreza domina a la riqueza, y las sociedades y las civilizaciones se derrumban.

Cuando prestamos atención a los valores que la sociedad siempre consideró sagrados, del caos surge el orden, el campo de potencialidad pura de nuestro interior se vuelve todopoderoso, y crea todo lo que desea.

“W”

Representa a las Walkirias que manifestaban abundancia sin preocupaciones. La conciencia de la abundancia significa ausencia de preocupaciones monetarias.

Una vez comentábamos con mi maestro, el Maharishi Mahesh Yogi, un proyecto para la paz mundial. Alguien le preguntó de dónde saldría el dinero necesario para financiarlo, y el maestro respondió sin vacilar: “Del lugar donde esté en ese momento”:

“X”

Representa el xilofón Que con sus melodiosos sonidos, en sus diversas modulaciones y longitudes, nos permite expresar un sincero agradecimiento y nuestro aprecio a todos los que nos ayudaron. Nunca debemos fingir que valoramos algo, pero si lo sentimos tenemos que demostrarlo. La expresión de la gratitud es una fuerza tan poderosa que crea más de lo que ya recibimos.

“Y”

Representa el yunque donde se labra el Vigor Juvenil Cuando la identidad de lo que somos se refiere al ser, nos sentimos sanos. Si nos identificamos con objetos, ya sean situaciones, circunstancias, personas o cosas, cedemos nuestra energía al objeto de referencia. El resultado es que sentimos déficit de energía y de vitalidad.

En cambio, cuando nuestra identidad proviene del ser, conservamos la energía en nosotros mismos. Nos sentimos fuertes, poderosos, y experimentamos el vigor de la juventud.

“Z”

Representa el Zenit, el punto más alto del gusto por la vida Significa apreciar la vida en toda su vitalidad y exuberancia. Es saber que sólo existe una vida, que se expresa en multitud de formas. Y que vida consiste en saber que el poder existe en este preciso momento. Es saber que yo soy vida, que Tú eres vida, que todo es vida, y vida es todo lo que hay.

Tagore dijo un a vez: “La misma corriente de la vida que recorre el mundo, corre por mis venas noche y día, y danza con ritmo propio. Es la misma vida que derrama alegría a través del polvo de la tierra, en innumerables briznas de hierba, y brota en tumultuosas oleadas de flores”. El designa todo esto como “el pulso de vida de las eras, que danza en mi sangre en este instante”.

En el zenit, estamos en contacto con este pulso de las eras de la vida, que danza en nuestra sangre en este instante. ES ENFRENTAR LO DESCONOCIDO SIN MIEDO Y CON LIBERTAD. Lo desconocido es el campo de todas las posibilidades en cada momento del presente. Y eso es libertad, más allá de los condicionamientos del pasado, de la prisión del espacio, del tiempo y de la causalidad.

Como dijo una vez Don Juan a Carlos Castaneda: “En tanto enfrentemos nuestro destino específico con definitivo abandono, da igual cuál sea ese destino”. Esto es ausencia de miedo. Esto es alegría. Esto es libertad. Esto es amor por la vida.

Aquí estamos. Estos son los peldaños en el camino de la abundancia sin límites, el alfabeto de la prosperidad. Y repito: no es necesario cultivar de manera consciente una actitud relacionada con esos atributos. Sólo es necesario saber que existe.

Lee la lista todos lo días y descubrirás que tu vida cambia y se convierte en la expresión de la abundancia, de una prosperidad sin límites, de infinitud y de inmortalidad.

Crea tanta prosperidad como te pida tu corazón. Colma cada uno de tus deseos materiales e inmateriales. Crea riqueza, pero gástala. Compártela, dásela a los demás. Dásela a tus hijos, a tu familia, a tus parientes, amigos, a la sociedad y al mundo. Pues la riqueza es del universo y no nos pertenece… nosotros le pertenecemos.

Somos hijos privilegiados, y el universo nos eligió para compartir con nosotros sus bondades. Sólo tenemos que prestar atención a la abundancia, y será nuestra. Lo único importante es la atención.

Como dijo una vez un gran sabio de la India: “Estás donde te transporta tu atención. Si tu atención está fragmentada, también lo estás tú. Cuando fijas tu atención en el pasado, estás en el pasado. Cuando tu atención está en el presente, te encuentras en presencia de Dios, y Dios está presente en ti”.

Presta atención al presente, a lo que estás haciendo. Dios está en todas partes y bastará con que abarques Su presencia con tu atención.

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