Siete palabras mágicas, Alejandra Vallejo Buschmann
En
la búsqueda del bienestar, hay ciertamente cosas e instancias que
podemos vivenciar, que nos ayudarán a mejorar significativamente nuestro
día a día. Cosas que nos llevarán a la armonía y retomar los
equilibrios perdidos.
Les
presento siete palabras llenas de magia, que nos ayudarán en diferentes
aspectos de nuestra vida, logrando expandirnos, liberarnos, estar
plenos. Cada una de ellas nos conectará con aquellas piezas de
nuestra existencia, que son claves para el avance seguro, en la busqueda
de la felicidad. Se las presento:
1-MUÉVETE
Camina
la vida, recorre los lugares que amas y visita aquellos que aún no has
conocido. Baila, baila esa canción que tanto te gusta. Muevete dentro de
tu casa, atesorando cada rincón. Cambia los mueles, re-ordena
esos rincones olvidados. Renueva tus espacios, planta flores nuevas.
Recorre la vida de otra manera, distinta a lo que has hecho hasta ahora.
Sal de la rutina del trabajo, las relaciones y los patrones de vida.
Cambia tu perspectiva. Acércate a quien no te has podido acercar,
aléjate de aquellas cosas que te dañan y que ya no son aporte en tu día a
día, y si acércate a quienes te aprecian, te hacen sentir cómodo (a) y
aceptan toda tu autenticidad, a quienes te aman tal como eres. No
necesitas hacer grandes recorridos para hallar aquello que te hace
vibrar, a veces moviendo pequeñas piezas y ordenando las cosas, aparecen
las nuevas oportunidades y los nuevos renaceres.
2-TOCA
Toca
tu cuerpo, toca a los que amas. Abraza a aquellos que no has abrazado, a
quienes sientas lo necesitan, incluso a aquellos que ponen distancias
al contacto físico, lo más probable es que sea quien más necesite el
calor del contacto. Toca las flores de tu jardín, toca los animales que
pasan por tu vida, toca aquellos objetos que adornan tu día, que te
traen paz y bellos recuerdos. Toca un instrumento musical, aunque sea sólo para jugar con la música, verás como al hacerlo cantar, hará vibrar tu corazón.
Toca los árboles, toca el pasto recien mojado, toca la suave arena de
la playa, las rocas, el agua. Si el contacto te es ajeno, toca, no lo
aplaces ni un día más. Si por el contrario, el tocar te es familiar,
afianza esa virtud, úsala para que la vida sea más grata para ti y para
quienes alcances con tus manos. Tocar es en la cercanía, una manera de
concretar el afecto, el amor.
3-ESCUCHA
Siéntate en silencio y entérate de todo lo que está allí, a tu alrededor, para ser escuchado. Todos aquellos sonidos a los que jamás le has puesto atención, están esperando que los reconozcas. Deleitate con el cantar de los pájaros en las mañanas. Escucha aquellas canciones que hace que tu piel se estremezca. Escucha las olas del mar jugueteando con la playa. Escucha la voz de los que amas, la dulce voz de tu hijo, las amadas melodías de tu amante, la voz ya algo cansada, pero llena de historias de quienes nos ganan en años. Escucha al otro, en todos sus detalles, es un arte el hacer sentir a alguien escuchado. A veces basta con ese gesto, para ayudar, para aplacar ansiedades, para calmar dolores, por lo tanto, sé generoso y escucha con el corazón. Oye el susurro del viento entre las hojas de los árboles, oye la música de la naturaleza entera, es la música de la tierra. Pero por sobre todo, escúchate a ti. Tu sabio interno, tu alma fiel compañera. Esa que tiene la palabra exacta que necesitas oír. Allí están las respuestas, allí está la verdad. Escucha a tu corazón, que tiene un idioma tan diferente, pero que siempre sabemos exactamente lo que nos quiere decir, cada latido, es un mesaje de vida y una confirmación del amor.
Siéntate en silencio y entérate de todo lo que está allí, a tu alrededor, para ser escuchado. Todos aquellos sonidos a los que jamás le has puesto atención, están esperando que los reconozcas. Deleitate con el cantar de los pájaros en las mañanas. Escucha aquellas canciones que hace que tu piel se estremezca. Escucha las olas del mar jugueteando con la playa. Escucha la voz de los que amas, la dulce voz de tu hijo, las amadas melodías de tu amante, la voz ya algo cansada, pero llena de historias de quienes nos ganan en años. Escucha al otro, en todos sus detalles, es un arte el hacer sentir a alguien escuchado. A veces basta con ese gesto, para ayudar, para aplacar ansiedades, para calmar dolores, por lo tanto, sé generoso y escucha con el corazón. Oye el susurro del viento entre las hojas de los árboles, oye la música de la naturaleza entera, es la música de la tierra. Pero por sobre todo, escúchate a ti. Tu sabio interno, tu alma fiel compañera. Esa que tiene la palabra exacta que necesitas oír. Allí están las respuestas, allí está la verdad. Escucha a tu corazón, que tiene un idioma tan diferente, pero que siempre sabemos exactamente lo que nos quiere decir, cada latido, es un mesaje de vida y una confirmación del amor.
4-SIENTE
Sin
miedo, nada te puede herir, no pierdas la oportunidad de sentir todo
aquello que te da la vida, que te hace humano, que te hace único. Siente
en pleno, en todo lo que eres, aquello que te recorre, cada
experiencia. Gozo, frío, dolor, hambre, pena, alegría, paz. No juzgues, solo siente.
Cada una se estas sensaciones tienen mensajes para ti, y oportunidades
de hacerte un ser más completo. No rehuyas la experiencia, no rehuyas el
vivirla a fondo. Siente el amor hasta que tu corazón se rinda. Siente
el cuerpo del que amas, su olor, su calor, sus detalles. Sientete, tus
latidos, tu respiración, como reacciona tu ser a cada cosa que vive.
Sientete y arrullate en ese sentir, esa es la vida que te abraza, eso es
esta experiencia física, un festival de sensaciones que te dan la
bienvenida.
5-CONFÍA
Tú
sabes que eres parte de algo extraordinario. Si puedes reconocer la
maravilla que es la vida manifestada, entonces confía en que esa
sabiduría inexplicable, es un gran poder amoroso, que teje todas estas
historias. Y que detrás de ella hay una presencia ilimitada, desconocida
quizás, pero tan cercana. Ante tanta perfección, no queda más que confiar.
Confía en los flujos de la realidad, en los caminos que nos llevan a
aquello que necesitamos, para retomar lo que en verdad somos. Confía en
que nada es casual, en que todo es un aprendizaje. Confía en esa mano
que silente nos empuja a nuestra maestría. Y por sobre todo, confía en
ti, en tu poder personal, en la voz de tu intuición. Aquello que resuena
en tus oídos, eso es lo que debes hacer, confía. Aquello que se te
repite una y otra vez, es lo que debes realizar, confía. Aquello que no
puedes dejar de vivir, es justo lo que la vida te presenta para crecer,
confía. Aquello que sientes palpitar en tu ser, es todo aquello que te
espera, para ser encontrado, confía. Aquella voz que en susurros, te
muestra con exactitud lo que necesitas ver, es la voz de Dios, confía!.
6-ENTREGA
Lo
mejor de ti, todo aquello que haces tan bien. Tus maravillosos dones,
tu cálida sonrisa, la caricia oportuna, la palabra que anima. Da tu compañía, tu presencia, tu energía.
Entrega tu tiempo como un regalo, tu miradas de empatía, tu contagiosa
esperanza. Entrega tus ganas de vivir, para despertar al que está
desanimado. Entrega esa caminata de la mano, de quien te ha elegido, de
ese quien tú has escogido. Entrega ricas comidas, preparadas con la sal
del amor. Entrega reuniones que son, un homenaje a la amistad, al
compartir. Entrega el silencio que insta, a que el otro se exprese. Da
una palmada de cariño, un recorrido por la alegría, un paseo hacia el
re-encuentro, un gesto de bienvenida.
7-RECIBE
Cada regalo que te ofrece el destino. Recibe las experiencias de los aprendizajes que vibran en ti y que te buscan sin condiciones. Recibe los elogios, que te impulsan a continuar. Recibe cada ofrenda de tu hermano, de cada amanecer, de cada vivencia, de todo cuanto te toca con su mano mágica. Recibe el amor a manos llenas, para que lo des a manos llenas. Recibe la melodía de la naturaleza, la luz del sol que te saluda cada mañana. Recibe la compañía de los que amas, tan incondicional. Recibe con amor, todo cuanto eres. Recibe con una sonrisa la música, los colores, los aromas y los sabores de la vida. Recibe sin apelar, sólo con agradeciemiento. Recibe con humildad, aquella que te hará entregarte con la misma devoción. Recibe agradecido (a), emocionado (a), lleno (a) de asombro y certeza, cada regalo de esta vida.
Cada regalo que te ofrece el destino. Recibe las experiencias de los aprendizajes que vibran en ti y que te buscan sin condiciones. Recibe los elogios, que te impulsan a continuar. Recibe cada ofrenda de tu hermano, de cada amanecer, de cada vivencia, de todo cuanto te toca con su mano mágica. Recibe el amor a manos llenas, para que lo des a manos llenas. Recibe la melodía de la naturaleza, la luz del sol que te saluda cada mañana. Recibe la compañía de los que amas, tan incondicional. Recibe con amor, todo cuanto eres. Recibe con una sonrisa la música, los colores, los aromas y los sabores de la vida. Recibe sin apelar, sólo con agradeciemiento. Recibe con humildad, aquella que te hará entregarte con la misma devoción. Recibe agradecido (a), emocionado (a), lleno (a) de asombro y certeza, cada regalo de esta vida.
Casa de Tara
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