Tú, Yo, y los demás, Verónica Aros

Muchos somos los que queremos ayudar a los más cercanos: familiares, amigos.  Sin embargo al ayudar, les solucionamos el problema, y con ello les producimos más daño que bien, porque los hacemos “inútiles, inválidos, incapaces”, les cerramos las puertas de la creatividad y de la superación.   Especialmente nos pasa con aquellos cercanos que ya son  adultos.  Los ponemos en un “andador”  tan grande que no cabe por ninguna puerta.  Eso que está viviendo, es necesario para su evolución, para que se despierten sus capacidades, sus talentos y potenciales.  

No se trata de transformarnos en seres insensibles o fríos, sino todo lo contrario.  Todas las personas necesitamos experiencias de destino difíciles, para aprender, para empoderarnos, para saber y para resolver.   Estamos en una época donde se nos está facilitando la toma de consciencia y del poder que tenemos para crear nuevas realidades en nuestras vidas.  Entramos en una época de “despertar”.  Los roles de víctima ya no servirán para subsistir y el único camino despejado es el responsabilizarnos 100% sobre nuestra vida.

Es muy difícil observar como alguien que amamos sufre,  pero si verdaderamente queremos ayudarlo en su proceso, podemos escucharlo, incentivarlo, mostrarle alternativas, apoyarlo emocionalmente,  ayudarlo con libros o cursos que podamos regalarle para que asista y sane, para que vea nuevas opciones y así salga adelante.  Podemos hacer hooponopono para ellos.

Pero la mayor ayuda, es inspirar con el ejemplo.  Mientras mejor estemos nosotros,  mientras más situaciones difíciles hayamos pasado, y nos mantengamos en armonía, mayor será la influencia positiva que tendremos sobre aquellos que están pasándolo mal, que están sufriendo la soledad del ego victimizado, la tristeza de no aceptar el pasado como fue, la pena y frustración de seguir siendo adolecentes en cuerpos de adultos.   Tú eres muy necesaria (o) para esta época de transición,  por mínimo que sea tu avance, es vital para mucha gente, tu vida consciente ayuda a muchos.  Valoriza tus avances, compártelos con humildad.  

En estos días, Ser, es más importante que hacer.   Recuerda,  “todos somos uno”.

Lo siento, perdóname, gracias, te amo.
FELIZ SEMANA PARA TODOS,  en unidad y con amor,
Verónica

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