LA ALEGRÍA DE VIVIR LA ALEGRIA COMO SENTIMIENTO VITAL. Si dejamos abiertos de par en par los sentidos y nuestro cuerpo y nuestro espíritu, en perfecta sintonía, se dejan invadir por la Naturaleza y por la vida que late en los demás seres, como por arte de magia nos sentiremos inundados de la paz, la fuerza, el orden y la belleza de esa maravillosa sinfonía de la creación en todo su esplendor. Y es que la vida en sí misma es un generador constante de alegría. Estar abiertos a la Naturaleza proyectándonos sobre ella con amor y con ternura, aspirando la fuerza del agua de los torrentes, el canto de los pájaros, el verde amplio de las praderas, la fresca sonrisa de un niño, o el rostro añoso de un anciano, es la forma más sencilla y natural de enriquecernos con la alegría más sana y auténtica, la que rezuma a raudales la vida que nos rodea, porque 1a alegría es un sentimiento vital y dondequiera que aliente un soplo de vida, allí se encontrará la alegría. El niño, desde su más tierna infan