Suplemento narcisista

El mayor temor de un/a narcisista es ser ignorado por los demás. Los demás son su espejo, espejos que, en mayor o menor grado, siempre debe manipular para que reflejen lo que él/ella fantasea ser. 

Ese reflejo es imprescindible, porque es la emoción que causa en los demás, buena o mala, amor u odio, dolor,... no importa; siempre que le responda.

Sin espejos que lo reflejen, él casi que no existe, no puede verse a sí mismo, no sabe validarse, solo ve vacío.

Por eso siempre estará en búsqueda de público; siempre debe estar rodeado de admiración, reconocimiento, halagos, atención, validación; o dolor, frustración, caos, conflictos, confusión... todo vale menos "la nada".

A eso se le llama “suplemento narcisista” (narcissistic supply).

Un concepto que no es fácil de entender para un no-narcisista. Este ejemplo puede ayudar:

Imagina al narcisista como alguien que vive aislado en una habitación llena de espejos, pero por más que intenta mirarse en alguno, ninguno lo refleja. Es como si no fuera nada, como si no estuviera ahí, como si no existiera, como si estuviese muerto... abandonado...

Ahora imagina que, de repente, el narcisista descubre que entre todos los espejos, hay uno que lo refleja; y además de la mejor manera que hubiera podido imaginar jamás, sin ninguna de las imperfecciones que sabe que tiene; ese espejo le devuelve su imagen “ideal”. 

El narcisista deseará poseer ese espejo más que a nada en su vida.

Ese espejo es el suplemento narcisista primario. Mientras le devuelva ese reflejo, será valorado como su objeto más preciado...

Pero en este punto hay que aclarar que el espejo es una persona, y lo que el narcisista "ama" tanto no es a la persona-espejo que él trata como un objeto; de lo que está enamorado es del reflejo, de la imagen perfecta de sí mismo que le devuelve, que con los correctos filtros debidamente manipulados, está acorde a su falso e inflado yo.

Ese espejo, o suplemento narcisista primario, suele ser su pareja del momento.

Luego, además, van por la vida buscando otros espejos (amigos, familia, colegas, amantes,..  etc.) que los reflejen como ellos quieren verse en esos distintos ámbitos. Los espejos "defectuosos", los que no lo reflejen bien guapo, serán descartados, envidiados, desvalorizados y objeto de la temible y característica ira narcisista

Porque un narcisista siente una irrefrenable envidia patológica de todo aquel/lla que él percibe mejor. 

Si conocen a alguien “mejor”, lo envidian. Eso crea una dicotomía: los espejos que mejor lo reflejan suelen ser personalidades que ellos desean ser, y por tanto, los que más envidian y los que más sufren las consecuencias de tal caos de malos sentimientos.

Lo difícil es que el espejo-suplemento-primario, o sea, su pareja, refleje siempre la mejor versión de él, porque irremediable, a medida que va conociendo y sufriendo al narcisista, descubriendo su manipulación, sus mentiras, sus humillaciones, infidelidades, promiscuidad, deslealtad, su absoluta carencia de responsabilidad afectiva, la inoculación de miedo al abandono, de celos, inseguridad a la que ha sido sometida... deja de devolver el reflejo soñado y empieza a reflejar las imperfecciones. 

En cuanto la venda cae de los ojos, desaparecen los filtros. Y el espejo pasa de ser mágico a ser defectuoso.

Entonces al narcisista solo le queda una opción: Intentar someter a su espejo a toda costa para que vuelva a ser mágico. Y si eso no es posible, lo romperá, nunca del todo; y lo abandonará, pero sin llegar nunca a perderle la pista, por si necesita algún día algo más de él..., 

y sencillamente, buscará otro espejo que lo iguale.

A eso se le llama CICLO DE ABUSO NARCISISTA:

1. Idealización: tú eres el mejor espejo.

2. Devaluación: tú eres un mal espejo que solo refleja reproches y falsas acusaciones

3. Descarte: te rompe, te difama contándole al mundo entero que estás loca y cambia de espejo.

Cuando encuentra otro espejo que cree que vale la pena, lo seduce, de nuevo engalanado con sus mejores máscaras, ésas que sabe que mejor encajan con su nuevo suplemento, y...vuelven a empezar...

Este juego diabólico

no solo lo aplica a sus parejas, lo practica en todos los ámbitos de su vida: trabajo, amistad, reputación, dinero, familia, poder, etc.

Un narcisista busca espejos que puedan moldear para reflejar lo que fantasean ser en cada aspecto de su existencia.

En el momento en que encuentran un espejo que los refleja mejor, descartan y hacen añicos al anterior o anteriores.

Y si no los pueden romper, porque algún espejo, especialmente el primario, se rebele y lo abandone a él, pues se aplicarán el "yo no he hecho nada malo" y harán pensar a todos los demás que el "defectuoso" era el espejo, no él... nunca él. 

Al final, su objetivo es tener un palacio lleno de espejos que reflejen el ideal que tiene de sí mismo en todos los aspectos.

Para un narcisista, cualquier reflejo

es mejor que no tener ninguno. Porque no tener ninguno significa no existir, el vacío, la oscuridad,...

Pero claro, tarde o temprano todos los espejos terminan defectuosos, porque ¿quién soporta a alguien tan insoportable sin rechistar ni siquiera un poquito?

Y así es como la eterna condena del narcisista, termina siendo precisamente lo que más teme: la indiferencia de la soledad.

NOTA: una ínfima minoría de ell@s tienen la opción de mejorar con terapia de por vida, pero lo normal es que tod@s sus terapeutas terminen siendo un@s loc@s defectuosos también... lo cual lo hace complicado, muy complicado.

Gracias M.P.T. ©️