Sentirse a uno mismo
Pareciera que todos son dueños de sus vidas.
En cambio son pocos los que son verdaderamente, dueños de sus propias
vidas.
Y ésta es la causa de muchas tristezas, depresiones, descontentos,
ansiedades y angustias.
Tenemos la impresión de que no llevamos las riendas de nuestra propia
existencia. Y eso no nos gusta.
Sentimos que nuestra vida está en otras manos y que no la dirigimos
como verdaderos dueños.
Aduéñate de tu vida.
Es tan importante y consolador que bien merece el esfuerzo.
Si esperas que los demás decidan por ti.
Si culpas a otros por tus errores y desgracias.
Si no te conoces, amas y respetas de verdad a ti mismo.
NECESITAS URGENTEMENTE ADUEÑARTE DE TU VIDA.
Cuanto más dueños nos sentimos de nuestra propia vida, menos
necesitamos imponer, dirigir y controlar a los demás.
Un maestro de la antigüedad ya escribía hace cientos de años:
"Si yo no me pertenezco a mi mismo, entonces ¿quién puede
pertenecerme? Y si soy únicamente para mí mismo, entonces
¿qué soy?".
Y si todo esto no lo hago ahora, ¿cuándo?
Muchos piensan que sintiéndose pobres, sumisos, débiles,
humildes...
los demás los amarán más y aceptarán mejor.
Muchos piensan que sintiendo y pensando como los demás, son mejor
aceptados por ellos.
Muchos piensan que siendo dueños de sus vidas, con verdadera libertad
interior, se sentirán aislados y nadie los ayudará, olvidando que
cuanto más dueños somos de nuestras vidas, más damos y mas
recibimos.
Muchos piensan que hacen un gran favor y obsequio estimable al otro,
cuando dicen: "Sin ti mi vida es nada. Sin tu amor no soy nada".
Si es así, el único que vale es el otro.
Ellos sólo le ofrecen lo que son: nada.
ADUEÑATE DE TU VIDA.
Empieza a pensar por ti, a sentir por ti, a decidir por ti y asumir las
consecuencias de todos tus actos.
Es la única manera de que tu vida sea realmente tuya.
"La felicidad es una mariposa que sale volando cuando la persigues, pero
que puede posarse a tu lado si te sientas tranquilamente a mirar."
(Nathaniel Hawthorne)
El concepto de felicidad difiere mucho de una persona a otra y aunque
pueden haber cosas y sensaciones que nos sean comunes , las alegrías
de unos pueden ser sufrimientos para otros . Esto lo podemos comprobar
en cosas tan simples como ésta: escalar una montaña puede llenar
de pánico a una persona cualquiera, sin embargo a un escalador lo
hará profundamente feliz.
Hay personas que son tremendamente felices en la quietud de la vida
familiar o laboral, sin embargo están aquellas personas que buscan ,
el movimiente , el bullicio e incluso el riesgo para sentirse felices.
La felicidad no depende tanto de lo que ocurre en el exterior sino de
lo que ocurre en nuestro ser interior , de las ideas que hemos ido
formando de nosotros mismos , de nuestro entorno, de la vida , en ese
bosque misterioso llamado mente.Allí tenemos el sol y la luna , las
montañas y los valles , el arcoiris , las sombras de la noche y la
luz del amanecer. Busquemos en nuestra mente las razones para ser
felices y desechemos aquellas que nos impulsan a la tristeza.
La felicidad no depende de lo que hacemos , de lo que tenemos , de si
nos gusta nuestra apariencia física, más bien depende de que lo
que hagamos lo hagamos con gusto, con agrado, que estemos satisfechos
con lo que tenemos , que nos aceptemos como somos , que nos queramos y
respetemos, que usemos nuestros dones adecuadamente.
En conclusión la felicidad depende de que queramos ser felices y de
que estemos a gusto con nosotros mismos y agradecidos por la vida que
nos ha tocado vivir y por el amor de Dios y de nuestros seres queridos
que nos han permitido existir. Porque así sea hago votos al Señor,
a quien le pido que los bendiga y guarde con bien.
http://concienciadeser.es/psicologia/sentirse_unomismo.html
En cambio son pocos los que son verdaderamente, dueños de sus propias
vidas.
Y ésta es la causa de muchas tristezas, depresiones, descontentos,
ansiedades y angustias.
Tenemos la impresión de que no llevamos las riendas de nuestra propia
existencia. Y eso no nos gusta.
Sentimos que nuestra vida está en otras manos y que no la dirigimos
como verdaderos dueños.
Aduéñate de tu vida.
Es tan importante y consolador que bien merece el esfuerzo.
Si esperas que los demás decidan por ti.
Si culpas a otros por tus errores y desgracias.
Si no te conoces, amas y respetas de verdad a ti mismo.
NECESITAS URGENTEMENTE ADUEÑARTE DE TU VIDA.
Cuanto más dueños nos sentimos de nuestra propia vida, menos
necesitamos imponer, dirigir y controlar a los demás.
Un maestro de la antigüedad ya escribía hace cientos de años:
"Si yo no me pertenezco a mi mismo, entonces ¿quién puede
pertenecerme? Y si soy únicamente para mí mismo, entonces
¿qué soy?".
Y si todo esto no lo hago ahora, ¿cuándo?
Muchos piensan que sintiéndose pobres, sumisos, débiles,
humildes...
los demás los amarán más y aceptarán mejor.
Muchos piensan que sintiendo y pensando como los demás, son mejor
aceptados por ellos.
Muchos piensan que siendo dueños de sus vidas, con verdadera libertad
interior, se sentirán aislados y nadie los ayudará, olvidando que
cuanto más dueños somos de nuestras vidas, más damos y mas
recibimos.
Muchos piensan que hacen un gran favor y obsequio estimable al otro,
cuando dicen: "Sin ti mi vida es nada. Sin tu amor no soy nada".
Si es así, el único que vale es el otro.
Ellos sólo le ofrecen lo que son: nada.
ADUEÑATE DE TU VIDA.
Empieza a pensar por ti, a sentir por ti, a decidir por ti y asumir las
consecuencias de todos tus actos.
Es la única manera de que tu vida sea realmente tuya.
"La felicidad es una mariposa que sale volando cuando la persigues, pero
que puede posarse a tu lado si te sientas tranquilamente a mirar."
(Nathaniel Hawthorne)
El concepto de felicidad difiere mucho de una persona a otra y aunque
pueden haber cosas y sensaciones que nos sean comunes , las alegrías
de unos pueden ser sufrimientos para otros . Esto lo podemos comprobar
en cosas tan simples como ésta: escalar una montaña puede llenar
de pánico a una persona cualquiera, sin embargo a un escalador lo
hará profundamente feliz.
Hay personas que son tremendamente felices en la quietud de la vida
familiar o laboral, sin embargo están aquellas personas que buscan ,
el movimiente , el bullicio e incluso el riesgo para sentirse felices.
La felicidad no depende tanto de lo que ocurre en el exterior sino de
lo que ocurre en nuestro ser interior , de las ideas que hemos ido
formando de nosotros mismos , de nuestro entorno, de la vida , en ese
bosque misterioso llamado mente.Allí tenemos el sol y la luna , las
montañas y los valles , el arcoiris , las sombras de la noche y la
luz del amanecer. Busquemos en nuestra mente las razones para ser
felices y desechemos aquellas que nos impulsan a la tristeza.
La felicidad no depende de lo que hacemos , de lo que tenemos , de si
nos gusta nuestra apariencia física, más bien depende de que lo
que hagamos lo hagamos con gusto, con agrado, que estemos satisfechos
con lo que tenemos , que nos aceptemos como somos , que nos queramos y
respetemos, que usemos nuestros dones adecuadamente.
En conclusión la felicidad depende de que queramos ser felices y de
que estemos a gusto con nosotros mismos y agradecidos por la vida que
nos ha tocado vivir y por el amor de Dios y de nuestros seres queridos
que nos han permitido existir. Porque así sea hago votos al Señor,
a quien le pido que los bendiga y guarde con bien.
http://concienciadeser.es/psicologia/sentirse_unomismo.html
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