Reflexiones sobre el amor, Paramahansa Yogananda.
El amor es una mansión de oro en la que el Rey de la Eternidad alberga a toda la familia de la creación. Y, al ordenarlo Dios, el amor se vuelve un fuego místico que puede disolver la densidad del cosmos en la invisible sustancia del Amor Eterno. Como un río, el amor fluye continuamente en las almas humildes y sinceras; pero evita las rocas de las almas egoístas y atadas a los sentidos, porque no puede penetrarlas. El amor es un manantial omnipresente, que brota en innumerables fuentes. Cuando uno de sus surtidores que mana a través del corazón humano se obstruye con los desechos de la mala conducta, vemos que el amor surge de algún otro corazón . Pero creer que el amor pudiera estar muerto en algún corazón significa ignorar su omnipresencia . Jamás debes obstaculizar el canal del amor de tu alma con malas acciones; así, beberás con las incontables bocas de los sentimientos del alma en la fuente divina del amor, que fluye ilimitadamente a través de todos los corazon