Tú no creaste su dolor, Jeff Foster
Tú no puedes salvar a nadie. Puedes estar presente con los demás, ofrecerles tu estabilidad, tu firmeza, tu cordura, tu paz. Incluso puedes compartir tu trayectoria con ellos, ofrecerles tu punto de vista sobre las cosas, pero no puedes quitarles su dolor. No puedes recorrer su camino por ellos. No puedes darles las respuestas que sean correctas para ellos, ni tan siquiera respuestas que puedan digerir en este momento. Ellos tendrán que encontrar las suyas propias, plantear sus propias preguntas o bien perderlas, entablar amistad con su propia incertidumbre. Necesitan cometer sus propios errores, sentir sus propias penas, aprender sus propias lecciones. Si de verdad quieren estar en paz, tendrán que confiar en la senda de sanación que se va revelando poco a poco, paso a paso. Pero tú no puedes sanarlos, no puedes ahuyentar su miedo, su ira, sus sentimientos de impotencia. No puedes salvarlos ni hacer que les vaya bien. Si los presionas demasiado, puede que solo consigas que acaben perdiendo su rumbo propio y singular. Puede que la senda que tú has seguido no sea la de ellos, por mucho que esa posibilidad te duela o te confunda.
Tú no creaste su dolor. Quizá hicieras o dejaras de hacer ciertas cosas, dijeras o callaras algunas otras, detonando así el dolor que ya albergaban en su interior, pero tú no lo creaste, y, por lo tanto, no eres culpable de nada, por mucho que ellos puedan decir que así es. Tú puedes asumir la responsabilidad de tus palabras y de tus acciones, claro que sí. Y también puedes lamentarte del pasado y pedir perdón, pero no puedes borrar ni cambiar lo que ya sucedió, ni tampoco puedes controlar el futuro. Lo único que puedes hacer es encontrarte con ellos en el aquí y el ahora, en el único lugar en el que tienes poder. Ni tú eres responsable de su felicidad ni ellos lo son de la tuya.
Jeff Foster
La senda del reposo
Fte: Fb mujeres en círculo
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