Dharmi, un método para “darse” a sí mismo
Dharmi
Esta terapia holística creada por Kristelle Chopard, brinda autoconocimiento, transformación y crecimiento personal. Se basa principalmente en la postura corporal. Las preguntas eternas de la vida que comienzan a hallar respuesta a partir de uno mismo.
Dharmi” se traduce como “darme a mí mismo”. Sheila Murphy, instructora en Argentina, explica que la terapia incluye enseñanzas de la reflexología, masaje Thai, y enseñanzas antiguas de los aborígenes australianos y bolivianos (descendientes de los Tiagonacu).
La terapia, netamente del Tercer Milenio, reúne lo antiguo con lo moderno. Se define como autoconocimiento, transformación y crecimiento personal que se basan en la postura, combinada con las características de los cinco elementos o energías fundamentales.
”Se utiliza al cuerpo físico como guía para entrar en contacto directo con nuestras limitaciones, trascenderlas y encontrar así una forma auténtica de superación y realización personal, despertando los verdaderos dones y potenciales de nuestro ser, que guiarán nuestra misión en la vida”, explica Murphy quien aprendió el método de su creadora, la suiza Kristell Chopard (Amarun), en la ciudad de Bariloche.
”Uno nace buscando, es un buscador nato”, señala Sheila –que pasó su niñez en un campo cercano a Carmen, en la Pampa Húmeda argentina, vivió hasta hace dos años en Bariloche y hoy está radicada en la Capital Federal- para explicar por qué se acercó a esta terapia y se convirtió en difusora. “Estoy en la búsqueda permanente y siempre sentía que faltaba algo, sobre todo cuando uno se topa con temas o situaciones que cuestan enfrentar. Ante esa imposibilidad uno se decae y todo eso afecta la evolución. Así llegué a Dharmi que es realmente una terapia integral porque trabaja con la totalidad del ser, con todos los cuerpos (físico, mental, espiritual) y apunta a la limpieza de ellos”, indica Murphy.
Lo que básicamente permitiría esta terapia que incluye una primera sesión de “lectura corporal” y cinco más de trabajo, es programar la vida personal de tal manera que se puedan enfrentar esas situaciones claves en cada uno y así llevar a una correcta evolución.
Preguntas claves como quién soy, cuál es mi misión, cuál es mi vocación, la verdadera, la que permita cumplir mi misión en armonía, cuáles experiencias pasadas limitan mi evolución bloqueando mis poderes de realización, hallan respuesta tras un exhaustivo trabajo. “Este método te permite encontrar el origen de las diferentes pruebas o logros que se han manifestado; pases más allá del tiempo y del espacio descubriendo que todo lo que está sucediendo tiene un significado divino y responde a memorias, patrones y virtudes desarrolladas. Permite crecer saliendo de círculos viciosos que fueron creados por procesos difíciles de la vida. En resumen, es aprender a usar tus propios potenciales, los conocidos y los que esperan su apertura, enfrentando la vida con valor, amor, armonía, conciencia, abundancia y libertad”, acota la instructora visitante, quien en su constante búsqueda se acercó al Reiki y al Biorritmo, entre varias terapias.
La metodología
Murphy explica que en la primera sesión de Dharmi se realiza una lectura corporal de pies y manos, “allí tenemos toda un caudal enorme de información desde el punto de vista físico y de los planos más sutiles. Se lee a través de los elementos: tierra (la base de la persona, por ejemplo las callosidades); aire (los vacíos, la mente); fuego (los rojos y musculatura, la imagen y los sentimientos); y agua (hongos, humedad, toda la relación con los sentimientos más profundos). A partir de esta lectura se ve lo dones que uno trae desde la eternidad”.
Una vez que se pasa la sesión inicial, la persona que accede al método deberá recorrer cinco encuentros más con la instructora donde se va realizando un trabajo corporal ejercicios y diálogo) en el que se enfrenta a determinadas situaciones personales. “Es la misma persona que va al encuentro de sus historias y las enfrenta. Dharmi hace que la información llegue a la persona, lo que hace es transformar las limitaciones en herramientas para salir adelante. Por eso es una terapia evolutiva, porque cada uno se hace cargo de su vida. Es hacerme cargo de mi vida y no dejar que todo el mundo haga”, aclara Sheila.
Una de las ganancias de la terapia es sin duda la confianza en uno mismo. Cada sesión dura aproximadamente una hora y según señala Murphy, la vivencia es tan única como las individualidades que a ella acceden.
La lectura del cuerpo es la esencia, ya que éste muestra otra visión totalmente distinta a la que brinda la mente. “Los occidentales somos muy analíticos, pura mente, con Dharmi aprendemos a equilibrar corazón y cabeza”, resume.
Lo aconsejable es iniciarse en el Dharmi a partir de los 16 a 18 años y aprender a usar el cuerpo con toda su memoria como guía. “El cuerpo es un libro de historia. Nosotros estamos acostumbrados a usar lo que más se nos destaca, por ejemplo la simpatía o el carisma, y un día nos encontramos con algo que nos demuestra que tenemos otro don. Hay que usar todo el potencial”, aconseja Murphy.
En este tercer mileno, tan característico por la búsqueda interior, Dharmi ayuda a “perder el miedo y dejar de ser alguien que pasa por el mundo sin dejar una huella. Te hace despertar la originalidad de cada uno para hacer un mundo mejor”, finaliza Sheila.
La creadora
Kristell Chopard nació en Suiza y habla 4 idiomas (francés, alemán, inglés y español). Su camino hasta estas tierras es muy particular. En su país natal trabajó como asistente de dirección, lo que le permitió viajar profesionalmente por Europa. También se ganó la vida como asistente en exportación hacia Alemania dentro de una empresa suiza. Paralelamente realizó cursos de crecimiento personal “lo que la llevaron a ser más conciente del llamado de su corazón”, según sintetiza en su página web. “La conquista y aventura se transformó en su meta, pero, no sólo en el mundo externo, sino y principalmente, en el interno. Lo que le permitió participar de cursos en instituciones privadas, viajar, etc.”, agrega.
Profesionalmente, tenía un trabajo estable, buena remuneración económica, apoyo social y tiempo libre a disposición. Lo que le permitió viajar y comenzar a explorar en costumbres antiguas como la de los aborígenes australianos y americanos. Así creó el Dharmi. Vivió muchos años en Chile y desde allí pasó a Bariloche donde formó a varios instructores de su técnica. Actualmente está en España.
Los beneficios
- Liberarse de patrones limitantes (físicos, emocionales o mentales) Desarrollar y expresar nuevas formas de Ser experimentando distintos puntos de referencia frente a situaciones cotidianas. Superar limites de forma integral a través de la vivencia.
- Conexión y desarrollo de la sabiduría interna.
- Fortalece la energía vital, despertando la motivación, clarificando la mente y armonizando las relaciones.
- Ganar tiempo logrando más claridad, más espontaneidad, más confianza y más fuerza.
- Lograr mayor eficacia desde el punto de vista productivo: concentración, armonía y responsabilidad.
- Despierta, realiza y abre las puertas al potencial básico, aprendiendo y eliminando las limitaciones.
- Supera límites de forma integral a través de la vivencia.
- Fortalece la energía vital, despertando la motivación, clarificando la mente, armonizando las relaciones.
- Gana tiempo logrando más claridad, espontaneidad, confianza y fuerza.
Marcela Carletta
Periodista
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