Logro de Objetivos

Para que un objetivo tenga mayores probabilidades de ser alcanzado, el mismo debe cumplir con las siguientes condiciones. 1. Debe ser expresado en forma positiva y como si ya lo hubiera alcanzado. Nuestra mente inconsciente no procesa los negativos. Por ejemplo, cada vez que quiero manifestar “no tengo miedo…”, internamente se representa el miedo. Es más saludable buscar la virtud contaria al mal que queremos erradicar. Siguiendo el ejemplo anterior nos quedaríamos con la afirmación: “tengo valor…” En segundo lugar, y no por ello menos importante, debemos plantearlo como si ya lo hubiésemos alcanzado (“tengo, alcanzo, estoy, soy…”). 2. Demostrable en forma sensorial. Preguntas que ayudan en este punto: ¿Cómo se daría cuenta de que alcanzó su objetivo? ¿Qué debería sentir, ver y escuchar para saber que lo logró? ¿Cómo se darían cuenta los demás de que lo alcanzó? Esto ayuda a traer al objetivo a un plano concreto y realizable. 3. Ubicado en el contexto de manera apropiada y específica. ¿Cuándo, dónde y con quién lo desea? Es importante que, si el objetivo es a largo plazo, tengamos la posibilidad de definir objetivos de corto y mediano plazo como etapas intermedias. En este punto definiremos el alcance del objetivo y no solamente en tiempo, sino también a quiénes incluirá. 4. Iniciado y mantenido por uno mismo. No podemos esperar resultados si los mismos dependen de otras personas. Podemos asumir la responsabilidad del cambio. ¿Con qué recursos cuenta para lograrlo? ¿Qué le impide lograrlo? ¿Qué necesita para lograrlo? 5. Ecológico: de efectos positivos para uno mismo y para los demás. Alvaro Würth